viernes, 31 de diciembre de 2010

NUESTRAS NECESIDADES

La escasez es el fenómeno objeto de estudio de la Economía, a través de la cual sabemos que las necesidades humanas son infinitas y los medios para satisfacerlas, limitados. Por eso la Economía es tan lúgubre: la escasez estará siempre con nosotros. Resulta, pues, interesante, tratar de clasificar las necesidades en orden de importancia para, de esa manera, intentar aplicar de una manera racional los medios disponibles para satisfacerlas. El modelo de "jerarquía de las necesidades" de Maslow puede ayudarnos en el intento...

§ POLÍTICAS PÚBLICAS

NUESTRAS NECESIDADES
El progreso y bienestar de cualquier sociedad depende, en gran medida, de la productividad y motivación que tengan sus miembros para satisfacer sus necesidades. Entonces, es relevante para los encargados de las políticas públicas entender qué necesidades son las más importantes para los ciudadanos.

Abraham Maslow desarrolló en 1943 un modelo que explica que las necesidades más básicas deben ser satisfechas antes de que un individuo pueda aspirar a satisfacer otras necesidades más elevadas. Por ejemplo, un marimbista que esté muriéndose de hambre no podría inspirarse para interpretar el Ave Lira, igual que un operario que no ha tenido su coffee-break no podría sentirse tan productivo como su colega que sí lo tuvo.

El modelo de Maslow jerarquiza las necesidades humanas en cinco niveles. Cada individuo comienza en el nivel inferior de la jerarquía y tratará, primero, de satisfacer sus necesidades básicas de comida y techo. Una vez que estas necesidades fisiológicas se llenan, dejan de motivar al individuo y éste se traslada al siguiente nivel. En el segundo nivel las necesidades motivadoras tienen que ver con la seguridad física (contra la violencia o las inclemencias del tiempo) y con la seguridad económica (contra el desempleo o la pérdida de ingresos por enfermedad). De acuerdo con Maslow, si una persona siente que está en peligro no le prestará atención a la satisfacción de otras necesidades superiores.

Cuando la persona ha atendido sus necesidades fisiológicas y de seguridad, cobran relevancia las de mayor jerarquía, empezando por las necesidades sociales (tercer nivel) relacionadas con la interacción con otras personas y que incluyen la necesidad de cariño y pertenencia (comunicarse con la familia y amigos, o trabajar con colegas que te apoyan).

Satisfecho el sentido de pertenencia, surge la necesidad de sentirse importante; este cuarto nivel se refiere las necesidades –psicológicas como las del tercero pero más íntimas- que implican el deseo de reconocimiento y reflejan el hecho de que muchas personas buscan, internamente, fortalecer su auto-estima y, externamente, el respeto de los demás y el estatus social.

El último nivel en la jerarquía tiene que ver con la auto-realización y la imagen de sí mismo que cada individuo se hace al buscar su potencial como persona; incluye la necesidad de justicia, verdad, sabiduría y propósito de vida. A diferencia de las necesidades de nivel inferior, las del quinto nivel nunca están plenamente satisfechas pues, a medida que se crece, surgen nuevos retos para seguir creciendo. Según Maslow, sólo un pequeño porcentaje de la población alcanza este nivel.

Lamentablemente en Guatemala hay aún muchas personas que ni siquiera satisfacen adecuadamente el primer nivel de necesidades (véanse los elevados índices de desnutrición en varios bolsones del área rural), por lo que las demás pasan a un segundo plano: si las necesidades fisiológicas no son satisfechas el cuerpo humano y el social no pueden funcionar adecuadamente. Peor aún, si cabe, es la situación de las necesidades de seguridad: faltan vecindarios seguros, cobertura universal de seguridad social, empleos estables y protección contra los desastres naturales.

Sin embargo, aunque de acuerdo con Maslow es difícil satisfacer las necesidades superiores cuando las inferiores no han sido atendidas, los guatemaltecos parecen haber encontrado la manera de satisfacer las necesidades sociales (afecto y pertenencia) a través de la familia, los amigos y la pequeña comunidad. De cualquier forma, ante las evidentes carencias en los niveles inferiores, es muy probable que los dos niveles más altos de la jerarquía (auto-estima y auto-realización) sean muy difíciles de alcanzar para el chapín promedio.

Con todo lo anterior, resulta paradójico (aunque muy esperanzador) que los guatemaltecos continúan calificando como uno de los conglomerados más felices y satisfechos con la vida, según los resultados de la mayoría de encuestas recientes sobre esta materia. Este es un tema que bien vale la pena explorar pero, mientras tanto, vayan a usted, amable lector, mis mejores deseos porque este 2010 haya sido un año de progreso en su jerarquía de necesidades y que el próximo sea aún mejor.

Comentarios de los Lectores
JORGE MUÑOZ 28-12-2010 08:44:58 horas
En Guatemala para empezar no se respeta al ser humano como tal, aquí todos son vistos como objetos, algunos màs preciados que otros, pero objetos, son útiles hasta cierto punto y según mis conveniencias, el pez grande se come al chiquito, en fin, la ley de la vida.

