viernes, 27 de marzo de 2009

Vecinos Contagiosos

Publiqué esta semana una columna de preocupación por la manera en que la crisis económica internacional está afectando a nuestros dos vecinos más importantes (en términos de vínculos comerciales y financieros). El Salvador y México tienen lazos más estrechos con la economía gringa que los que tiene Guatemala, y eso hace que estén sufriendo más duramente los estragos de la crisis. Sin embargo, mi preocupación radica en que nuestros lazos con estos vecinos pueden convertirse en sogas que nos ahorquen si la situación empeora en el vecindario. Ojalá que no, pero hay que tener las barbas en remojo.
§ POLÍTICAS PÚBLICAS

VECINOS CONTAGIOSOS
Cuando hay una epidemia en el vecindario, existe un alto riesgo de que uno termine cayendo víctima de la misma enfermedad que aqueja al vecino. Para los guatemaltecos es, pues, importante lo que suceda en El Salvador o en México. La reciente elección de Mauricio Funes como Presidente salvadoreño ha sido pintada por la prensa como un parte aguas en la historia de ese país; sin embargo, las realidades económicas y sociales que enfrenta nuestro vecino la plantean más bien como una encrucijada en la que Funes y su equipo deberán decidir si transitan por el camino de la social democracia moderada y pragmática, al estilo Lula da Silva, como propusieron durante la campaña (incluyendo el compromiso de mantener políticas de mercado, la dolarización y el tratado de libre comercio con los Estados Unidos) o si, en contraste, optan por una tendencia más radical (chavista-bolivariana) como la que parece encarnar Salvador Sánchez, el vicepresidente entrante.
Esa decisión es crucial para el futuro de El Salvador, pues su economía está siendo gravemente afectada por la crisis internacional, dados sus vínculos tan cercanos con la economía estadounidense, cuya recesión se manifiesta en un menor nivel de exportaciones, una caída drástica de las remesas familiares y una sequía de flujos de capital externo. Puesto que la economía salvadoreña está dolarizada, lo anterior implica que se producirá una contracción económica para cerrar la brecha de financiamiento externo, particularmente porque el gobierno salvadoreño carece de otros amortiguadores, como podría ser un superávit fiscal (que, en la realidad, está cada vez más lejos de lograrse) o una política monetaria independiente. Todo ello en un ambiente político que verá puesta a prueba su capacidad de lograr acuerdos sobre temas tan delicados como la urgente obtención de préstamos del exterior.
Otro foco de preocupación para Guatemala se encuentra en México, nuestro gigante vecino del norte, que también está atravesando por graves problemas económicos. Además de la recesión estadounidense y la reducción de los flujos de capital extranjero, la economía mexicana está siendo afectada por la caída en los precios del petróleo, que es una fuente central de divisas y de ingresos fiscales. Las exportaciones industriales, las remesas familiares, el turismo y las exportaciones petroleras están registrando drásticas caídas en México, lo que está ocasionando una importante recesión, al tiempo que la capacidad de maniobra del fisco (sobre-endeudado y cada vez con menores ingresos) para paliar la crisis se reduce día a día.Y si los problemas económicos de nuestros vecinos fueran pocos, resulta que ambos están enfrentando gravísimos problemas de seguridad. El Salvador presenta tasas de homicidios más altas que las de Guatemala (que ya es decir bastante) y problemas con el crimen organizado y las maras. México, por su parte, esta librando una cruenta guerra contra el narcotráfico que cobró más de 6 mil vidas el año pasado y que no tiene visos de poder ganarse hasta que no disminuya la demanda en Estados Unidos, principal mercado consumidor de estupefacientes. Si nuestros vecinos están enfermos, nuestras barbas deberían estar, cuando menos, en remojo.

Opinión del lector


Engler Garcia - Guatemala
Seguramente que despues de tener 20 años de arenismo conservador en el vecindario ya estamos enfermos.

jueves, 19 de marzo de 2009

Transformaciones Geográficas

En la columna que apareció esta semana en Siglo XXI me refiero a un tema que, aunque reviste una gran importancia para el desarrollo de cualquier país, suele relegarse a segundo plano tanto en la teoría como en las políticas económicas. En efecto, la Geografía Económica y las políticas con enfoque territorial pueden ser claves para comprender y potenciar el crecimiento económico de las distintas regiones de un país. El Banco Mundial está rescatando este tema en su más reciente reporte del desarrollo, y eso vale la pena comentarlo.
§ POLÍTICAS PÚBLICAS

