viernes, 19 de septiembre de 2014

¿Tiene Futuro la Moneda Virtual?

Hasta ahora los usuarios del bitcoin están contenidos a un grupo relativamente pequeño y selecto

Hace unos días se publicó una noticia con declaraciones de Jon Matonis (un impulsor del uso de monedas electrónicas en el mundo) quien, a nombre de la Fundación Bitcoin, aseguraba que “América Latina es el gran mercado al que apunta la moneda virtual bitcoin", noticia que atrajo de nuevo la atención sobre esta moneda digital inventada en 2009 por  Stoshi Nakamoto (un misterioso hacker que no se sabe si es una persona o un grupo de personas). Como una criatura informática el Bitcoin es, en esencia, una moneda fiduciaria pues posee valor solamente si existen usuarios que la acepten.
Los bitcoins pueden ser emitidos, no por una autoridad central, sino por cualquiera capaz de resolver –utilizando una potente computadora personal- problemas matemáticos extremadamente complejos que son diseñados y actualizados por el propio sistema informático de redes. Tales problemas se vuelven automáticamente cada vez más difíciles, de manera que la oferta de bitcoins no pueda crecer demasiado rápidamente (como el patrón oro, entonces, el diseño del bitcoin es deflacionario).
Para evaluar el desempeño del bitcoin hay que ver si cumple las tres características básicas de una moneda: servir como unidad de cuenta, medio de pago y depósito de valor. Como medio de pago, los bitcoins están siendo aceptados por un creciente número de minoristas en línea, y han proliferado los sitios virtuales donde se facilita su canje por monedas convencionales. Las transacciones en Bitcoin son menos costosas que, por ejemplo, las compras con tarjeta de crédito y, al contrario de éstas, no pueden ser revertidas, lo cual las hace atractivas para (y facilitadoras de) el comercio en internet.
Como medio de pago, sin embargo, los bitcoins no ha sido tan efectivos debido a que su valor (medido en dólares) ha fluctuado ampliamente y de forma abrupta. Y como unidad de cuenta no ha funcionado, pues no existe un marco de referencia de precios (en salarios o precios de insumos) en bitcoins (independiente del tipo de cambio dólar-bitcoin). De manera que el uso del bitcoin no se generalizará mientras que el software requerido para usarlo siga siendo tan complejo y mientras su valor siga siendo tan volátil como ahora.
Hasta ahora las transacciones en Bitcoins son bastante anónimas, lo que aunado a su facilidad de uso las hace atractivas para la canalización de dinero criminal o para la compra de drogas ilícitas en línea, razones por las cuales las autoridades regulatorias estadounidenses ya están amenazando con querer limitar su uso (no sólo en Estados Unidos).
Además, los bitcoins no son tan seguros: los hackers pueden robarlos de los monederos virtuales de sus usuarios, tal como ocurrió con MtGox, el principal operador de bitcoins en Japón que a principios de año tuvo que acogerse a la ley de quiebras tras sufrir un robo por US$500 millones.
Aún si el bitcoin lograra afianzarse, nada impide que pueda caer víctimas de su propio éxito ya que, en la medida en que más usuarios se suman a la red que lo genera, la cantidad de datos que debe circular entre ellos para validar su asignación crece, lo cual hace que el sistema se vuelva lento. Eso ha ocasionado que empiecen a surgir otras monedas digitales como Litecoin o Ripple, que ofrecen ser más amigables para el usuario no experto en informática (que amenazan con desplazar al pionero bitcoin, tal como antes ocurrió con otros difuntos emprendimientos en internet como Napster o MySpace).
Hasta ahora, los usuarios del bitcoin están contenidos a un grupo (relativamente pequeño y selecto) de frikis informáticos, libertarios y usuarios-vendedores de drogas ilícitas. Pero esta realidad de hoy no tiene por qué seguir siendo igual, especialmente si el sistema financiero internacional no recupera la estabilidad y credibilidad perdidas en la crisis de hace seis años y no surge otra alternativa.
En tal caso el bitcoin –o la(s) moneda(s) virtual(es) que lo sucedan cuando aquél desaparezca- podrá florecer en el futuro y cambiar el panorama del sistema financiero internacional si supera dos restricciones: ganar una masa crítica de usuarios que le dé estabilidad, y lograr que los estados acepten el pago de impuestos con bitcoins. Para empezar, Dominica (y sus 70 mil habitantes en medio del Caribe) la adoptará como moneda oficial en marzo de 2015.

ENERGÍA ELÉCTRICA: SE ACABARON LAS VACAS GORDAS

URGEN MEDIDAS PARA EVITAR UN DÉFICIT DE SUMINISTRO   Durante años, el sistema eléctrico nacional tuvo un superávit de oferta; es decir, su c...