Carlos en Urbana 28-12-2010 09:03:21 horas
Esa pregunta nace normalmente porque asumimos que los agentes de una sociedad actúan racionalmente. Sin embargo, últimamente me he preguntado si los agentes de la sociedad Guatemalteca actúan racionalmente.

JP 28-12-2010 10:11:23 horas
Excelente articulo, nos da una buena perspectiva de nuestra vida que no vemos comunmente. También me hizo pensar en Alvaro Colom al decir la ya trillada frase: "la violencia se combate con inteligencia", pobres los que le creyeron y ahora se dan cuenta que sus necesidades básicas de seguridad y justicia fueron solo un fiasco. Otra de nuestras necesidades básicas es tener un Gobierno que cumpla con su trabajo y nosotros SABER ELEGIR al político que menos "promesas ilusorias" haga.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Navidad y la Economía Nacional

Cada vez es un lugar más común decir que "la Navidad se ha comercializado" y que "se ha perdido el espíritu de la Navidad". Creo que lo que ha pasado es que la celebración de la Navidad ha evolucionado y, aunque efectivamente se ha tornado en una excusa para un febril movimiento comercial, vale la pena (al estilo de lo judokas) aprovechar esta fuerza evolutiva en beneficio de nuestra sociedad y de nuestro país. Por un lado, las cambiantes costumbres y tradiciones implican una inyección de dinamismo a nuestra alicaída economía, así que ¡bienvenida sea la época de compras, convivios, adornos y celebraciones!. Por otro lado, los inexplicables, pero innegables, sentimientos de solidaridad y dadivosidad que esta celebración despierta en muchos corazones, pueden ser usados para inculcar comportamientos más permanentes de nobleza, honradez y generosidad. Recordemos que la Navidad no es sólo conmemorar que Jesús nació, sino un acto de conciencia de que Cristo está siempre con nosotros. ¡Un abrazo a todos!

§ POLÍTICAS PÚBLICAS

NAVIDAD Y LA ECONOMÍA NACIONAL

La época navideña representa, por lo general, el mayor estímulo anual para la actividad económica nacional. Las ventas al por menor aumentan drásticamente (en comparación al resto del año) y los comercios ofrecen novedades y gangas, al tiempo que los consumidores compran regalos, adornos y suministros de temporada. La febril actividad comercial culmina el día 24, para dar lugar al día de Navidad, quizá el de menor actividad productiva de todo el año.

Además del comercio, las fiestas navideñas generan actividades extraordinarias en el área de la cultura y las artes, en la publicidad, así como en forma de fiestas populares, vecinales y familiares, todo lo cual genera a su derredor un aumento adicional del consumo y de la actividad económica. Así que, inequívocamente, la Navidad tiene un impacto positivo sobre la economía nacional.

El efecto económico positivo de las pascuas decembrinas refleja en gran medida el espíritu dadivoso que contagia en estos días a la mayoría de las personas, independientemente de sus creencias religiosas. Muchos cristianos y anti-consumistas, empero, condenan la comercialización de ese espíritu generoso y acusan a los comerciantes de privilegiar codiciosamente su negocio a expensas de los valores más importantes de la Navidad.

Sin embargo, la inclinación de cada individuo para dar regalos no necesariamente está vinculada a la supuesta manipulación publicitaria, sino que se explica por razones altruistas, sentimentales, estratégicas, impulsivas o tradicionales. Además, claro está, existe placer en dar: estudios científicos han encontrado que la generosidad puede activar los centros cerebrales del placer y que las personas dadivosas son más felices, más saludables y se sienten más exitosas en la vida.

Si bien es cierto que el altruismo parece ser algo innato, y que investigadores, médicos y pacientes coinciden en que el acto de dar o ayudar ofrece profundos beneficios psicológicos, también lo es que en Navidad dicho instinto parece potenciarse en los países de tradición cristiana, como el nuestro. No es casual que en muchas sociedades se haya comprobado empíricamente que las personas religiosas tienden a ser más generosas con el prójimo.

De manera que el impacto de estas fiestas puede ir más allá de un simple estímulo temporal a la actividad económica. Los estudios del economista Robert Barro revelaron hace algunos años que los altos niveles de religiosidad de una sociedad pueden estimular el crecimiento económico, pues las creencias religiosas (especialmente aquellas que, como el cristianismo, prometen recompensar el buen comportamiento y castigar el malo) pueden fomentar ciertos comportamientos –como la prudencia financiera, el trabajo duro, la honestidad y la confianza en los demás- que aumentan la productividad.

Las creencias de la gente influyen sobre sus decisiones prácticas en la vida cotidiana, incluyendo las económicas, y la religión parece influir en la salud física y mental de la comunidad. A pesar de la tradición freudiana (nunca comprobada empíricamente) que acusa a la religión de causar neurosis, prejuicios y autoritarismo, los estudios empíricos han encontrado en muchas sociedades que las prácticas religiosas están relacionadas con una mejor salud mental, un menor estrés y una mayor satisfacción con la vida.

