Resulta esencial y urgente incrementar la inversión en infraestructura a fin de evitar el espectro de la inestabilidad social
Hace algunos días el Banco Mundial publicó su primer
“ADN Económico de Guatemala (Análisis para el Diálogo Nacional)”. Este nuevo
documento de diagnóstico y análisis (otro más de la larga lista de estudios
similares disponibles para el caso guatemalteco) tiene la utilidad de
recordarnos tres de los temas clave para el desarrollo del país que tanto nos
empeñamos en olvidar. Primero, que a pesar de contar con una estabilidad
macroeconómica ejemplar, la economía nacional crece muy lentamente y ello
impide reducir los elevados indicadores de pobreza. Segundo, que la principal
razón estructural de ello es la baja productividad de los factores que
intervienen en el proceso (tierra, trabajo y capital). Y tercero, que en gran
medida la escasa productividad se debe al bajo nivel de inversión en capital
físico y humano.
El tema del bajo nivel de inversión se enfatiza a lo
largo del documento del Banco Mundial, donde se señala en general su escaso
dinamismo y, en particular y asociado al bajo crecimiento de la inversión, el
pobre desempeño del sector de la construcción en Guatemala.
En efecto, la actividad de construcción en nuestro
país en los últimos 13 años representa un porcentaje del PIB muy bajo (3.5%)
que contrasta con el de otros países (como Honduras con 6% o Panamá con 29%). Y
no sólo es un sector muy pequeño, sino que es uno de los menos dinámicos:
mientras que desde 2001 el PIB ha crecido en promedio a una (ya de por sí insatisfactoria)
tasa anual de 3.5%, el sector construcción lo ha hecho a una aún más raquítica
tasa que ni siquiera alcanza el 1% anual, tal como se aprecia en la tabla
siguiente, en la que también resulta evidente que el sector de la construcción
manifiesta una volatilidad mucho mayor que la del PIB.
PRODUCTO INTERNO
BRUTO
|
|||||
Período: 2001 - 2013
|
|||||
Millones de
quetzales constantes, a precios de 2001
|
|||||
Año
|
Valor Agregado
Construcción
|
Participación
Construcción/PIB
|
% crecimiento
Construcción
|
Producto Interno
Bruto
|
% crecimiento del
PIB
|
2001
|
5,797.6
|
3.9%
|
|
146,977.8
|
2.4%
|
2002
|
6,692.7
|
4.4%
|
15.4%
|
152,660.9
|
3.9%
|
2003
|
6,446.0
|
4.1%
|
-3.7%
|
156,524.5
|
2.5%
|
2004
|
5,870.9
|
3.6%
|
-8.9%
|
161,458.2
|
3.2%
|
2005
|
6,133.7
|
3.7%
|
4.5%
|
166,722.0
|
3.3%
|
2006
|
6,936.9
|
3.9%
|
13.1%
|
175,691.2
|
5.4%
|
2007
|
7,548.4
|
4.0%
|
8.8%
|
186,766.9
|
6.3%
|
2008
|
7,512.7
|
3.9%
|
-0.5%
|
192,894.9
|
3.3%
|
2009
|
6,704.2
|
3.5%
|
-10.8%
|
193,909.6
|
0.5%
|
2010
|
5,932.1
|
3.0%
|
-11.5%
|
199,473.8
|
2.9%
|
2011
|
6,074.0
|
2.9%
|
2.4%
|
207,776.0
|
4.2%
|
2012
|
6,120.8
|
2.9%
|
0.8%
|
213,946.6
|
3.0%
|
2013
|
6,223.5
|
2.8%
|
1.7%
|
221,837.9
|
3.7%
|
promedio 2001-2013
|
6,461.0
|
3.6%
|
0.9%
|
182,818.5
|
3.5%
|
FUENTE:
Banco de Guatemala
|
Al interior del sector, es la construcción pública la
que ha venido reduciendo consistentemente su participación desde hace más de
veinte años. Lo anterior resulta más evidente cuando se ven las cifras de la
inversión (o Formación Bruta de Capital Fijo, según las cuentas nacionales
oficiales), en las que la participación de la inversión pública dentro del
total de la inversión física nacional se ha venido reduciendo consistentemente
en los últimos años. En la década de los ochenta del siglo pasado la inversión
pública era más de la mitad del total; ya para 2002 la inversión pública sólo
representaba un 22% del total y, lo que es peor, ese porcentaje se continuó
reduciendo hasta un magro 10% en 2013 como se ve en la gráfica siguiente.
FUENTE:
Banco de Guatemala
Lo más preocupante es que esa cada vez menor
participación de la inversión pública dentro del total ocurre al mismo tiempo
que se produce una caída en la inversión total como porcentaje del PIB: en los
últimos doce años, la inversión total apenas ha crecido en promedio un 1.8%
anual, tal como se aprecia en el cuadro siguiente. Lo peor es que la inversión
pública, en el mismo periodo, ¡ha decrecido a una tasa promedio anual de -2.5%!
