Las razones por las que la inversión en el
país está muy por debajo de su potencial tienen que ver con asuntos
estructurales
La inversión (es decir, la porción de los ingresos que
no se destina al consumo sino a la adquisición de activos físicos o
financieros) es esencial para mantener a la economía funcionando, es
indispensable para que ésta crezca y, por lo tanto –inevitablemente- es una
condición necesaria para mejorar el bienestar de la población. En Guatemala, los
niveles de inversión (en relación con el tamaño de la economía) son de los más
bajos del Hemisferio. Y aunque la inversión extranjera directa en la última
década ha tenido el mejor desempeño de su historia, sus niveles son la mitad de
los que atrae Costa Rica y apenas superiores a los de Honduras.
Dado el tamaño de la economía nacional (la mayor de
Centroamérica), una población (mercado potencial) de más de 14 millones, y una
posición geográfica estratégica, las posibilidades de atraer y generar
inversiones son mucho mayores de lo que en realidad se genera. Esfuerzos para
atraer inversiones, como el Investment Summit de hace algunos días, pueden
contribuir marginalmente a aumentar la inversión, pero las razones por las que
el desempeño del país en este campo está muy por debajo de su potencial tienen
que ver con asuntos más estructurales.
Las decisiones de inversión están determinadas, en
primer término, por los rendimientos que se espera recibir de la inversión: el
inversionista decidirá invertir siempre que su inversión prometa generar una
tasa de rendimiento superior a la tasa de interés imperante en el mercado. El
gobierno puede influir, positiva o negativamente, en la tasa de rendimiento
esperada: un nivel muy alto de impuestos sobre las utilidades, o costos elevados
por excesos de regulación estatal pueden desalentar la inversión. También la
pueden desincentivar los excesivos costos generados por la inseguridad, la
escasez de vías de comunicación o la falta de mano de obra calificada.
Existen otros factores determinantes de la inversión,
tales como las habilidades empresariales de los ciudadanos, el marco legal e
institucional del país, el grado de certeza jurídica o el grado de
conflictividad social existentes, todos relacionados con el funcionamiento
eficiente del estado y sus instituciones. Muchos de los componentes del llamado
“riesgo-país” que inciden sobre los niveles de tasa de interés y sobre las
decisiones de inversión, tienen que ver con la existencia de un estado que
–independientemente de su tamaño- sea capaz de ofrecer eficientemente los
bienes públicos esenciales requeridos por los inversionistas.
En la última evaluación que la calificadora Moody’s
hizo a Guatemala en febrero pasado pueden encontrarse identificados los
factores clave que afectan las posibilidades de mejorar la inversión en el
país. Aunque la calificadora reconoce aspectos positivos como el adecuado
manejo macroeconómico de las últimas décadas y el impecable historial de pagos
de la deuda pública, expresa que existen preocupaciones en torno a la
efectividad del gobierno en la ejecución del gasto público, así como respecto
de los elevados niveles de pobreza que exhibe el país.
Moody’s llama la atención sobre la continua dificultad
del fisco para incrementar los ingresos fiscales y, en consecuencia, la
imposibilidad del gobierno de atender eficientemente las más ingentes necesidades
sociales y de infraestructura física. Asimismo, la calificadora advierte que el
nivel de desarrollo económico de Guatemala es relativamente bajo y su ritmo de
crecimiento económico ha sido muy lento en comparación con el de otros países
que tienen una calificación similar (Ba1) a la de Guatemala. Los bajos niveles
de ingreso de la población y la dependencia respecto del mercado estadounidense
generan también potenciales vulnerabilidades y dejan a la economía expuesta a
choques externos adversos.
El prudente y estable manejo macroeconómico de las últimas décadas y el
relativo mayor grado de diversificación de la economía guatemalteca (en
comparación con la región centroamericana) continuarán permitiendo que la
inversión extranjera continúe aumentando en los próximos años. Sin embargo, si
el país no supera con seriedad las debilidades y amenazas que ensombrecen el
clima de negocios (y que las calificadoras internacionales identifican
claramente), la inversión total nunca alcanzará los niveles requeridos para
salir de la pobreza.
Gracias por ayudarnos brindado opciones de inversión, es importante conocer respecto al Mind Capital hoy en día, lo que se amplía con la información que nos brindas.
ResponderEliminar