Las celebraciones navideñas pueden ser, entonces, una buena excusa no sólo para estimular la actividad económica, sino que también para fomentar los valores éticos que pueden favorecer decisivamente el desarrollo económico y social del país. Cuando Vernon Smith, pionero de la economía experimental, aceptó el Nobel de Economía en 2002, hizo referencia a algunos de tales valores: los Mandamientos contra el robo y contra la codicia de las posesiones del prójimo dan los fundamentos del derecho de propiedad para los mercados; y los preceptos contra el asesinato, el adulterio y el falso testimonio sientan las bases para un intercambio social eficiente y civilizado.

Son precisamente esos valores, que innegablemente tienen un impacto positivo sobre nuestra economía y nuestra sociedad, los que proclamó como parte de la buena nueva aquel Hijo del Hombre cuyo nacimiento conmemoramos estos días.

COMENTARIOS DE LOS LECTORES
d
Antonio Morales 21-12-2010 07:51:27 horas
Estoy de acuerdo con que la navidad es positiva en términos de actividad económica y que puede aprovecharse para inculcar valores religiosos que apoyen un buen desempeño social. Sin embargo, esto es cierto sólo para la parte de la población que no está en situación de pobreza, que es la minoría de los guatemaltecos. Para la mayoría, que son los pobres, la navidad no es más que un espejismo, una obra de teatro en la que ellos no juegan ningún papel.

JORGE MUÑOZ 21-12-2010 08:54:19 horas
Una cultura de compartir sería buena dando no lo que le sobra, sino de lo que usted realmente tiene, en Guatemala más del 80% es totalmente pobre y si todos compartiéramos por lo menos un pan, un tamal y una taza de café en las áreas marginales rurales de nuestro país, pondríamos hacer una cultura de Amor al prójimo, quien se apunte para llevar comida y juguetes a los niños del occidente con migo escríbame nos ponemos de acuerdo mi correo es edificaedifica@gmail.com

Marta Sambrano 21-12-2010 09:49:17 horas
Yo creo que ya no se necesita de publicidad para que la gente compre hasta lo que no necesita, eso ha sido una imposición que se ha ido incrustando cada vez mas en la sociedad. Es mas que sabido que si los precios son altos para estas fechas suben al doble, es obvio que los comercios generan ganancias extras en esta temporada, valiéndose de esos valores de la navidad.

Daniel Guzman 21-12-2010 09:50:37 horas
Lo que sucede es muchos de los economistas que alaban el libre comercio se han dado cuenta que este tipo de festividades pueden alcanzar ventas incomparables, pues han envuelto a las personas haciéndoles creen que un regalo es sinónimo de demostraciones de cariño, sino las tarjetas de crédito no gastarían millones en sus anuncios de lo que no tiene precio y de lo que se puede comprar con dinero plástico.

Lady Flores 21-12-2010 09:52:03 horas
Depende quién vea que la navidad pueda ser una escusa para estimular la economía, ¿la economía de quién? Ya han incrustado en la sociedad que la navidad es igual que comprar mucho y entonces ¿qué economía es la que se estimula? ¿La del pobre consumista o la del empresario que se ha valido de la época para incrementar su economía?

Byron Zuñiga 21-12-2010 09:55:00 horas
Será que la influencia que viene desde las culturas extranjeras no influye en la economía de la gente? Si vemos bien los mayores consumistas son los adolescentes y la juventud, parece que encontraron tierra fértil en estas generaciones. Muchos estudios podrán haber que demuestren que el altruismo es beneficioso, pero que tan beneficioso puede ser gastarse lo que no se tiene para estar dentro de cierto nivel.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Responsabilidad Fiscal

Benjamín Franklin dijo que en el mundo la única certeza que existe es que habremos de morir y de pagar impuestos (en Guatemala, otra certeza es que la final de fútbol será siempre entre rojos y cremas). Y el tema de los impuestos parece estar, por enésima vez, en la agenda del Congreso para 2011. Es muy probable que, como de costumbre, el debate se convierta en un círculo vicioso de argumentos que requerirá de algún elemento externo que ayude a llegar a algún consenso. Uno de esos elementos podría ser la discusión, en paralelo, de una ley de responsabilidad fiscal como la que se ha emitido en otros países (un ejemplo exitoso es el de Brasil) para asegurar que los recursos tributarios se utilizan de manera eficiente.

§ POLÍTICAS PÚBLICAS

RESPONSABILIDAD FISCAL

En el Congreso de la República se está hablando, otra vez, de un paquete de reformas tendiente a aumentar los ingresos tributarios. La llamada Ley Antievasión II es un nuevo intento por mejorar los magros recursos financieros del Estado aunque, a diferencia de esfuerzos precedentes, esta vez se piensa aprobar en medio del fragor de la batalla política del año electoral.

Las razones para buscar aumentar la recaudación de impuestos han sido esgrimidas y repetidas no sólo por el actual gobierno, sino por cada uno de los gobiernos de esta época democrática sin importar su signo político: la necesidad de invertir en infraestructura para impulsar la productividad del país; la importancia de elevar la calidad de la educación y la salud públicas para mejorar las condiciones de vida de los guatemaltecos; o, la urgencia de asegurar estándares alimentarios mínimos que permitan superar los vergonzosos indicadores de desnutrición infantil del país; son estos sólo algunos de los más convincentes argumentos a favor de aumentar la carga tributaria.

