domingo, 14 de noviembre de 2010

¡Tan Lejos que Está Finlandia!

Sería muy ingenuo pretender que Guatemala se parezca a Finlandia. Además, hace mucho frío allí. Pero ese país nórdico sí que sirve como ejemplo a seguir en lo que se refiere a combatir la corrupción, que es uno de los peores cánceres que está minando la salud de nuestra sociedad.

§ POLÍTICAS PÚBLICAS

¡TAN LEJOS QUE ESTÁ FINLANDIA!

Guatemala volvió a registrar una pésima calificación (3.2 puntos sobre 10 posibles) en el Índice de Precepción de Corrupción que anualmente publica Transparencia Internacional, organización que lucha contra la corrupción a nivel mundial. Según la definición de Transparencia Internacional, la corrupción se da cuando una persona (por lo general un funcionario público) abusa del poder que le ha sido delegado con el objeto de obtener beneficios privados (para sí o para otros); en ese sentido, se trata de una actividad dañina para todo aquel cuya vida, subsistencia o felicidad dependa de la integridad de quienes ejercen puestos de autoridad.

La corrupción es causa de pobreza y de inestabilidad social, por lo que no debe ser motivo de sorpresa que Guatemala califique mal y ocupe el puesto 91 de 178 países calificados mientras que, por ejemplo, Finlandia obtiene las mejores calificaciones en el referido índice.

El éxito finlandés en la lucha contra la corrupción se debe, claro está, a una combinación de factores, entre los que destaca la solidez de sus instituciones (educación universal, acceso a la información pública, servicio civil profesional, administración pública poco jerárquica, etcétera) y los valores sociales de total intolerancia al abuso de poder. Estos valores se expresan en ocho principios explícitos de observancia obligatoria.

Primero, cualquier compra que realice un ente público debe hacerse a precios de mercado e incluir ofertas de al menos tres proveedores, para poder elegir la más baja; además, no se admiten precios por encima de ciertos máximos pre establecidos. Segundo, transparencia total en las actuaciones: cualquier decisión tomada por un funcionario público en el ejercicio de su cargo (excepto las relacionadas con seguridad) puede ser conocida por el resto de ciudadanos; es ilegal negarse a proporcionar tal información cuando se solicita.

Tercero, transparencia total en las cuentas: los finlandeses tienen acceso a las declaraciones tributarias de todos sus conciudadanos contribuyentes, desde el menor de los asalariados, hasta el presidente de Nokia, pasando por el futbolista más famoso o cada uno de los vecinos de Helsinki. Cuarto, no hay alcaldes que ejecuten obra pública: la autoridad del municipio es el Concejo (electo en las urnas), quien contrata a un “gerente de la ciudad”, que es un funcionario público profesional sujeto a la autoridad del Concejo (y, por ende, de los votantes).

Quinto, gestión pública profesional: la gran mayoría de los secretarios de Estado son funcionarios de carrera que alcanzan el puesto mediante pruebas objetivas, y no mediante una designación político-partidista. Sexto, estructura de poder colegiada: en Finlandia se promueve la toma de decisiones mediante el debate y el consenso; tal como la máxima autoridad municipal es el Concejo, así el Consejo de ministros tiene mayor poder decisorio que el propio Presidente de la República.

Séptimo, acceso libre al poder: los puestos de alto rango de la administración pública, incluyendo los ministerios finlandeses, son cubiertos por funcionarios públicos cuya carrera (siguiendo un baremo meritocrático) está abierta a todos los ciudadanos. Y octavo, proporcionalidad en el castigo: la cuantía de las multas por violar las normas suele ser proporcional a los ingresos del infractor (individuos o empresas). Por ejemplo, hace unos años un alto ejecutivo de Nokia fue condenado por una infracción de tránsito (por exceso de velocidad) y se le impuso una multa por el equivalente a 104 mil dólares, proporcional a sus ingresos.

En Guatemala, evidentemente, estamos muy lejos de respetar estándares tan claros como los finlandeses, pero lo más grave de nuestra situación es, quizá, la falta de conciencia sobre cuán nociva es la corrupción para el país. Es trágico que la apología de la picardía y la búsqueda del dinero fácil se hayan instalado como prácticas comunes a todo nivel de nuestra sociedad. Así, a los guatemaltecos nos cuesta cada día más reconocer que la corrupción es una grave amenaza para el buen funcionamiento del gobierno, para la eficiencia de la actividad comercial, para el proceso democrático y para el desarrollo económico sostenible. Si no cambiamos esto, Finlandia estará cada vez más lejos.

COMENTARIOS DE LOS LECTORES
luisfe uk 09-11-2010 06:09:43 horas
Según me contaron un ministro de Chile explicaba porque ellos tenían baja corrupción y era por que los chilenos así eran y bueno muchos guatemaltecos no lo son, tanto peca como el que da como el que recibe. Tambien en una conferencia comentaban que el nivel de calidad de vida puede incidir en la corrupción ya que entre mejor sea menor sera esta y son elementos que como menciona son importantes. Tenemos que invertir más en Guatemala y exigir más transparencia y los partidos políticos son clave.

