lunes, 30 de enero de 2023

AMNESIA ECONÓMICA

LAS POLÍTICAS PROTECCIONISTAS Y FISCALMENTE IRRESPONSABLES DEJARON LECCIONES QUE CONVIENE RECORDAR

Hace pocos años se daba por sentado que el libre comercio entre países era un ingrediente básico de la receta para la prosperidad de los países. Hace poco existía una especie de consenso entre los encargados de la política económica y los propios políticos respecto a que la libre determinación de los precios en el mercado, a partir de la competencia, era la mejor vía para lograr la más eficiente utilización de los factores de producción. Hace apenas unos años se valoraba enormemente la existencia de un banco central que pudiera defender la estabilidad de precios sin injerencia de los intereses cortoplacistas de los políticos. Hace una nada, se entendía que los déficits fiscales elevados y el despilfarro en el gasto gubernamental causan un daño enorme a la sostenibilidad del crecimiento económico.

Hoy, en cambio, no solo en nuestro país sino que alrededor del mundo, parece estarse expandiendo un síndrome de amnesia económica que está haciendo olvidar a los líderes políticos, a los votantes y a los propios encargados de las políticas públicas, los costos que en el pasado ocasionaron las medidas económicas miopes, populistas e irresponsables. Esa amnesia está generando una peligrosa simpatía hacia políticas proteccionistas que obstaculizan el libre intercambio de bienes entre los países y empobrece a sus habitantes; está haciendo que se olvide que los precios tope solo generan escasez y reducen la productividad, afectando a los más pobres; está induciendo a que las injerencias politiqueras menoscaben la capacidad de los bancos centrales para regular las tasas de interés o el tipo de cambio; y, está alimentando una perniciosa tolerancia hacia el gasto público desmedido y los déficits fiscales crecientes.

La amnesia económica proliferante abona un campo fértil para las propuestas populistas (de izquierdas y derechas) que prometen el paraíso a fuerza de acciones económica y fiscalmente irresponsables. Ahora que entramos a una campaña electoral, es necesario recuperar la memoria económica para no caer en las tentaciones electoreras que ofrecen regalar dinero, subsidios, becas, adoquines, polideportivos y láminas a cambio del voto. Ofertas que amenazan con sacar de cauce a las finanzas públicas. Ofertas que atentan contra las instituciones (como la autonomía del banco central, el no otorgamiento de crédito inorgánico al gobierno, el carácter eminentemente técnico de la oficina a cargo del presupuesto estatal o del instituto de estadísticas). Ofertas que, en fin, desafían los principios económicos fundamentales y atentan contra el sistema de balances y contrapesos en el diseño y ejecución de las políticas públicas.

Guatemala posee una bien ganada reputación de estabilidad y confianza en los mercados internacionales, como lo atestiguan no solo las principales empresas calificadoras, sino también el Emerging Markets Bond Index -EMBI, o Indicador de Bonos de Mercados Emergentes que calcula JP Morgan- que es el principal indicador de riesgo país. Preservar esa estabilidad y confianza pasa, necesariamente, porque los hacedores de la política económica no sufran de amnesia económica y eviten caer en las tentaciones populistas y electoreras que suelen abundar en las campañas electorales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTARIOS DE LOS LECTORES:

ENERGÍA ELÉCTRICA: SE ACABARON LAS VACAS GORDAS

URGEN MEDIDAS PARA EVITAR UN DÉFICIT DE SUMINISTRO   Durante años, el sistema eléctrico nacional tuvo un superávit de oferta; es decir, su c...