lunes, 15 de mayo de 2023

LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Agradezco a elPeriódico por haber permitido expresarme en sus páginas todos estos años. Mi (mini) columna de despedida: la libertad de expresión es un elemento esencial para el desarrollo de un país civilizado.

https://elperiodico.com.gt/opiniones/opinion/2023/05/15/libertad-de-expresion-2/



lunes, 8 de mayo de 2023

RUTAS PARA EL DESARROLLO

CONVIENE APRENDER DE LOS QUE SABEN Y NO PRETENDER INVENTAR EL AGUA AZUCARADA

La clave del desarrollo económico de Guatemala pasa por revertir los bajos indicadores de productividad y los altos indicadores de pobreza (ambos, caras de la misma medalla). Los planes de gobierno de quienes aspiran a ganar las próximas elecciones deberían tener alguna claridad al respecto. Aunque al nacional-populismo (tan de moda en estos tiempos) le disgustan la ciencia y las estadísticas, un consejo razonable para los candidatos es que vean qué aconsejan los expertos y cuál es la experiencia de los países que han logrado desarrollarse. Un buen comienzo, por ejemplo, es que consulten el libro "El desarrollo como libertad”, de Amartya Sen -premio Nobel de economía-.

Para Guatemala el libro ofrece información valiosa para diseñar políticas públicas para reducir la pobreza y mejorar la provisión de servicios públicos esenciales. Aquí, algunas lecciones clave: (1) Centrarse en ampliar las capacidades de las personas para llevar vidas dignas significa brindar oportunidades para adquirir educación, atención médica y otros servicios esenciales, que les permitan participar plenamente en la sociedad y perseguir sus objetivos. (2) Invertir en capital humano ayuda a mejorar las capacidades de las personas, mejorar la productividad y promover el progreso social; ello implica priorizar la asignación de recursos públicos (y combatir la corrupción en el gasto gubernamental) para construir instituciones educativas sólidas y sistemas de salud accesibles.

(3) La generación de un entorno que brinde oportunidades sociales y económicas puede lograrse mediante políticas económicas incluyentes, la promoción del espíritu empresarial, la creación de oportunidades laborales y la reducción de las desigualdades sociales. Las redes de protección social, como la seguridad social o los programas de asistencia social específicos, también pueden apoyar a las poblaciones vulnerables. (4) El fortalecimiento de la institucionalidad y la gobernabilidad, mediante la creación de instituciones responsables y transparentes, mejorar la administración pública y combatir la corrupción, ayuda a garantizar la asignación eficiente de los recursos, la prestación eficaz de servicios y el estado de derecho.

(5) Priorizar el desarrollo de infraestructura es una base fundamental para el crecimiento económico, mejorar el acceso a los servicios básicos, facilitar el comercio y la conectividad y atraer inversiones. (6) Mejorar el acceso a la justicia es esencial para proteger los derechos de los ciudadanos y fomentar la cohesión social; esto requiere la construcción de un marco legal eficaz, con jueces independientes, que permita abordar las barreras legales que obstaculizan la capacidad de los ciudadanos para ejercer sus derechos y participar en la sociedad. Y, (7) enfatizar la participación de los individuos y las comunidades en la formulación de políticas que los afectan requiere de una limpieza y restructuración del Sistema de Consejos de Desarrollo para involucrar activamente a los ciudadanos, las organizaciones de la sociedad civil y las comunidades locales en los procesos de toma de decisiones.

Para seguir las rutas que nos conduzcan al desarrollo económico y social no es necesario inventar el agua azucarada; basta con seguir el consejo de los que saben y la experiencia de los países exitosos.

lunes, 1 de mayo de 2023

LOS DOS MOMENTOS DE LA POLÍTICA

LA CAMPAÑA ELECTORAL Y EL EJERCICIO DEL PODER ESTÁN CADA VEZ MÁS DIVORCIADOS

En la práctica del arte de la política en una democracia existen dos momentos diferentes. Primero, está el efímero momento de la campaña electoral y, luego, el momento -más prolongado- del ejercicio del cargo público. Antes, en Guatemala, ambos momentos estaban más o menos vinculados a través de las historias de vida, los planes de gobierno y las ofertas electorales que se presentaban en la campaña y que, en el contexto de las ideologías partidarias, le ponían un marco de referencia a las actuaciones de los funcionarios que resultaban electos. Hoy, en cambio, ambos momentos están cada vez más divorciados.

Ni las propuestas, ni los planes, ni las ideologías, ni las hojas de vida. Ya ni siquiera las láminas, las pelotas de fútbol o los espejitos (el elector puede ser ignorante, pero no es baboso). En los tiempos del TikTok lo que verdaderamente importa en la fase de campaña son los personajes: quien logre conectar con el elector (por su sonrisa, su forma de contar chistes, sus videos, sus pasos de baile o sus ocurrencias) tiene mucha más oportunidad de ser electo. El votante elige personajes, no estadistas; el elector busca entretenimiento, no discernimiento. En el momento de la campaña, los políticos entregan -por el lado de la oferta- lo que los ciudadanos -por el lado de la demanda- piden.

Pero, aunque todos los focos se centran en el breve momento de la campaña electoral, el momento verdaderamente trascendente para el país es el de los largos cuatro años (o más) de ejercicio del poder alcanzado en las urnas. La clave aquí ya no es el personaje, sino la persona misma que ejerce el cargo (su carácter, personalidad, principios). En esta etapa, lo que se espera es que la persona tome decisiones difíciles que no siempre serán populares a corto plazo, pero que redundarán en el mejor interés del país a largo plazo. El papel del gobernante debería ser el de liderar y brindar orientación, no simplemente seguir la opinión pública. Sin embargo, también es esencial que el gobernante siga siendo responsable ante la gente y se asegure de que las decisiones tomadas se alineen con los valores y principios de la sociedad a la que sirven. Y, aquí, el ciudadano debería cumplir un rol fundamental: el de vigilar, acompañar, exigir y fiscalizar a los funcionarios que, con su voto, encumbró en el poder.

En el primer momento político -el de la campaña electoral- los políticos parece que aprenden rápidamente a adaptarse a las volubles demandas de un electorado que se conforma cada vez con menos. Es en el segundo momento -el del ejercicio del cargo- en el que los principales actores políticos en nuestro país tienen un desempeño muy insatisfactorio. Los políticos no pueden, ni quieren, aspirar a ser estadistas, por todas las decisiones complejas que ello implica. Y, por su lado, la sociedad civil y sus organizaciones no pueden, ni quieren, cumplir con los compromisos de vigilancia continua e involucramiento en la cosa pública que se requieren para ser auténticos ciudadanos.

ENERGÍA ELÉCTRICA: SE ACABARON LAS VACAS GORDAS

URGEN MEDIDAS PARA EVITAR UN DÉFICIT DE SUMINISTRO   Durante años, el sistema eléctrico nacional tuvo un superávit de oferta; es decir, su c...