En Guatemala se ha reducido la desigualdad del ingreso, pero debido a que han disminuido los salarios de aquellos con mayor nivel educativo
La desigualdad
económica es uno de los principales sospechosos de haber detonado las violentas
protestas sociales acontecidas en Chile. Ahora empiezan a publicarse diversos
análisis técnicos sobre el tema, que presentan datos objetivos para toda la
región –incluyendo Guatemala- y que resultan dignos de reflexión, especialmente
porque no necesariamente coinciden con las percepciones de la opinión pública.
Las cifras –en
contraposición a las percepciones- muestran que la desigualdad se ha reducido
en Guatemala y en Latinoamérica. El indicador usual (no exento de defectos) para
medir la desigualdad en los ingresos entre los habitantes de un país es el
Índice de Gini: si este es igual a cero indica completa igualdad, o sea que
cuanto más bajo el indicador, menos desigualdad existe. Cifras del Banco
Mundial analizadas en un reciente artículo de la BBC indican que Guatemala es
uno de los países de la Región que más rápidamente ha reducido la desigualdad
en los últimos 30 años. En 1990 Guatemala era el país más desigual de
Latinoamérica con un Gini de 59.6, que se redujo a 48.3 en 2017. Solo El
Salvador y Bolivia redujeron más la desigualdad en ese periodo (el cuarto país
que más redujo la desigualdad fue Chile). Y Guatemala ya no es el país más
desigual de la Región; ahora la desigualdad es mayor en Brasil, Panamá y
Colombia.
Las principales canales
para reducir la desigualdad son las políticas de redistribución (a través de
los impuestos y el gasto público) y los cambios del mercado laboral (que
modifican los ingresos de los trabajadores). La mala noticia en nuestro caso (al
igual que para El Salvador) es que la mayor parte de la reducción en la
desigualdad se debe al mercado laboral, pues –según los expertos- ha habido una
reducción en la brecha salarial entre quienes tienen más educación y los menos
educados, debido a una caída en los salarios de los primeros, lo cual es una
forma poco deseable de reducir la desigualdad. Otro elemento importante de la caída
en la desigualdad estaría dado por las remesas familiares, que han contribuido
a que los ingresos de los más pobres hayan aumentado relativamente más.
Otro análisis reciente
del economista chileno Sebastián Edwards, plantea un hallazgo importante: si
bien los indicadores convencionales muestran una disminución significativa de
la desigualdad, la percepción entre los ciudadanos es que la desigualdad ha
aumentado considerablemente. Para el caso de Guatemala esto es muy evidente: unas
cifras (Banco Mundial y BID) señalan que es uno de los países donde más se ha
reducido la desigualdad, pero otras (CEPAL) indican que es el país latinoamericano
donde más ha aumentado la percepción ciudadana respecto de una mayor
desigualdad.
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