TRANSFORMACIONES GEOGRÁFICAS
Las discusiones sobre macroeconomía están de moda, incluyendo las relativas a cuán adecuada resulta esta rama del saber para explicar la realidad de la crisis financiera mundial. Por eso no deja de resultar refrescante, aunque pueda parecer alejado de la actualidad, que el Banco Mundial haya dedicado su Informe sobre el desarrollo mundial 2009 a la Geografía Económica, tema que había estado relegado a un segundo plano tanto en los libros de texto como en los manuales de los formuladores de políticas públicas. Este informe plantea que, según la experiencia de desarrollo de Europa, Norteamérica y Japón, las transformaciones que aceleran la urbanización, que permiten las migraciones y que fomentan el comercio de productos especializados resultan claves para acelerar el crecimiento económico.
El Banco Mundial sostiene que es posible lograr una mezcla equilibrada de políticas públicas regionales (como la consolidación de instituciones o la inversión en infraestructura geográficamente pertinente) que ayude a dar forma a la geografía económica a fin de lograr un desarrollo más incluyente, aunque no necesariamente más equilibrado espacialmente. Para el efecto las políticas deben afectar las tres dimensiones de la geografía económica: en primer lugar una densidad poblacional que genere una mayor riqueza en la medida en que las ciudades crecen, pero sujeta a una normativa que favorezca que esa densidad promueva la convergencia en los niveles de vida entre las aldeas y las grandes ciudades.
La segunda dimensión es la de la distancia entre las zonas donde se concentra la actividad económica y las que quedan rezagadas. Dicha distancia debe reducirse mediante políticas que promuevan la movilidad de la mano de obra y la reducción de los costos de transporte mediante inversiones en infraestructura. Y la tercera dimensión de la geografía económica es la de reducir las divisiones, es decir, las barreras al flujo del comercio, ya sea entre países o entre regiones de un mismo país y que ocurren ya sea por la impermeabilidad de las fronteras o por diferencias en reglamentos, en usos o en costumbres.
El informe enfatiza la importancia de que exista una mejor conexión entre las zonas rurales y las urbanas, entre las barriadas y otras zonas citadinas, entre zonas pobres y ricas de un mismo país, y entre países aislados y países integrados a los mercados mundiales. Por ello concluye que las transformaciones en las tres dimensiones geográficas mencionadas –densidad, distancia y división- son esenciales para el desarrollo económico y deben ser impulsadas mediante políticas adecuadas.Para el caso de Guatemala, estas ideas plantean interesantes desafíos a los formuladores de políticas. Por ejemplo, en materia de desarrollo rural deben contemplarse políticas que sean neutrales desde el punto de vista geográfico pero con cierta institucionalidad que permita un proceso de urbanización ordenado en los lugares donde surja naturalmente, lo que requiere de una provisión generalizada de servicios básicos. También es fundamental atacar con decisión la falta de ordenamiento territorial, la escasez de infraestructura y el desordenado crecimiento de los barrios populares, todo lo cual demanda una política integral a nivel del Estado. El debate sobre estos temas resulta impostergable.

Opinión del lector


JOSUE AUGUSTO PEREZ FIGUEROA - Guatemala
Una de las politicas publicas en Guatemala, que ha estado ausente, es la red de carreteras, la red electrica y los sistemas de agua, para usos domesticos, industriales y agricolas, asi como los programas o politicas publicas para el manejo del recurso hidrico. Toda la red comunicacional no ha sido priorizada y la geografia economica de Guatemala no ha sido prioridad de ningun gobierno.Nuestra vocacion, antes que agricola es arbolicola. Por algo se llama Guatemala: REGION DE ARBOLES.NUEVA GUATEMALA DE LA ASUNCION