A ellos se agregan, por supuesto, los argumentos técnicos que los organismos internacionales suelen recordarnos con frecuencia: Guatemala tiene, en relación con su tamaño económico, uno de los gobiernos más pequeños del mundo y cuyo enanismo financiero le impide atender sus obligaciones esenciales en materia de provisión de servicios de seguridad, justicia, salud, educación, etcétera.

La innegable contundencia de estos argumentos se enfrenta, sin embargo, con la contra-argumentación que hace tan complejo el debate fiscal en nuestro país: si el gobierno quiere recursos tributarios, debería demostrar que los mismos se van a utilizar conforme a las prioridades de desarrollo del país y que no se perderán en la compleja maraña de ineficiencia y corrupción que se percibe en el manejo de la cosa pública.

Las incesantes noticias y rumores sobre prácticas de enriquecimiento ilícito en la ejecución de obras públicas; la opacidad en el uso de los recursos fiscales (¿alguien ha visto publicados, por ejemplo, los estados financieros o la ejecución presupuestaria de la USAC, que ahora tanto exige –en campos pagados- que se le asigne su cuota de ingresos?); o, la ineficiencia en el gasto (¿alguien recuerda cómo se dilapidaron los recursos de la privatización de empresas del Estado?); son estos sólo algunos de los más convincentes argumentos en contra de aumentar la carga tributaria.

No será fácil romper con ese diálogo de sordos en que se ha convertido el debate tributario, pero es menester intentarlo; una posible fórmula puede encontrarse en la experiencia de varios países que han emitido las llamadas Leyes de Responsabilidad Fiscal –LRF-, que buscan establecer reglas precisas para asegurar una adecuada gestión de las finanzas públicas y que incluyen tanto normas que ponen restricciones sobre la orientación de la política fiscal en términos de ciertos agregados fiscales, como normas de transparencia que buscan fijar determinadas prácticas administrativas.

La discusión de una LRF, que podría ayudar a revitalizar un pacto fiscal entre el gobierno, el estamento político y la sociedad civil, incluiría, en primer lugar, un conjunto de límites cuantitativos y cualitativos para variables tales como el déficit fiscal, la deuda pública o el gasto social, todas ellas con una perspectiva de mediano plazo y en función del rol anticíclico que debe desempeñar la política fiscal.

En segundo lugar, una LRF establecería la obligación de publicar periódicamente informes sobre el logro de los objetivos o metas fiscales. También incluiría la elaboración y publicación, por parte de todas las entidades del sector público (incluyendo el Gobierno Central), de estados financieros auditados que certifiquen la veracidad de la información. Finalmente, la LRF incorporaría la aplicación estricta de sanciones a quienes incumplan sus preceptos, con el apoyo de juzgados independientes y, preferentemente, especializados en temas fiscales.

Una LRF no es panacea, pero el solo hecho de considerar su discusión puede proveer los elementos de credibilidad y confianza que tanto se necesitan a la hora emprender cualquier proceso de negociación política en materia de impuestos.

COMENTARIOS DE LOS LECTORES
sergio licardie V 14-12-2010 09:51:17 horas
Hay una deficiencia enorme ante la integridad del gasto que se programa. Hoy dicen que el 50% se desvía a fines no planeados presupuestamente y los países no se administran de esa forma. Ya es tiempo que el CACIF, los que dan el pisto, se pongan los pantalones porque están demostrando complicidad o incompetencia. El dinero de los impuestos es para servir al pueblo

HERIBERTO HERRERA 14-12-2010 09:54:27 horas
Nuestros empresarios son los que más se oponen al pago de impuestos que en ley les toca pagar y los evaden, este sector nunca a visto por mejorar la calidad de vida de sus trabajadores y solo ven como hacer más ganancia y se olvidan de sus obligaciones allí tenemos ya el primer lugar en Lationoamérica en desnutrición, sí el estado recaudara realmente lo que debería en materia de impuestos hubiera dinero para invertirlo en programas de desarrollo humano, señores oligarcas cumplan con sus obligaciones

Oscar Prado 14-12-2010 10:47:57 horas
Guatemala necesita de manera urgente e inmediata que se apruebe LRF, pues de esta manera muchos guatemaltecos se verían beneficiados con lo que evaden los empresarios descarados que hacen lo que se les da la gana con las obligaciones que tienen de cumplir con la economía del país, pues no es posible que encima de que se enriquecen a diario con nuestro dinero, tengan el descaro de evadir impuestos como mas se les dé la gana, y seguir como que nada pasa.

Angela Escobar 14-12-2010 10:50:00 horas
En nuestro país se le da a los empresarios la posibilidad de tener sus empresas, pero con eso se aprovechan de una mano de obra barata, materia prima casi regalada, salarios que no son dignos de un trabajador promedio, y además una evasión de impuestos más descarada que la misma palabra, por esto y otras cuantas razones más es que URGE LA LRF.

