domingo, 12 de diciembre de 2010

La Creciente Deuda Pública

Guatemala tiene unos de los mejores indicadores de sostenibilidad de la deuda pública en el continente americano. Sin embargo, a medida que el ritmo del endeudamiento público se ha venido acelerando en los últimos años, algunos de tales indicadores (como el que relaciona el tamaño de la deuda con el monto de la recaudación tributaria) que miden la capacidad del Estado de hacer frente a sus obligaciones están ahora cercanos a (o rebasaron ya) los niveles de tolerancia que convencionalmente se recomienda no traspasar si uno quiere mantener a los prestamistas tranquilos. Por muy necesario o urgente que se considere un cierto gasto (como el de reconstrucción luego de las tormentas de mediados de año), es conveniente, ahora más que nunca, analizar si la deuda pública está ya alcanzando niveles que aconsejan una mayor prudencia en el ritmo del endeudamiento público...

§ POLÍTICAS PÚBLICAS

LA CRECIENTE DEUDA PÚBLICA

En medio de las negociaciones del Presupuesto del Estado para 2011, el Congreso aprobó la emisión de Q1.6 millardos de bonos del tesoro (Bonos de Reconstrucción) y, a sabiendas de que es prácticamente imposible que los mismos se coloquen (y que los recursos se inviertan) en el transcurso de 2010, dejó establecido que dicha deuda se puede trasladar automáticamente al ejercicio fiscal del año próximo. Lo inusual de esta disposición se explica en el enorme desorden presupuestario que se vivió durante el presente año que, entre otros efectos, ha dificultado darle seguimiento al acelerado crecimiento que la deuda pública ha experimentado en años recientes.

Según las últimas cifras publicadas, sin incluir los Bonos de Reconstrucción, la deuda pública había crecido en más de 10% en los primeros nueve meses de 2010, lo que se agrega al aumento de más de 20% que la misma registró en 2009. No obstante su rápido crecimiento, la deuda ha mostrado una mejora en su composición (que conlleva un menor nivel de riesgo) ya que la mayor parte de la deuda es interna (44,4% del total, cuando en 2001 era sólo el 28,5%). Sin embargo, como proporción del PIB, aunque el nivel de la deuda pública guatemalteca sigue siendo bajo en comparación con países de ingresos similares, cada vez más se acerca al nivel crítico de 25%; peor aún, dada la baja carga tributaria, la deuda como porcentaje de los impuestos ahora supera el 300%.

Un problema adicional es la preocupante acumulación de deuda flotante, resultado de la construcción sin financiamiento de obras públicas por casi Q4 millardos, de acuerdo con los contratistas privados, la que tarde o temprano habrá que documentar e incluir en las cifras oficiales de la deuda.

El aumento de 150% de la deuda pública en los últimos diez años se explica, en parte, por “la gran moderación” de la economía mundial (con crecimiento sostenido y bajos niveles de inflación y desempleo) que, junto con los grandes superávits financieros de las economías emergentes, permitió un gran flujo de créditos a bajas tasas de interés. Como sucede con las drogas, el aumento de la deuda produce cierta euforia en los gobiernos que llegan a creer que pueden seguir aumentando el gasto público indefinidamente. Y los prestamistas (nacionales y extranjeros) caen también en cierto optimismo excesivo creyendo que el gobierno podrá incrementar a futuro sus ingresos para estar en capacidad de pagar los intereses y reembolsar el capital tomado en préstamo.

Además, la deuda se justifica con la buena intención de utilizar los recursos prestados para mejorar los índices educativos o combatir los niveles vergonzosos de desnutrición infantil que exhibe nuestro país. Y, por si esto no bastara, está la opinión de los organismos financieros internacionales respecto a que el nivel de deuda pública de Guatemala es todavía, de acuerdo a ciertos parámetros estándar internacionales, “sostenible”.

El problema con la deuda es que, eventualmente, hay que pagarla; por algo es que la palabra “crédito” viene del latín credere, es decir “creer”: si el deudor (en este caso el gobierno) pierde su credibilidad, los acreedores rehusarán concederle nuevos préstamos (o los concederán en condiciones muy duras) y le quitarán el tanque de oxígeno financiero que le permite respirar. El acrecentamiento de la deuda pública es un esquema tipo Ponzi que requiere, ya sea de un aumento de la población que asegure que las nuevas generaciones van a asumir la carga, o de un deus ex machina (quizá un milagro tecnológico o un descubrimiento mineral) que pueda impulsar el crecimiento económico.

