lunes, 19 de junio de 2023

EL MERCADO POLÍTICO

LA DISFUNCIONAL LEY ELECTORAL HA DEGRADADO EL MERCADO POLÍTICO, CON UNA OFERTA POLÍTICA CADA VEZ MÁS MEDIOCRE Y UN ELECTORADO QUE, EN VEZ DE SOLUCIONES, DEMANDA ENTRETENIMIENTO

La campaña electoral que está a pocos días de concluir ha puesto en evidencia una de las más graves fallas de la ley electoral vigente: la prohibición que existe para que los políticos puedan expresar sus opiniones y propuestas antes del inicio oficial de la campaña. Esta absurda prohibición, exacerbada por la miope interpretación de la ley por parte de los magistrados del TSE que consideran cualquier pronunciamiento público de un político constituye “propaganda anticipada”, impide a los políticos hacer política, mutilando así, flagrantemente, uno de los órganos vitales de cualquier democracia: la libre expresión del pensamiento. Una de las consecuencias más graves de tan absurda regulación es que la campaña política ha degenerado en un circo mediocre carente de propuestas, nulo en debates y desprovisto de calidad.

A esto se agrega un cambio estructural en el que los nuevos medios y plataformas de comunicación están teniendo un impacto significativo en la forma en que los políticos llevan a cabo sus campañas electorales. Estas plataformas, como Twitter, Instagram y TikTok, han introducido nuevas vías para la comunicación, el compromiso y la divulgación, ofreciendo a los políticos oportunidades que, desafortunadamente y salvo escasas excepciones, no han sido aprovechadas para bien.

En vez de aprovechar las redes sociales para compartir contenido de calidad, con propuestas atractivas, compartibles y virales, los videos de esta campaña que han ganado mayor visibilidad son aquellos que destacan por lo chusco y por su capacidad de satisfacer, con el auxilio de los influencers y de las noticias fabricadas, las demandas más sórdidas de entretenimiento de los usuarios de estos medios, exponiendo las miserias humanas de los candidatos que, a falta de propuestas de solución a los problemas nacionales, se presentan con bailecitos y chabacanerías a la espera de lograr algún “me gusta” en las redes sociales.

Es posible establecer ciertos paralelismos entre un proceso electoral en una democracia y una economía de mercado. Ambos involucran el concepto de ofrecer bienes o servicios para satisfacer ciertas necesidades o preferencias. Entonces, en la actual campaña electoral, la combinación de una legislación inadecuada, un TSE miope y un cambio estructural en los medios de comunicación política da como resultado un mercado político en que la oferta y la demanda se han degradado simultáneamente. El problema es que, en esta campaña que está por finalizar, los satisfactores ofertados han tenido muy escasa calidad, mientras que las preferencias de los demandantes se han inclinado más por el entretenimiento y el chisme que por la búsqueda de estadistas. En el mercado electoral, una oferta mediocre y anodina se ha acomodado a satisfacer una demanda ramplona y ávida de soluciones demagógicas para evadir la compleja realidad cotidiana.

Esta situación atenta gravemente contra la salud de nuestra endeble democracia. Los líderes políticos deberían estar pensado cómo después de estas elecciones -cuanto más pronto, mejor- arreglan la disfuncional Ley Electoral y de Partidos Políticos para lograr, al menos, dos propósitos fundamentales. Por un lado, recuperar la posibilidad de poder cumplir lo que les corresponde hacer como oferentes: ofertar las soluciones de política pública que permitan resolver los problemas económicos, políticos y sociales del país. Y, por otro, promover una mejor participación ciudadana y una mayor representatividad de los funcionarios electos. En tanto no lo hagan, y mientras sigan acomodados rehuyendo el debate y delegando sus obligaciones en los influencers y en los tiktokers, el mercado político continuará degradándose irremediablemente.



.

martes, 13 de junio de 2023

APRENDER DE LA EXPERIENCIA CHINA

"EL DESARROLLO DE UN PAÍS ESTÁ LIGADO A LA CALIDAD DE SUS INSTITUCIONES": EN SU RUTA A CONVERTIRSE EN UNA POTENCIA MUNDIAL, LA ESTRATEGIA DE CHINA HA SIDO PRAGMÁTICA, PERO ENFOCADA EN FORTALECER GRADUALMENTE SU MARCO INSTITUCIONAL

Ahora que los políticos, en plena campaña, están tentados a tomar a China como ejemplo para lograr un desarrollo económico y social pronto y efectivo, conviene comentar el libro "Cómo China escapó de la trampa de la pobreza", de Yuen Yuen Ang, donde la autora explica cómo ese país, partiendo de sus debilidades institucionales -como la corrupción y la inestabilidad de los derechos de propiedad- aprovechó para construir mercados florecientes que, a su vez, ayudaron a fortalecer las instituciones que, a su vez, desarrollaron aún más los mercados y ayudaron a sacar a millones de personas de la pobreza.