Daniela Gutierrez 14-12-2010 10:51:34 horas
No es posible seguir pensando en que la reforma fiscal es únicamente una posibilidad, esto es una necesidad inmediata que se tiene por mejorar la situación de todo el país, pero como siempre brincan los que se sienten amenazados por esta (empresarios). No podemos seguir permitiendo que nuestra gente siga en las condiciones tan inhumanas en las que trabajan, solo porque son la mano de obra que ayuda al empresario a hacerse mas rico a costa de su sudor y del Estado de Guatemala.

Sofia Medina 14-12-2010 10:53:27 horas
La riqueza de nuestro país sigue concentrada en las mismas manos, y ya no podemos seguir permitiendo esa clase de abusos para los ciudadanos que lo único que requieren es un salario digno para poder ofrecerle a su familia y a ellos mismos una calidad de vida digna. Entonces por que seguimos tan complacientes ante lo que a ellos se les viene en gana. Es ahora el momento de actuar y decir que ya no estamos dispuestos a permitir la opresión que vivimos a diario, solo por ser quienes los enriquecen.

Adeela Franco 14-12-2010 10:54:59 horas
Si nuestro país tiene mano de obra, no es razón para que se aprovechen de esto. Vivimos en un país que es rico, pero como esa riqueza está concentrada en las manos de los más poderosos del país, entonces porque si tienen dinero suficiente no se toman la molestia de cumplir como un ciudadano más que paga y cumple sus impuestos. Pero como a ellos no se les da la gana pagarlo, nosotros tenemos que vernos afectados por sus caprichos. Que mal que no sean conscientes de esto!

Mariano Ruano 14-12-2010 11:05:31 horas
Si el Estado ha servido como instrumento de enriquecimiento a causa de privatizaciones y minar la gestión pública solo ha un grupo minúsculo. Es necesario que estos grandes evasores permitan que el Estado se convierta en el instrumento que provea desarrollo a un inmenso grupo. Se necesita que la ley antievasión en verdad sea el punto de lanza para el progreso del país.

Gloria Murga 14-12-2010 11:07:17 horas
Si al empresariado no le conviene una reforma tributaria que ayude al fortalecimiento de Guatemala pues no les conviene perder todos los beneficios que tienen ahora con una mano de obra servil e insumos más que regalados. El Estado ya no se puede sostener con tan pocos recursos, con la aprobación de la ley antievasión se podría lograr más fácilmente una reforma tributaria.

Sergio Diaz 14-12-2010 11:08:43 horas
Sin una reforma fiscal no se pueden llevar a cabo programas públicos de beneficio social, es verdaderamente una irresponsabilidad de parte de los empresarios no querer cumplir con el Estado. Al parecer no les hace falta una población educada y un Estado fuerte que tenga la capacidad suficiente de gestión, Guatemala además de tener la menor carga tributaria de América Latina, es la que más concentración de riqueza en pocas manos tiene.

Erick Lopez 14-12-2010 11:10:31 horas
La visión conservadora de la oligarquía solamente promueve desigualdad e injusticia porque no proveen un verdadero desarrollo a la población, además de beneficiarse por medio de la explotación de mano de obra casi servil se han acomodado en una estructura pública poco funcional y por eso es más fácil corromperla a su conveniencia. Urge aprobar la ley anti evasión para que la desigualdad e injusticia no siga enraizándose en la sociedad.

Amanda Rangel 14-12-2010 11:12:07 horas
A pesar que Guatemala le da a los empresarios las facilidades para que puedan prosperar rápidamente las empresas, a pesar de ello la clase dominante ha debilitado por décadas al Estado para que este se vea imposibilitado de cumplir con lo que manda la Constitución y solo sirva para facilitar su enriquecimiento. Haber con que salen para frenar la ley antievasión.

Marco Antonio Villeda Sosa 14-12-2010 16:09:39 horas
No es pagando más impuestos o incrementar los impuestos como Guatemala tendrá más dinero para sus ingresos fiscales lo que tiene que hacerse es que se pagen los impuestos sin el famoso y destructivo credito fiscal que devuelve el dinero a los contribuyentes si se va a contribuir al estado, el gobierno tendria los ingresos necesarios para el estado aunque lo sucede es la irresponsabilidad y el despilfarro que prefiere la clase mediocre politiquera que no ha servido para gobernar Guatemala.

domingo, 12 de diciembre de 2010

La Creciente Deuda Pública

Guatemala tiene unos de los mejores indicadores de sostenibilidad de la deuda pública en el continente americano. Sin embargo, a medida que el ritmo del endeudamiento público se ha venido acelerando en los últimos años, algunos de tales indicadores (como el que relaciona el tamaño de la deuda con el monto de la recaudación tributaria) que miden la capacidad del Estado de hacer frente a sus obligaciones están ahora cercanos a (o rebasaron ya) los niveles de tolerancia que convencionalmente se recomienda no traspasar si uno quiere mantener a los prestamistas tranquilos. Por muy necesario o urgente que se considere un cierto gasto (como el de reconstrucción luego de las tormentas de mediados de año), es conveniente, ahora más que nunca, analizar si la deuda pública está ya alcanzando niveles que aconsejan una mayor prudencia en el ritmo del endeudamiento público...

