viernes, 31 de diciembre de 2010

NUESTRAS NECESIDADES

La escasez es el fenómeno objeto de estudio de la Economía, a través de la cual sabemos que las necesidades humanas son infinitas y los medios para satisfacerlas, limitados. Por eso la Economía es tan lúgubre: la escasez estará siempre con nosotros. Resulta, pues, interesante, tratar de clasificar las necesidades en orden de importancia para, de esa manera, intentar aplicar de una manera racional los medios disponibles para satisfacerlas. El modelo de "jerarquía de las necesidades" de Maslow puede ayudarnos en el intento...

§ POLÍTICAS PÚBLICAS

NUESTRAS NECESIDADES
El progreso y bienestar de cualquier sociedad depende, en gran medida, de la productividad y motivación que tengan sus miembros para satisfacer sus necesidades. Entonces, es relevante para los encargados de las políticas públicas entender qué necesidades son las más importantes para los ciudadanos.

Abraham Maslow desarrolló en 1943 un modelo que explica que las necesidades más básicas deben ser satisfechas antes de que un individuo pueda aspirar a satisfacer otras necesidades más elevadas. Por ejemplo, un marimbista que esté muriéndose de hambre no podría inspirarse para interpretar el Ave Lira, igual que un operario que no ha tenido su coffee-break no podría sentirse tan productivo como su colega que sí lo tuvo.

El modelo de Maslow jerarquiza las necesidades humanas en cinco niveles. Cada individuo comienza en el nivel inferior de la jerarquía y tratará, primero, de satisfacer sus necesidades básicas de comida y techo. Una vez que estas necesidades fisiológicas se llenan, dejan de motivar al individuo y éste se traslada al siguiente nivel. En el segundo nivel las necesidades motivadoras tienen que ver con la seguridad física (contra la violencia o las inclemencias del tiempo) y con la seguridad económica (contra el desempleo o la pérdida de ingresos por enfermedad). De acuerdo con Maslow, si una persona siente que está en peligro no le prestará atención a la satisfacción de otras necesidades superiores.

Cuando la persona ha atendido sus necesidades fisiológicas y de seguridad, cobran relevancia las de mayor jerarquía, empezando por las necesidades sociales (tercer nivel) relacionadas con la interacción con otras personas y que incluyen la necesidad de cariño y pertenencia (comunicarse con la familia y amigos, o trabajar con colegas que te apoyan).

Satisfecho el sentido de pertenencia, surge la necesidad de sentirse importante; este cuarto nivel se refiere las necesidades –psicológicas como las del tercero pero más íntimas- que implican el deseo de reconocimiento y reflejan el hecho de que muchas personas buscan, internamente, fortalecer su auto-estima y, externamente, el respeto de los demás y el estatus social.

El último nivel en la jerarquía tiene que ver con la auto-realización y la imagen de sí mismo que cada individuo se hace al buscar su potencial como persona; incluye la necesidad de justicia, verdad, sabiduría y propósito de vida. A diferencia de las necesidades de nivel inferior, las del quinto nivel nunca están plenamente satisfechas pues, a medida que se crece, surgen nuevos retos para seguir creciendo. Según Maslow, sólo un pequeño porcentaje de la población alcanza este nivel.

Lamentablemente en Guatemala hay aún muchas personas que ni siquiera satisfacen adecuadamente el primer nivel de necesidades (véanse los elevados índices de desnutrición en varios bolsones del área rural), por lo que las demás pasan a un segundo plano: si las necesidades fisiológicas no son satisfechas el cuerpo humano y el social no pueden funcionar adecuadamente. Peor aún, si cabe, es la situación de las necesidades de seguridad: faltan vecindarios seguros, cobertura universal de seguridad social, empleos estables y protección contra los desastres naturales.

Sin embargo, aunque de acuerdo con Maslow es difícil satisfacer las necesidades superiores cuando las inferiores no han sido atendidas, los guatemaltecos parecen haber encontrado la manera de satisfacer las necesidades sociales (afecto y pertenencia) a través de la familia, los amigos y la pequeña comunidad. De cualquier forma, ante las evidentes carencias en los niveles inferiores, es muy probable que los dos niveles más altos de la jerarquía (auto-estima y auto-realización) sean muy difíciles de alcanzar para el chapín promedio.

Con todo lo anterior, resulta paradójico (aunque muy esperanzador) que los guatemaltecos continúan calificando como uno de los conglomerados más felices y satisfechos con la vida, según los resultados de la mayoría de encuestas recientes sobre esta materia. Este es un tema que bien vale la pena explorar pero, mientras tanto, vayan a usted, amable lector, mis mejores deseos porque este 2010 haya sido un año de progreso en su jerarquía de necesidades y que el próximo sea aún mejor.

Comentarios de los Lectores
JORGE MUÑOZ 28-12-2010 08:44:58 horas
En Guatemala para empezar no se respeta al ser humano como tal, aquí todos son vistos como objetos, algunos màs preciados que otros, pero objetos, son útiles hasta cierto punto y según mis conveniencias, el pez grande se come al chiquito, en fin, la ley de la vida.

Carlos en Urbana 28-12-2010 09:03:21 horas
Esa pregunta nace normalmente porque asumimos que los agentes de una sociedad actúan racionalmente. Sin embargo, últimamente me he preguntado si los agentes de la sociedad Guatemalteca actúan racionalmente.

JP 28-12-2010 10:11:23 horas
Excelente articulo, nos da una buena perspectiva de nuestra vida que no vemos comunmente. También me hizo pensar en Alvaro Colom al decir la ya trillada frase: "la violencia se combate con inteligencia", pobres los que le creyeron y ahora se dan cuenta que sus necesidades básicas de seguridad y justicia fueron solo un fiasco. Otra de nuestras necesidades básicas es tener un Gobierno que cumpla con su trabajo y nosotros SABER ELEGIR al político que menos "promesas ilusorias" haga.

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