adolfo barrera Ortiz - guatemala
La parte final de su artículo -políticas neutrales-, no lo entiendo, pues temas como desarrollo rural, desarrollo local o descentralización son o deberían ser politicas esenciales para propiciar el desarrollo equilibrado, es de decir menos maginalidad, menos inequidad social y fiscal. Guatemala ha avanzado bastante, por lo menos en la parte fiscal e institucional, trasladando recursos vía el IUSI a las municipalidades, a los Consejos de Desarrollo. Pero todo esto es insuficiente, los recursos no llegan a las comunidades rurales, al desarrollo económico local. Los alcaldes y los Consejos de Desarrollo distribuyen y asignan recursos para infraestructura sin ninguna vinculación productiva. No existe claridad en procesos de empremdimiento económico local y nada se avanza en esa línea. El enfoque territorial es fundamental, si se aborda de manera seria, articulando estategias de crecimiento y desarrollo con equidad social y territorial, con criterios regionales, subregiones, microrregiones (al respecto un Jamaiquino jubilando descubrio una microrregional en los alrededores de Antigua Guatemala, ideal para el cultivo de la uva y ahora exporta uno de los mejores vinos de América Latina. Pero la programación geográfica de inversiones la deciden los diputados porque ( ejemplo Martinez Loaiza de Jutiapa que consiguio unos millones para asfaltar una carretera cuyo destino es su finca privada). Y de estos ejemplos hay por montones. Entonces de que manera podrías hablar de optimización de recursos, prioridades o enfoque rural de las inversiones públicas.En otro sentido, quien evalua la calidad y el uso que hacen los alcaldes de los recursos que traslada el Estado a los municipios. No hay auditoria social, nadie supervisa. Pero lo más dramática es el trasiego de intereses público-privado, lo que significa el uso de recursos públicos en negocios privados de los alcaldes. Creo que ahora que se habla de transparencia y austeridad, estos temas son asuntos de primera linea.


sergio licardie - México
La geografía economica tiene muchas facetas 1º relacionadas con los límites de los paises 2º los productos crean su propia influencia, origen y àrea de acción. 3º básica la infuencia del dinero que influye en los productos, los paises y sus fronteras, lo hace a través del mercado de productos y dineros 4º los intereses políticos y los cambios de gobierno juegan papeles importantes en el diálogo económico. Todo esto es facilmente demostrable y factible de analizar por la mayoría de las personas que externan opinion, asi que no es necesario dar ejemplos.

¿Eminentemente Agrícola?

En julio de 2007 publiqué una columna que resultó ser algo polémica (como muchos de ustedes sabrán, la polémica no es precisamente una de mis aficiones, pero de vez en cuando resulta emocionante), porque en ella afirmo que Guatemala --contrariamente al mito popular- no es un país eminentemente agrícola, según lo demuestran la nuevas cuentas nacionales que calculan en Producto Interno Bruto por rama de actividad. Rescato esa columna para este Blog, pues esa realidad continúa siendo tan cierta como entonces.
§ POLÍTICAS PÚBLICAS

¿EMINENTEMENTE AGRÍCOLA?
Hace veinticinco años, los libros de texto de Estudios Sociales alimentaban la leyenda de que “Guatemala es un país eminentemente agrícola”, arguyendo que el aporte de la agricultura a la producción y al empleo nacionales la convertían en la actividad más importante de la economía.
Las cifras disponibles a principios de los años ochenta tendían a no contradecir ese mito. Según las cifras publicadas entonces por el Banco de Guatemala, la actividad agrícola contribuía con la cuarta parte del Producto Interno Bruto –PIB-, similar a la proporción con que contribuía la actividad comercial. A éstas les seguían en importancia las actividades de industria (16% del PIB), transporte y almacenamiento (7%), servicios privados (6%) y administración pública (6%).
Sin embargo, la realidad actual desvanece el mito del predominio agrícola. Veinte años de evolución económica son reflejados por la nueva metodología de cálculo de las cuentas nacionales recientemente publicada por el banco central, que nos muestra una estructura productiva significativamente distinta. Las nuevas cifras revelan que actualmente (en promedio para el período 2001-2005) la agricultura ya no es siquiera la segunda actividad en importancia, pues con un aporte de 14.8 por ciento del PIB total, está por detrás de las actividades de industria (20.4%) y servicios privados (16.2%), superando apenas al comercio (13.3%).
La evolución de la estructura productiva en el último cuarto de siglo también muestra que no ha aumentado la “terciarización” de la economía. Los economistas clasifican a las diferentes actividades económicas en tres sectores: el primario lo forman las actividades extractivas o productivas de recursos naturales: agricultura, ganadería, forestal, minería, etcétera. El sector secundario es el que transforma los recursos naturales, o sea la industria y la construcción. El sector terciario es un bolsón de todas las actividades comerciales y de servicios, desde las finanzas al transporte, pasando por los servicios gubernamentales y personales. La terciarización se refiere al crecimiento del peso económico del sector servicios, tendencia que se ha registrado en todas las economías desarrolladas.
En Guatemala, el sector terciario no parece haber crecido significativamente. En los años ochenta representaba un 54% del PIB y, según las nuevas cifras, actualmente su participación sólo había subido al 57%. El sector que sí aumentó fue el secundario, que pasó de un 20 a un 27%, en detrimento del sector primario, cuyo aporte al PIB se redujo del 26 al 16%. Las cifras de empleo parecen confirmar la participación decreciente de la agricultura, que en 1994 acogía al 52% de la población activa, proporción que para 2002 se había reducido al 42%.Las nuevas cuentas nacionales muestran que la economía guatemalteca dejó hace tiempo de ser “eminentemente agrícola”, y que nuestro futuro económico parece depender más de otros sectores productivos.