§ POLÍTICAS PÚBLICAS

LA CRECIENTE DEUDA PÚBLICA

En medio de las negociaciones del Presupuesto del Estado para 2011, el Congreso aprobó la emisión de Q1.6 millardos de bonos del tesoro (Bonos de Reconstrucción) y, a sabiendas de que es prácticamente imposible que los mismos se coloquen (y que los recursos se inviertan) en el transcurso de 2010, dejó establecido que dicha deuda se puede trasladar automáticamente al ejercicio fiscal del año próximo. Lo inusual de esta disposición se explica en el enorme desorden presupuestario que se vivió durante el presente año que, entre otros efectos, ha dificultado darle seguimiento al acelerado crecimiento que la deuda pública ha experimentado en años recientes.

Según las últimas cifras publicadas, sin incluir los Bonos de Reconstrucción, la deuda pública había crecido en más de 10% en los primeros nueve meses de 2010, lo que se agrega al aumento de más de 20% que la misma registró en 2009. No obstante su rápido crecimiento, la deuda ha mostrado una mejora en su composición (que conlleva un menor nivel de riesgo) ya que la mayor parte de la deuda es interna (44,4% del total, cuando en 2001 era sólo el 28,5%). Sin embargo, como proporción del PIB, aunque el nivel de la deuda pública guatemalteca sigue siendo bajo en comparación con países de ingresos similares, cada vez más se acerca al nivel crítico de 25%; peor aún, dada la baja carga tributaria, la deuda como porcentaje de los impuestos ahora supera el 300%.

Un problema adicional es la preocupante acumulación de deuda flotante, resultado de la construcción sin financiamiento de obras públicas por casi Q4 millardos, de acuerdo con los contratistas privados, la que tarde o temprano habrá que documentar e incluir en las cifras oficiales de la deuda.

El aumento de 150% de la deuda pública en los últimos diez años se explica, en parte, por “la gran moderación” de la economía mundial (con crecimiento sostenido y bajos niveles de inflación y desempleo) que, junto con los grandes superávits financieros de las economías emergentes, permitió un gran flujo de créditos a bajas tasas de interés. Como sucede con las drogas, el aumento de la deuda produce cierta euforia en los gobiernos que llegan a creer que pueden seguir aumentando el gasto público indefinidamente. Y los prestamistas (nacionales y extranjeros) caen también en cierto optimismo excesivo creyendo que el gobierno podrá incrementar a futuro sus ingresos para estar en capacidad de pagar los intereses y reembolsar el capital tomado en préstamo.

Además, la deuda se justifica con la buena intención de utilizar los recursos prestados para mejorar los índices educativos o combatir los niveles vergonzosos de desnutrición infantil que exhibe nuestro país. Y, por si esto no bastara, está la opinión de los organismos financieros internacionales respecto a que el nivel de deuda pública de Guatemala es todavía, de acuerdo a ciertos parámetros estándar internacionales, “sostenible”.

El problema con la deuda es que, eventualmente, hay que pagarla; por algo es que la palabra “crédito” viene del latín credere, es decir “creer”: si el deudor (en este caso el gobierno) pierde su credibilidad, los acreedores rehusarán concederle nuevos préstamos (o los concederán en condiciones muy duras) y le quitarán el tanque de oxígeno financiero que le permite respirar. El acrecentamiento de la deuda pública es un esquema tipo Ponzi que requiere, ya sea de un aumento de la población que asegure que las nuevas generaciones van a asumir la carga, o de un deus ex machina (quizá un milagro tecnológico o un descubrimiento mineral) que pueda impulsar el crecimiento económico.

Alrededor del mundo los gobiernos están enfrentando un difícil período de resaca luego de la borrachera de endeudamiento de los años previos, y deben decidir cómo reducir rápidamente sus déficits (a riesgo de socavar el crecimiento) y cómo distribuir el costo de hacerlo lo más equitativamente posible. Más temprano que tarde, Guatemala debe emprender ese mismo proceso, que en nuestro caso incluye discutir qué clase de Estado queremos, con qué recursos los vamos a pagar y con qué calidad se van a invertir tales recursos. Ojalá el liderazgo y la madurez política que se necesitan para ello no fueran recursos tan escasos en nuestro medio.

Comentarios de los Lectores
urbano santos 07-12-2010 01:41:43 horas
Lo irónico aquí es que al tiempo que se critica se da la razón, el gobierno no tiene la culpa del endeudamiento,ningún gobierno mandó los desastres naturales que son en su mayor parte la causa del endeudamiento, 30 años atrás la nación no estaba endeudada pero los gobiernos militares la endeudaron tan solo para mantenerse en el poder, en contra de la voluntad del pueblo, le quitaron el grano a la mazorca y no a parado de desgranarse y quién sabe hasta cuando.

luisfe uk 07-12-2010 01:52:01 horas
Creo que hay un gran costo de oportunidad de endeudarse por los intereses que se generan y no se pueden usar para inversión y que si uno puede pagar más, por ejemplo con impuestos directos (que si uno no gana no paga nada y quien gana más en volumen paga más). La carga tributaria debiera de elevarse no solo para cubrir el nivel de gasto actual sino asegurar que se tengan recursos suficientes para el país que queremos como bien dice objetivamente al final de su artículo.