Todo ello pese a que varios estudios han identificado a la precaria infraestructura
física del país como uno de los principales obstáculos a su crecimiento.
También las calificadoras de riesgo apuntan su preocupación a los bajos
indicadores de desarrollo de nuestra infraestructura básica.
FORMACIÓN BRUTA DE CAPITAL FIJO
|
||||||
Período:
2001 - 2013
|
||||||
Millones de quetzales constantes a precios
de 2001
|
||||||
|
Participación FBKF en PIB
|
Variación interanual FBKF
|
||||
Año
|
Pública
|
Privada
|
TOTAL
|
Pública
|
Privada
|
TOTAL
|
2001
|
3.9%
|
14.4%
|
18.3%
|
|
|
|
2002
|
4.3%
|
15.0%
|
19.3%
|
12.6%
|
8.4%
|
9.3%
|
2003
|
3.5%
|
14.7%
|
18.2%
|
-16.2%
|
0.7%
|
-3.1%
|
2004
|
2.3%
|
15.2%
|
17.4%
|
-31.5%
|
6.5%
|
-1.2%
|
2005
|
2.4%
|
15.3%
|
17.6%
|
7.7%
|
3.7%
|
4.3%
|
2006
|
2.7%
|
16.8%
|
19.3%
|
16.2%
|
15.6%
|
15.7%
|
2007
|
3.1%
|
16.0%
|
19.1%
|
23.6%
|
1.6%
|
5.0%
|
2008
|
2.6%
|
14.8%
|
17.4%
|
-11.9%
|
-4.5%
|
-5.8%
|
2009
|
3.2%
|
11.7%
|
15.0%
|
22.9%
|
-20.8%
|
-13.1%
|
2010
|
2.6%
|
11.6%
|
14.3%
|
-15.9%
|
2.5%
|
-2.1%
|
2011
|
2.3%
|
12.5%
|
14.7%
|
-11.2%
|
12.0%
|
7.1%
|
2012
|
1.5%
|
13.5%
|
14.8%
|
-29.5%
|
10.9%
|
3.6%
|
2013
|
1.5%
|
13.2%
|
14.6%
|
2.8%
|
1.7%
|
1.9%
|
Promedio 2001-2013
|
2.8%
|
14.2%
|
16.9%
|
-2.5%
|
3.2%
|
1.8%
|
¿Por qué el país invierte tan poco cuando su progreso
social y su expansión económica dependen en gran medida del nivel de desarrollo
de su infraestructura? En parte porque el tamaño del Estado guatemalteco es
pequeño pero, más importante aún, porque los escasos recursos estatales no se
emplean con eficiencia y priorización. El gasto en infraestructura es uno de
los pocos rubros para cuyo financiamiento se justifica plenamente que el
gobierno se endeude: endeudarse para pagar salarios o para regalar cheques es
un despropósito financiero, pero hacerlo para construir infraestructura
duradera es una decisión sensata.
La ampliación y modernización de la infraestructura en
Guatemala requiere, empero, de un financiamiento sustancial y sostenible. Es
menester, entonces, pensar en formas innovadoras para mejorar la efectividad de
dicha inversión. Ello pasa por incentivar una mayor participación del sector
privado en la construcción de infraestructura pública. Un primer buen paso que
ya dimos en Guatemala es contar con el marco legal e institucional que regula
las alianzas público-privadas.
Pero hace falta más. A pesar del apetito que pueda
existir por parte de empresas internacionales especializadas en este tipo de
proyectos y el alto potencial de nuestro país, no existen suficientes proyectos
debidamente identificados y estructurados alrededor de los cuales pueda
organizarse un esfuerzo de financiamiento y ejecución de clase mundial. Por
ello es bienvenido el esfuerzo que se encuentra en marcha para activar una estructuradora
de proyectos que haga viables las inversiones en infraestructura.
Otro tema crucial es el de la mejora en la
transparencia y eficiencia de la inversión pública. Muchas de las últimas
grandes obras de infraestructura datan de finales de los años setenta del siglo
pasado, cuando el desgobierno de Lucas ejecutó varios proyectos con tal grado
de corrupción que dejó cicatrices que aún hoy causan escozor y provocan que
muchas empresas, a nivel nacional e internacional, permanezcan reacias a participar
en este tipo de inversiones. Para incentivar una mayor participación privada de
alta calidad en la ejecución de infraestructura pública, es menester fortalecer
las instituciones que aseguren transparencia y eficiencia en ese tipo de
inversiones, incluyendo una adecuada puesta al día del marco regulatorio de las
contrataciones.
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