sábado, 6 de abril de 2013

Ahora Nos Ganan Panamá y Nicaragua


Ambos países aplican políticas responsables para aprovechar los ingresos extraordinarios que están recibiendo. El "Triángulo Sur" --que también incluye a Costa Rica- avanza a una velocidad muy superior a la del deprimido "Triángulo Norte". 
Hace años era normal que la selección mayor de futbol le ganara la mayoría de las veces a la de Panamá, y que goleara siempre a la de Nicaragua. Hoy ya no es así. Panamá nos ha ganado siempre que nos hemos enfrentado en años recientes, y Nicaragua ya empezó a superarnos. Estas dos naciones beisboleras algo bueno deben estar haciendo, y no sólo en el futbol.
El en ámbito económico lo de Panamá es poco menos que espectacular. Su ritmo de crecimiento parece el de un tigre asiático, pues ha aumentado en más de 21% entre 2010 y 2012 (tres veces más que Guatemala, que lo hizo en 7% acumulado en esos dos años). La economía panameña atrae además un flujo de capitales externos, incluyendo abundante inversión productiva directa, que le permiten financiar cómodamente su déficit comercial externo, equivalente al 16% del PIB en 2012 (similar al 15% de Guatemala que, en contraste, se cubre en gran parte con remesas familiares). La inflación, por su parte, no supera el 5% -algo elevada para una economía dolarizada, cuando la inflación guatemalteca fue de sólo 3.5%-, y los ingresos fiscales de más de 18% del PIB le permiten tolerar un déficit fiscal de 3.8% del PIB en 2012 (el déficit fiscal de Guatemala de 2.5% del PIB es menor, pero menos sostenible debido a la baja carga tributaria de menos de 11% del PIB).
El éxito económico  y social de Panamá (que ha sabido convertir su pujanza en mejoras en el bienestar de la población) se debe a que cuenta con la enorme “mina de oro” que es el Canal de Panamá, pero también se debe (y esto es lo que hay que recalcar) a la notable eficiencia y gran responsabilidad con que han gestionado ese activo. Los gobiernos han respetado y fortalecido la autonomía de quien administra el Canal (a Autoridad del Canal de Panamá); además, han establecido leyes de responsabilidad fiscal para preservar la disciplina macroeconómica; han mantenido un clima de negocios favorable a la inversión extranjera y al desarrollo de los servicios financieros, y han invertido juiciosamente en salud y educación públicas.
Claro que no todo es miel sobre hojuelas. El potencial de crecimiento de Panamá está limitado por la escasez de mano de obra calificada y las presiones inflacionarias apuntan a un sobrecalentamiento de la economía; además, las tendencias autoritarias en el sistema político y la incipiencia de las instituciones democráticas ponen algún freno a las decisiones de inversión privada. Pero por encima de esas dificultades debe reconocerse cuán bien han manejado los panameños su mina de oro, demostrando que no sólo es importante para un país contar con un motor potente de desarrollo, sino que también lo es manejarlo con sabiduría. Como caso contrario, por ejemplo, podemos mencionar a Venezuela con su petróleo, que ha usado desordenadamente sus recursos, ha politizado y casi destruido sus instituciones (como PDVSA) y ha dilapidado sus ingresos regalándolos a otros “países aliados”.
Nicaragua es uno de esos países. Al igual que Panamá, los nicaragüenses también han administrado criteriosamente su “mina de oro”, que no es un canal interoceánico, sino los abundantes subsidios del gobierno bolivariano. Daniel Ortega está aplicando lo que Arturo Cruz del INCAE ha bautizado como “Populismo Responsable”, que combina el uso populista de los recursos extrapresupuestarios donados por Venezuela, con un manejo macroeconómico ortodoxo que sigue al pie de la letra las recetas dictadas por el FMI, todo ello en medio de un clima de excelentes relaciones con el sector empresarial e inversionista. La muerte de Hugo Chávez no tendría por qué cambiar esta situación en el corto plazo: Nicaragua ha aumentado su producción en 10% en los últimos dos años y, aunque el déficit externo es elevado, la inflación está bajo control y el déficit fiscal es muy bajo (incluso contabilizando el apoyo venezolano).
En el seminario sobre las economías centroamericanas que Consultores para el Desarrollo –COPADES- que se realizó hace unas semanas  en un hotel capitalino se vió, entre otros temas, que  dicho desempeño se mantendrá en 2013. Se vio también que el "Triángulo Sur" --que, además de Nicaragua y Panamá, incluye a Costa Rica- avanza a una  velocidad muy superior a la del deprimido "Triángulo Norte" --Guatemala, El Salvador y Honduras-, y que con o sin “minas de oro” como las de Panamá o Nicaragua, vale la pena rescatar la importancia que para el buen desempeño económico tiene un clima favorable a la inversión, un manejo macroeconómico responsable y el respeto a las instituciones.

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