Wenceslao Mendez 07-12-2010 06:12:20 horas
Hola, no menciona que la JM aprobó dicha emisión de bonos y quiero que sepa que lo leo todos los martes, quiero pedirle de favor que escriba sobre el esquema de las metas explicitas de inflación, gracias.

Rodrigo Ponce Chavarria 07-12-2010 08:34:17 horas
¿En qué lugar queda y cómo jugó su papel el delegado de la USAC ante la Junta Monetaria? Se llenan la boca de ser defensores de las causas nacionales y son los primeros que votan a favor de endeudar al país.

VIENTO 07-12-2010 09:48:18 horas
El problema es que utilizan el desastre natural como pretexto para endeudar más al país, pero ese dinero no llega a las comunidades sino al bolsillo de ladrones. Estos hombres solo hablan y no saben la realidad, los pueblos mayas no queremos más impuestos, porque nuestras calles, puentes y otros servicios básicos no son resueltos y lo peor del caso es que nuestra nación es considerado paraíso fiscal. Hay muchos compadres del gobierno a quienes no les cobra y la SAT solo persigue a los buenos.

Haroldo Tux 07-12-2010 10:18:42 horas
Es muy lamentable que los diputados del Congreso no aprueben las iniciativas o leyes que son de beneficio para Guatemala, el presupuesto para el 2011 es necesario pues no se puede seguir trabajando con un presupuesto de hace dos años, donde ni la población ni las necesidades son las mismas de ahora y no digamos las del otro año, si queremos seguridad, educación y salud, hay que tener dinero para invertir en eso.

Arnoldo Ponce 07-12-2010 10:26:53 horas
Yo creo que los bonos de reconstrucción son muy necesarios ya que las tormentas azotaron fuertemente al país, aparte de que hay gente que todavía no ha podido regresar a sus comunidades pues estas quedaron muy dañadas, también las carreteras del país quedaron muy destrozadas, todos queremos que esto se repare lo antes posible, pero si no hay dinero no se puede lograr.

Arturo Escobar 07-12-2010 10:31:44 horas
La deuda que se menciona en la nota es con Guatemala misma, es decir que Guatemala le debe a Guatemala, según lo que tiene el estado estimado en gastos, aunque me da coraje que no se haga la reforma fiscal pues los empresarios siguen sin pagar impuestos, cada día aparecen más empresas que no pagan impuestos y pues no es justo que Guatemala se endeude por esa razón, debemos cumplir con nuestras obligaciones.

Mario Sicán 07-12-2010 10:33:47 horas
El informe de la PNUD reveló que el estado de Guatemala está débil debido ha que no tiene dinero para invertir en el país, es por eso que debe hacerse la reforma fiscal, pues con esta pueden recaudarse más impuestos, ya basta de que solo la población obrera y trabajadora pague impuestos, los empresarios que se enriquecen deben pagar los impuestos que les corresponden, y así haya más dinero para invertir en el país.


sábado, 4 de diciembre de 2010

Lecciones del Tigre Domado

El gobierno tuvo una actitud cada vez más tolerante y despreocupada respecto del déficit fiscal: "todavía no está tan alto", decían. "Vale la pena endeudarse un poco más, pues es por una buena causa", se justificaban. Al final de cuentas, la deuda pública creció tan rápidamente, en un entorno internacional desfavorable y una actividad productiva escuálida, que ya no fue posible seguir endeudándose y se cayó en una crisis macroeconómca severa. Eso sucedió en Irlanda, pero es bueno poner las luces de alerta sobre el nivel de déficit el crecimiento de la deuda en Guatemala, no vaya a ser...

§ POLÍTICAS PÚBLICAS

LECCIONES DEL TIGRE DOMADO

Alguna vez se llegó a conocer a Irlanda como “el Tigre Celta”, debido al asombroso crecimiento que vivió en la década de los noventa, cuando su economía alcanzó y superó los estándares de vida de la Unión Europea, lo cual hizo creer a los irlandeses que su nivel de vida y el valor de sus activos continuarían creciendo indefinidamente. Y tal vez lo habrían podido logar, si tan solo la política fiscal, la gobernanza de los bancos y la supervisión financiera no hubiesen sido tan laxas y no hubiesen dejado a la economía tan vulnerable a los choques externos e internos.

A partir de 2003 esa laxitud empezó a manifestarse en un acelerado crecimiento del crédito bancario, un auge en la construcción, un aumento del gasto público y un incremento del déficit externo, que configuraron una gigantesca burbuja inmobiliaria que sólo esperaba un leve pinchazo para reventar.

Contagiado por la crisis internacional de 2008, el sector inmobiliario irlandés colapsó y su sistema bancario cayó en quiebra. El gobierno decidió rescatar a los bancos con dinero del presupuesto pero, como no habían sido previsores en los tiempos de bonanza, el Estado se vio forzado a endeudarse para seguir operando. Conforme las finanzas públicas se deterioraban, al tiempo que la economía continuaba sin recobrarse, el ritmo del endeudamiento y del déficit fiscal se hizo insostenible.