Julia Castillo 09-11-2010 07:40:29 horas
Considero que Guatemala no es Finlandia, y esta de más compararlos, son dos países totalmente diferentes, en condiciones económicas y geográficas, por esto es que es casi un absurdo pretender que en algún momento nosotros seamos Finlandia. Pero quiénes son afines a ganar dinero de la manera más fácil, son los mismos ricos que ambicionan tanto, que cuando ya tienen más de lo necesario quieren más, por esta razón es que muchas veces no entendemos el porque de tanta riqueza en las mismas manos.

Miguel Asturias 09-11-2010 08:37:26 horas
Claro está, que la corrupción es un mal social que se ha ido deformando las correctas relaciones entre los individuos y las instituciones; que al final de cuentas (como dice el Señor García) crea pobreza e inestabilidad social. Pobreza porque no crea condiciones necesarias de inversión de desarrollo en las comunidades. Y la inestabilidad social provocada por la pobreza, en donde se pierden las correctas estructuras funcionales.

Fernando Ortíz 09-11-2010 08:44:40 horas
Estoy completamente consciente que no se deben de acabar con la corrupción existente y que tiene muchas formas. Pero en el caso guatemalteco, mucho se habla de corrupción, pero es una mera “percepción” de los medios y que nos han inculcado a todos y que tendemos a reproducir. Pero ¿acaso hay datos que sustenten estos argumentos? No hay que dejarse llevar por una mera percepción que no demuestra realmente la realidad nacional.

Alan Lopez 09-11-2010 08:55:02 horas
La corrupción de los guatemaltecos y toda Latinoamérica es genética. Es el gen español = conquistar, destruir, robar, esclavizar y luego huir. Del río grande para abajo todo es lo mismo. Debiéramos ser un solo país y llamarnos: Estados Unidos Corruptos de Latinoamérica. Siendo México nuestro máximo representante y Guatemala una copia chiquita. Nada nuevo. Nadie tiene miedo a la justicia en Guatemala. Todos abusan parejo, desde el presidente hasta el policía. Cuídense compatriotas.

Arturo Pirir 09-11-2010 09:07:27 horas
Es muy triste saber y darse cuenta de toda la corrupción que hay en Guatemala, pienso que luchar contra la misma es tarea de todos y todas, se supone que el pueblo tiene la autoridad de elegir a sus autoridades, no es justo que unos pocos estanquen el progreso de todos, ya basta de tantos desgraciados vende patrias por eso yo digo que ese señor Arzú, ni siquiera debería vivir en este país.

Sebastian Herrera 09-11-2010 09:21:04 horas
Tan injusta es la corrupción con el pueblo ya que nos estanca en este hoyo en que ahora nos encontramos, siento que habría que hacer muchas reformas para comenzar a luchar contra la corrupción que esta muy crecida, la corrupción es la razón por la cual las personas ya no creen en los gobiernos pues se sabe que es corrupto mucho antes de que este lo sea, yo creo en este gobierno solidario que ayuda a los pobres y hasta el momento no se le ha demostrado ningún acto de corrupción.

Alejandro Locon 09-11-2010 09:29:33 horas
Currupción responsable de la desgracia del país, pero no solo los funcionarios públicos o las autoridades son corruptas, actualmente me he dado cuenta que los medios de información también son unos corruptos, pienso que en la nota deberían también comentarse esto. En general todos somos corruptos o lo hemos sido alguna vez, es importante que todos dejemos de ser corruptos, que fácil es solo criticar y hablar, pero el cambio comienza por mí.

Fernanda del Valle 09-11-2010 09:52:25 horas
Nosotros, tenemos el poder de cambiar muchas cosas en Guatemala. Cuando pensamos que probar un nuevo candidato es una solución no estamos viendo avances en materia de corrupción. La corrupción en Guatemala es promovida porque siempre designamos a los mismos para que nos gobiernen, y cuando finalmente están en el poder, actúan solo por beneficio propio, y la derecha nunca va a cambiar. No podemos pensar en Guatemala con un nivel de desarrollo como Finlandia, no es lo mismo, no es igual.

eduardo quiñónez 09-11-2010 10:31:34 horas
Y el éxito de la educación en Finlandia, aparte de ser gratis, dice el ministro de esa cartera en ese país, es que los maestros tienen un buen salario y sobre todo reciben un gran respeto por parte de la sociedad finlandés. En Guatemala podría cada uno de nosotros, empezar respetando y apoyando al profesor/a de nuestros hijos.

Mario Fajardo 09-11-2010 15:27:57 horas
Lastimosamente en nuestra nación cada quien busca su propia satisfacción, olvidando que lo principal es que el país desarrolle y alcance un nivel de vida mejor. Lamentablemente la corrupción es algo que atasca al país, no lo deja crecer, impide que muchos tengan desarrollo, y esto es lo que mejor saben hacer los ricos los que se dicen financiar al país, piden resultados pero no dan estrategias que beneficien a todos, sino son estrategias que solo los benefician a ellos.

Marco Antonio Villeda Sosa 09-11-2010 21:12:44 horas
Hablar de una nacion como Finlandia es mucho mejor que Guatemala en muchos aspectos aunque lo mejor es que no tienen funcionarios corruptos en su gobierno algo que no es aceptado por el pueblo finlandés, lo que se tiene que hacer es tener una nación sin secretos financieros o bancarios algo que ya se está haciendo en países nórdicos de Europa, es lo que tendríamos que hacer en Guatemala algo difícil en una partidocracia corrupta, aunque es lo que tendriamos que hacer.

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