Si bien es muy cierto que la experiencia de desarrollo de un país es difícilmente trasplantable a otro, también lo es que siempre es factible derivar algunas lecciones aplicables a otros países en vías de desarrollo que padecen de debilidades institucionales, como la corrupción, la incompetencia de los jueces y de las cortes, y la ineficacia del gobierno para proveer servicios públicos esenciales de salud, educación, seguridad e infraestructura. He aquí hay algunas lecciones del libro que podrían aplicarse a otros países que enfrentan desafíos institucionales similares:

1. No apostar al todo o nada, lo que implica aprovechar las oportunidades para un cambio gradual. En lugar de esperar las condiciones ideales, pueden realizarse mejoras graduales aprovechando los recursos y las capacidades existentes.

2. Fomentar la gobernanza adaptativa; es decir favorecer la capacidad de las instituciones para aprender, evolucionar y responder a las circunstancias cambiantes. Esto implica construir mecanismos que fomenten la adaptación, la flexibilidad y la capacidad de respuesta a los desafíos puntuales. La gobernanza adaptativa permite la identificación e implementación de políticas efectivas a pesar de las debilidades institucionales.

3. Abordar el combate a la corrupción mediante incentivos y transparencia (más que mediante la persecución penal). La corrupción socava la eficacia de las instituciones y obstaculiza los esfuerzos de desarrollo. Para combatirla, pueden implementarse sistemas de incentivos que recompensen la integridad y castiguen las malas prácticas. Las iniciativas de transparencia, como las políticas de datos abiertos y la fiscalización continua, pueden mejorar la rendición de cuentas y reducir las oportunidades de corrupción.

4. Fortalecer los derechos de propiedad, que proporcionan la base para las transacciones económicas, la inversión y el desarrollo del mercado. Se debe trabajar para establecer derechos de propiedad claros y exigibles, asegurando que las personas y las empresas tengan derechos seguros de propiedad y uso. El fortalecimiento de los derechos de propiedad fomenta el espíritu empresarial, la inversión y el crecimiento económico.

5. Mejorar la eficacia judicial. La incompetencia dentro del poder judicial y los tribunales puede socavar el estado de derecho e impedir el desarrollo. Para abordar esto, se debe invertir en capacitación y desarrollo de capacidades para jueces, fiscales y profesionales del derecho. Además, el establecimiento de mecanismos de supervisión independientes, la mejora de los sistemas de gestión de casos y la garantía de procesos de resolución de disputas justos y eficientes pueden mejorar la eficacia judicial.

6. Buscar inversiones específicas en servicios públicos esenciales. A pesar de la escasez de recursos fiscales y de las debilidades institucionales, es fundamental priorizar las inversiones en servicios públicos esenciales, como salud, educación, seguridad e infraestructura. Al abordar los desafíos institucionales, los gobiernos deben asignar recursos estratégicamente para satisfacer las necesidades inmediatas y sentar las bases para el desarrollo a largo plazo.

7. Fomentar las alianzas público-privadas puede ayudar a superar las debilidades institucionales y brindar servicios esenciales de manera más efectiva. Las alianzas público-privadas (APP) pueden aprovechar la eficiencia, la experiencia y los recursos del sector privado al tiempo que garantizan la responsabilidad y la supervisión del sector público. Las APP pueden ser especialmente valiosas en el desarrollo de infraestructuras y la prestación de servicios. Y,

8. Promover la innovación y el aprendizaje, incluso dentro de las instituciones. Esto implica crear espacios para la experimentación, el intercambio de conocimientos y la colaboración. Los gobiernos pueden apoyar la investigación y el desarrollo, establecer centros de innovación y fomentar redes que faciliten el intercambio de conocimientos entre diferentes actores. 

Evidentemente, es importante adaptar estas lecciones al contexto específico de Guatemala, ya que los desafíos institucionales son distintos a los de China. Además, si bien explotar las debilidades institucionales como punto de partida para crear mercados pudo ser efectivo bajo las particulares circunstancias de China, el objetivo a largo plazo siempre debe ser -tanto para China como para Guatemala- fortalecer las instituciones, mejorar la gobernabilidad y abordar las causas subyacentes de esas debilidades.

Shanghai 1990 / Shanghai 2010




ENERGÍA ELÉCTRICA: SE ACABARON LAS VACAS GORDAS

URGEN MEDIDAS PARA EVITAR UN DÉFICIT DE SUMINISTRO   Durante años, el sistema eléctrico nacional tuvo un superávit de oferta; es decir, su c...