El ensayo, publicado recientemente, constituye una prueba del valor que tienen las manifestaciones culturales como
motores del desarrollo económico y social
Luego de más de dos años en elaboración, recientemente
se publicó el libro “El Valor Económico de la Semana Santa en la Antigua
Guatemala”, que busca evidenciar el enorme potencial de desarrollo económico y
social que puede encontrarse en los abundantes recursos culturales y artísticos
de Guatemala. El deseo de escribir un ensayo como éste data de hace casi cuatro
años, cuando Ana Luz Castillo (bailarina y administradora cultural), Luisa
Fernanda González (gestora y promotora cultural), Julio Solórzano Foppa (historiador
y productor artístico) y yo unimos esfuerzos en el campo intelectual para
difundir y hacer conciencia sobre la vinculación que existe entre Economía y
Cultura.
Dado que la cultura aporta entre un 7% y un 9% del PIB
de Guatemala, el grupo Satélite (como se bautizó nuestro esfuerzo) empezó por
identificar aquellas expresiones culturales en el país que podrían ser sujeto
de cuantificación y, por ende, constituirse en pruebas convincentes del valor
de la cultura como motor de desarrollo.
De ahí surgió, casi de su propio peso, que la Semana
Santa antigüeña, siendo esencialmente una celebración religiosa, también era un
fenómeno cultural, económico y social de implicaciones profundas.
Afortunadamente para la elaboración de los estudios
contamos con el apoyo de la Cooperación Española y, en particular, con el
acompañamiento de Oikós (Observatorio Andaluz para la Economía de la Cultura y
el Desarrollo) que nos facilitó el acceso a las metodologías que recientemente
se han aplicado para este tipo de estudios en Andalucía, las cuales modificamos
y adecuamos a las condiciones y características de las celebraciones de la
Semana Santa en La Antigua Guatemala.
A partir de allí se realizaron una serie de entrevistas
preparatorias con conocedores de las distintas áreas de estudio (tradiciones religiosas,
autoridades locales, turismo, estadística, etcétera). El trabajo de campo, que
implicó encuestar a más de 1,500 sujetos (residentes, visitantes, comercios,
industrias, y hermandades), se realizó durante la Semana Santa de 2011 y se
afinó en la de 2012. A partir de los datos recabados se realizó en análisis
estadístico, la validación de resultados y la redacción final del ensayo,
finalmente publicado por Editorial Cultura. En todo este proceso contamos con
el apoyo de numerosas entidades e individuos involucrados en los temas de
cultura y economía.
Los hallazgos que presenta el libro permiten
dimensionar y valorar el movimiento económico y la generación de ingresos
durante las celebraciones de la Semana Santa en La Antigua Guatemala. Se trata
éste de un fenómeno cultural con un grado superlativo de costo-efectividad: por
cada quetzal gastado en producir esta celebración religiosa, se genera un flujo
adicional de Q165 en consumos y gastos diversos en la economía antigüeña. En
esta capacidad multiplicadora es fundamental el rol de las hermandades, que no
ha sido suficientemente aquilatado por toda la sociedad guatemalteca como para
concitar el apoyo que tales organizaciones deberían recibir de todos los
sectores, especialmente de quienes más se benefician de esta celebración
popular.
La clave de esta capacidad generadora de ingresos se
potencia por los factores culturales intangibles que caracterizan a La Antigua,
entre los que destaca el escenario monumental configurado por la propia ciudad
y su entorno, así como las tradiciones y conocimientos ancestrales de la
sociedad antigüeña. El libro también identifica a los actores principales que
hacen posibles las celebraciones, el origen de los visitantes, el rol de los antigüeños,
los tipos de actividad económica y de generación de ingresos, las percepciones
de seguridad pública y el potencial de la gastronomía como atractivo turístico.
Esperamos que el conocimiento de la actividad económica generada por
éste y otros fenómenos artísticos y culturales en Guatemala (como podrían ser
otras celebraciones populares tradicionales –religiosas o no- y los festivales
artísticos cada vez más frecuentes), pueda facilitar la adopción de políticas
públicas en beneficio de toda la población del país. El libro está siendo distribuido en Guatemala por el Fondo de Cultura Económica.