viernes, 13 de marzo de 2009

La Versión del FMI

En mi columna del pasado martes me pareció oportuno comentar la evaluación (¿o debería decir auto-crítica?) que hace el FMI respecto de la actual crisis financiera internacional: lo que falló fueron las regulaciones; ergo, hubo un exceso de permisividad a los intermediarios financieros. Los excesos que estos cometieron serían atribuibles, entonces, no sólo a su codicia (que es una condición humana) sino a la incapacidad de los entes reguladores del Estado. Buen tema para discutir en torno a una mesa bien servida con abundante comida y, especialmente, bebida. ¡salud!
§ POLÍTICAS PÚBLICAS

LA VERSIÓN DEL FMI
Apenas el pasado viernes 6 de marzo se publicó el primer estudio completo que realiza el Fondo Monetario Internacional –FMI- sobre las causas y consecuencias de la crisis financiera internacional. En él señala que las principales causas de la crisis se encuentran en las incapacidades de los reguladores, conjugadas con ciertos fallos de la disciplina de mercado. El FMI indica que los reguladores no alcanzaron a aquilatar la peligrosa acumulación de riesgos y los incentivos perversos que se derivaron de la ola de innovaciones financieras de la última década, respaldadas en la creencia en que la regulación vigente estaba fortaleciendo la disciplina del mercado (lo que evitaría el comportamiento irresponsable de los entes participantes) y que los productos financieros novedosos evitarían que los riesgos se concentraran en unos pocos mercados e instituciones. Dicha creencia resultó ser, a la postre, ingenua.
El estudio del Fondo también indica que los desequilibrios macroeconómicos (los gigantescos superávits comerciales de países como China y los enormes déficits de los Estados Unidos) también contribuyeron a la crisis, aunque sólo de manera indirecta: estos desequilibrios simplemente alimentaron a las nuevas estructuras e instrumentos financieros que se crearon para satisfacer la creciente demanda de rendimientos por parte de los inversionistas quienes, en un exceso de optimismo, olvidaron (o evadieron) evaluar adecuadamente los riesgos que se estaban acumulando, sin que los reguladores pudieran (o quisieran) minimizar tales riesgos.
Así, según el Fondo, los bancos centrales se concentraron solamente en combatir la inflación y descuidaron vigilar los precios de los activos (empezando con el sector vivienda) y su efecto sobre la estabilidad financiera; las superintendencias financieras se enfocaron solamente en los bancos, descuidando la supervisión de otros intermediarios no bancarios; y, las instituciones financieras internacionales fracasaron en generar una mayor coordinación de las políticas financieras de las grandes economías.
La versión de la crisis presentada por el FMI está bien estructurada y resulta bastante convincente. A la vez, sin embargo, no deja de parecer sospechosamente conveniente para el Fondo (organismo encargado de velar por la armonía financiera mundial y de vigilar las políticas macroeconómicas de sus países miembros) que el énfasis recaiga más sobre la regulación financiera que sobre los desequilibrios macro. De cualquier manera, las sugerencias del estudio resultan razonables: hay que aumentar el alcance de la regulación para permitirle seguir el ritmo de las innovaciones en los mercados financieros, concentrándola para el efecto en lo que las entidades hacen y no en su naturaleza jurídica (es decir, la base de la regulación debería ser la actividad, en vez de la entidad, financiera). El FMI también sugiere reformas en materia de transacciones financieras transfronterizas, requerimientos de mayor información y transparencia, elaboración de índices de riesgo sistémico y mayor cooperación internacional.Habrá que esperar que los hallazgos y sugerencias indicados sirvan de insumo en las múltiples cumbres y conferencias que se estarán realizando en los próximos meses para replantear la arquitectura financiera internacional.