Alrededor del mundo los gobiernos están enfrentando un difícil período de resaca luego de la borrachera de endeudamiento de los años previos, y deben decidir cómo reducir rápidamente sus déficits (a riesgo de socavar el crecimiento) y cómo distribuir el costo de hacerlo lo más equitativamente posible. Más temprano que tarde, Guatemala debe emprender ese mismo proceso, que en nuestro caso incluye discutir qué clase de Estado queremos, con qué recursos los vamos a pagar y con qué calidad se van a invertir tales recursos. Ojalá el liderazgo y la madurez política que se necesitan para ello no fueran recursos tan escasos en nuestro medio.

Comentarios de los Lectores
urbano santos 07-12-2010 01:41:43 horas
Lo irónico aquí es que al tiempo que se critica se da la razón, el gobierno no tiene la culpa del endeudamiento,ningún gobierno mandó los desastres naturales que son en su mayor parte la causa del endeudamiento, 30 años atrás la nación no estaba endeudada pero los gobiernos militares la endeudaron tan solo para mantenerse en el poder, en contra de la voluntad del pueblo, le quitaron el grano a la mazorca y no a parado de desgranarse y quién sabe hasta cuando.

luisfe uk 07-12-2010 01:52:01 horas
Creo que hay un gran costo de oportunidad de endeudarse por los intereses que se generan y no se pueden usar para inversión y que si uno puede pagar más, por ejemplo con impuestos directos (que si uno no gana no paga nada y quien gana más en volumen paga más). La carga tributaria debiera de elevarse no solo para cubrir el nivel de gasto actual sino asegurar que se tengan recursos suficientes para el país que queremos como bien dice objetivamente al final de su artículo.

Wenceslao Mendez 07-12-2010 06:12:20 horas
Hola, no menciona que la JM aprobó dicha emisión de bonos y quiero que sepa que lo leo todos los martes, quiero pedirle de favor que escriba sobre el esquema de las metas explicitas de inflación, gracias.

Rodrigo Ponce Chavarria 07-12-2010 08:34:17 horas
¿En qué lugar queda y cómo jugó su papel el delegado de la USAC ante la Junta Monetaria? Se llenan la boca de ser defensores de las causas nacionales y son los primeros que votan a favor de endeudar al país.

VIENTO 07-12-2010 09:48:18 horas
El problema es que utilizan el desastre natural como pretexto para endeudar más al país, pero ese dinero no llega a las comunidades sino al bolsillo de ladrones. Estos hombres solo hablan y no saben la realidad, los pueblos mayas no queremos más impuestos, porque nuestras calles, puentes y otros servicios básicos no son resueltos y lo peor del caso es que nuestra nación es considerado paraíso fiscal. Hay muchos compadres del gobierno a quienes no les cobra y la SAT solo persigue a los buenos.

Haroldo Tux 07-12-2010 10:18:42 horas
Es muy lamentable que los diputados del Congreso no aprueben las iniciativas o leyes que son de beneficio para Guatemala, el presupuesto para el 2011 es necesario pues no se puede seguir trabajando con un presupuesto de hace dos años, donde ni la población ni las necesidades son las mismas de ahora y no digamos las del otro año, si queremos seguridad, educación y salud, hay que tener dinero para invertir en eso.

Arnoldo Ponce 07-12-2010 10:26:53 horas
Yo creo que los bonos de reconstrucción son muy necesarios ya que las tormentas azotaron fuertemente al país, aparte de que hay gente que todavía no ha podido regresar a sus comunidades pues estas quedaron muy dañadas, también las carreteras del país quedaron muy destrozadas, todos queremos que esto se repare lo antes posible, pero si no hay dinero no se puede lograr.

Arturo Escobar 07-12-2010 10:31:44 horas
La deuda que se menciona en la nota es con Guatemala misma, es decir que Guatemala le debe a Guatemala, según lo que tiene el estado estimado en gastos, aunque me da coraje que no se haga la reforma fiscal pues los empresarios siguen sin pagar impuestos, cada día aparecen más empresas que no pagan impuestos y pues no es justo que Guatemala se endeude por esa razón, debemos cumplir con nuestras obligaciones.

Mario Sicán 07-12-2010 10:33:47 horas
El informe de la PNUD reveló que el estado de Guatemala está débil debido ha que no tiene dinero para invertir en el país, es por eso que debe hacerse la reforma fiscal, pues con esta pueden recaudarse más impuestos, ya basta de que solo la población obrera y trabajadora pague impuestos, los empresarios que se enriquecen deben pagar los impuestos que les corresponden, y así haya más dinero para invertir en el país.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTARIOS DE LOS LECTORES:

ENERGÍA ELÉCTRICA: SE ACABARON LAS VACAS GORDAS

URGEN MEDIDAS PARA EVITAR UN DÉFICIT DE SUMINISTRO   Durante años, el sistema eléctrico nacional tuvo un superávit de oferta; es decir, su c...