miércoles, 31 de marzo de 2010

Con la Calzoneta Puesta

Como le sucederá a más de algún vacacionista esta Semana Santa, muchos bancos y gobiernos alrededor del mundo vieron cómo la violenta ola de la crisis financiera internacional les arrebataba la calzoneta, dejándolos expuestos a las miradas del resto del mundo. En retorspectiva, los países que mejor soportaron los embates de la crisis fueron aquellos que se prepararon, que fueron disciplinados y previsores. Los que peor la están pasando son los que aplicaron políticas populistas o que nunca reconocieron la necesidad de ser precavidos. Guatemala, afortunadamente, se cuenta entre el primer grupo de países. Al menos por el momento...

Políticas Públicas
CON LA CALZONETA PUESTA
Hace algunos años, el multimillonario y ocurrente banquero estadounidense Warren Buffett dijo que “es solamente cuando la marea se retira que se hace evidente quién estaba nadando sin calzoneta”. La crisis económica mundial de 2008-2009 fue, precisamente, un momento en que la marea se retiró abrupta y fuertemente de los mercados financieros internacionales, poniendo en evidencia a quienes nadaban desnudos. Los que quedaron exponiendo sus indecencias no fueron solamente los bancos de los países industrializados y sus temerarias prácticas crediticias, sino también muchos gobiernos irresponsables que no quisieron reconocer la conveniencia de ser precavidos.
Gobiernos como el de Hugo Chávez en Venezuela, o el de los Kirchner en Argentina, que despreciaron las virtudes de una sana disciplina fiscal, la conveniencia de tener un colchón de reservas monetarias internacionales, las ventajas de un tipo de cambio flexible, y los beneficios de un mercado que refleje las condiciones de la oferta y la demanda son quienes no supieron enfrentar los embates de la crisis y muestran peores perspectivas de recuperación. En efecto, Venezuela es el único del Hemisferio que sufrirá una recesión en 2010 que, sumada a la caída de 2009, representa una reducción cercana al 10% de su ingreso per cápita, es decir, un drástico empobrecimiento de la población agravado por la alta inflación imperante.
En contraste, países como Brasil, Chile, Colombia o Perú, que fueron criticados por los bolivarianos del Siglo XXI por aplicar políticas y reformas económicas catalogadas como “neoliberales” son los que van a tener un desempeño positivo después de la crisis, sin retrocesos en su PIB per cápita y con inflaciones bajas. Resulta evidente que los que estaban nadando sin calzoneta eran Argentina y Venezuela que, mientras estuvo alta la marea de precios del petróleo y de flujos financieros, lograron esconder sus vergüenzas económicas, las cuales han quedado expuestas al bajar la marea, razón por la cual estos países no cuentan con la confianza del mercado financiero internacional y enfrentarán dificultades para financiar su crecimiento económico.
Es importante hacer hincapié en que las economías que mejor capearon la crisis de 2008 y 2009, y que más rápidamente ha emprendido la senda de la recuperación, son aquellas que aplicaron oportunamente reformas económicas e institucionales, se abrieron a la inversión y a la competencia, y aplicaron rigor en el manejo de sus variables fiscales y monetarias. Conviene hacer notar que el signo ideológico de los gobiernos de esos países iba desde conservadurismo uribista en Colombia, hasta la socialdemocracia laboral de Lula en Brasil. En cambio, las políticas “bolivarianas” de nacionalización de empresas, introducción de controles de cambio, intervención en el mercado de divisas, limitaciones sobre precios que destruyen la producción agropecuaria, y muy escasa inversión en infraestructura han llevado a sus países al borde (otra vez) del colapso económico.En Guatemala, afortunadamente, se ha mantenido en los últimos años una tradición de prudencia en el manejo macroeconómico, independientemente del signo ideológico del gobierno de turno, lo cual es un activo del país que es digno de reconocer y preservar. La estabilidad de precios, el mantenimiento de un nivel adecuado de reservas monetarias internacionales, el control del déficit fiscal y la moderación en el endeudamiento público son todos factores que nos permitieron afrontar la crisis internacional con la calzoneta puesta. Claro está que lo anterior no es suficiente (aunque sí necesario) para acelerar el crecimiento económico y disminuir los vergonzosos niveles de pobreza del país, pero al menos (y a diferencia de muchos países del Hemisferio) la inflación y la deuda externa no son para Guatemala motivo de angustia (al menos por el momento). Deberíamos aprovechar como sociedad esa gran ventaja para discutir de manera serena, objetiva y prospectiva las grandes reformas (incluyendo la fiscal) que son necesarias para el progreso sostenido de nuestro desarrollo.

Comentarios de los Lectores

Juan 30-03-2010 11:07:32 horas
Estimado Mario, lo invito a preguntarse y a iluminarnos con su respuesta, qué políticas publicas deberían implementarse para producir un crecimiento económico que reduzca los niveles de pobreza y mejore los indicadores sociales en el país. La estabilidad macro seguro es un activo, pero como usted bien escribe, es una condición necesaria, mas no suficiente para crecer. Me parece que estamos en agua tibia, en un mal equilibrio, ¿cómo salimos de allí? ojalá no haga falta poner a hervir el agua.

Antonio Morales 30-03-2010 12:25:19 horas
Está bien, pero ¿realmente el Gobierno quiere un diálogo “sereno, objetivo y prospectivo” cuando lo único que le interesa es la candidatura de doña Sandra? ¿realmente al CACIF le importa “el progreso sostenido de nuestro desarrollo” cuando históricamente sólo ha velado por mantener los privilegios de corto plazo? El país se desmorona y los políticos y empresarios no se dan ni cuenta (ni parece importarles).

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