Lo que empezó como una crisis del sistema bancario se convirtió hoy en un descalabro absoluto de la economía irlandesa. La Unión Europea entró en pánico ante el temor de que esto se contagiara a otros países y sistemas bancarios de la región. El Fondo Monetario Internacional fue llamado al rescate y, junto con las autoridades económicas europeas, diseñó un estricto programa de ajuste estructural para tener acceso al millonario financiamiento (de más de 50 millardos de euros) que se necesita para rescatar a la economía de Irlanda.

El plan de ajuste obliga al gobierno irlandés a disminuir drásticamente el gasto público a fin de reducir tanto el déficit fiscal (del nivel actual de 32% del PIB, a 9.1% en 2011 y 3% en 2014), como la deuda pública (del 102% del PIB para 2013 a 100% para 2014).

Esta caída del gasto público implicará reducir los programas de protección social, las jubilaciones y el número de empleados públicos, todo lo cual será complementado con un aumento de impuestos para generar más ingresos al fisco.

Lo que este tipo de programas de austeridad pretende es, por un lado, reducir los niveles de consumo doméstico para que abunden más las divisas que permitan pagar la deuda externa y, por otro, restituir la credibilidad del gobierno de cara a honrar sus compromisos de deuda, de manera que recobre su capacidad de ser sujeto de crédito. Aunque en el largo plazo estos programas suelen recobrar la viabilidad económica de los países, en el corto plazo causan un deterioro en las condiciones de vida de la población y suelen provocar, como en Irlanda, descontento social y e ingobernabilidad.

De la caída del otrora Tigre Celta surgen varias lecciones. Aparte de las obvias enseñanzas respecto a que nunca debe descuidarse la regulación bancaria a nivel sistémico y siempre deben aprovecharse los tiempos de bonanza para generar superávit fiscales, también pueden extraerse enseñanzas pertinentes para países como Guatemala. Una de ellas es que el aumento desmedido del déficit fiscal y el crecimiento acelerado de la deuda pública pueden dañar gravemente la viabilidad de las finanzas públicas y arruinar la estabilidad macroeconómica. Igual de importante es evitar que el endeudamiento público se utilice para financiar gastos de funcionamiento (como el rescate de bancos en el caso de Irlanda, o las transferencias de efectivo en el caso guatemalteco), en vez de invertirlo.

Tales prácticas no son sólo técnicamente erróneas, sino que resultan peligrosas pues, tarde o temprano, terminan por obligar a que se aplique un plan de ajuste y austeridad que para el ciudadano irlandés promedio puede impedirle renovar su refrigeradora (o su televisión, o su carro) durante un par de años; pero para un guatemalteco, un programa de austeridad de ese tipo puede implicar el riesgo de no poder comprar comida con qué llenar su refrigeradora.

Comentarios de los Lectores
sergio licardie V 30-11-2010 08:50:59 horas
Son clásicos efectos del "chambitalismo" crear masivamente empleos para la distribución del ingreso y demagógicamente otorgar prebendas sociales sin base económica suficiente. La carga cae sobre los trabajadores (generan sus ingresos) y los inversionistas, mientras los empleados (consumen ingresos). Se acosa al mercado y sus beneficios, se confiscan empresas que no pueden administrar, los empleados se empoderan llegando a crear huelgas nacionales afectando la economía nacional, la producción.

Pablo Urrutia 30-11-2010 10:08:28 horas
En Guatemala ya ocurrió este tipo de sucesos, muchos inversionistas fueron estafados por la regulación del mercado de capitales con el código de comercio. Las benditas ideologías nacionales.Hay estudios que dadan indicaciones que Irlanda iba por mal camino, pero nadie hizo caso, no son estrictamente lecciones cuando los financieros influyeron en las decisiones de política y pagaron investigaciones, ellos hicieron sus cuentas y en caso de fallar, igual ganaban.

ROBERTO LOPEZ PORRAS 30-11-2010 10:49:07 horas
La lección de la crisis Europea es la sobrevaloración del Euro, producto de un error y ello ha obligado a los países a desarrollar una política de desarrollo hacia adentro especialmente en la construcción y el turismo intraEuro, ya que la tasa de cambio alta no favorece las exportaciones, ni el turismo receptivo. Europa tiene una capacidad instalada ociosa por la crisis y por el Euro sobrevaluado. Ello ha llevado a los gobiernos a operar con deficitarios y nueva deuda que se suman a la crisis.

Marco Antonio Villeda Sosa 30-11-2010 19:21:50 horas
De que milagros dicen ahora, el milagro es comer como me decia alguna vez un Chileno, por desgracia los neoliberales parecen endiosar todo y aunque crean o no en dios son participes de endiosar un sistema neoliberal corrupto capitalisa que no informa de lo que sucede con cada empresa con cada ciudadano o ciudadana de su nacion si eso no fuese asi, Irlanda y la nacion que sea con transparencia y dignidad tuviesemos unas naciones con prosperidad y riqueza y con empresas privadas con dignidad.

ENERGÍA ELÉCTRICA: SE ACABARON LAS VACAS GORDAS

URGEN MEDIDAS PARA EVITAR UN DÉFICIT DE SUMINISTRO   Durante años, el sistema eléctrico nacional tuvo un superávit de oferta; es decir, su c...