El Resto del Mundo También Existe

En junio de 2007, cuando empezaba a publicar columnaas en Siglo XXI, escribí esta que se relaciona con la ausencia de una política exterior proactiva y el provincianismo que caracteriza a nuestros gobernantes en materia de relaciones exteriores. Me parece que lo que escribí hace más de año y medio continúa teniendo validez. Ahí les va.
§ POLÍTICAS PÚBLICAS

EL RESTO DEL MUNDO TAMBIÉN EXISTE
Quizá porque nuestra economía es pequeña, o porque hemos tenido poco peso relativo en el concierto de las naciones, o por ambas razones, el diagnóstico de los problemas nacionales y el diseño de las políticas públicas llamadas a solucionarlos suele hacerse pretendiendo inventar el agua azucarada, sin consideración de cómo funciona y nos afecta el resto del mundo. Este enfoque un tanto provinciano y ciertamente localista ha impedido (o, en el mejor de los casos, retardado) la adopción de medidas oportunas y apropiadas en muchos ámbitos de la vida nacional. Hoy en día ningún país, conglomerado o individuo puede ni debe estar aislado de la realidad internacional. El mundo moderno demanda que nos relacionemos activamente, que interactuemos, que aprendamos y que mantengamos relaciones de cooperación con personas y colectivos del extranjero, que generen la obtención de mutuos beneficios.
Resulta por eso muy refrescante que en la Agenda Nacional 2008-2011, propuesta por ASÍES hace algunas semanas, se privilegie la política exterior y las relaciones internacionales como una de las cinco áreas estratégicas para nuestro país. Es de particular relevancia el énfasis que la referida agenda pone en el establecimiento de una doctrina de política exterior, la cual debe servir de fundamento a una política de Estado, es decir, una política de largo plazo a ser impulsada por el Ejecutivo, sin importar su signo partidario. Dicha doctrina debe basarse en una identificación precisa de los principales intereses del país y de los desafíos que ha de enfrentar a lo largo del tiempo.
Es importante que los candidatos a dirigir los destinos del país en el próximo cuatrienio confieran a su propuesta de política exterior un rol primordial dentro de sus planes de gobierno. Tal propuesta debe plantear un mayor dinamismo en las relaciones internacionales y alinearlas con los grandes objetivos nacionales, en el entendido de que la política exterior es mucho más que las simples relaciones públicas o el mercadeo del país. Ello también requerirá del fortalecimiento institucional de los órganos de servicio exterior.
La imagen internacional de Guatemala aún padece la sombra de su convulsa historia reciente y de las serias dificultades que aún enfrenta en muchos campos, especialmente en el de la seguridad; si bien debemos reconocer que nuestra imagen externa ha ido mejorando paulatinamente en los últimos años, es preciso adoptar una clara política internacional que vaya más allá de las buenas relaciones públicas con la gran potencia del Norte: urge estrechar relaciones con economías emergentes (como India, Sudáfrica o Indonesia) con quienes compartimos intereses en diversos foros multilaterales.Una estrategia coherente, de Estado, es decir, de largo plazo para estructurar las relaciones exteriores del país tendrá beneficios que van más allá de los que pueden obtenerse conformándose con ser un buen (y pasivo) vecino.

jueves, 5 de marzo de 2009

Orfandad Estadística

En las últimas semanas ha habido fuertes rumores de que el Instituto Nacional de Estadísticas se está debilitando institucionalmente. El propósito, entonces, de la columna de esta semana es el de hacer un llamado a la conciencia de gobernantes y usuarios para evitar ese debilitamiento y para que, por el contrario, se actúe fortaleciendo al INE dada la importancia y utilidad que las estadísticas pueden tener para el desarrollo económico.
§ POLÍTICAS PÚBLICAS

ORFANDAD ESTADÍSTICA
“Un gobierno que no conoce la nación que rige, los frutos que produce, los hombres que la pueblan, es un ciego que no ve la casa que habita”. Esta frase célebre de Cecilio del Valle es citada frecuentemente en diversas publicaciones del Instituto Nacional de Estadística –INE-, como un recordatorio de la importancia que tienen las estadísticas en el ejercicio de una gestión pública eficiente. Por ello es que la ONU aconseja que cada país tenga una oficina nacional de estadísticas regida por una ley específica que garantice su calidad e independencia. Las comparaciones de cifras nacionales que dicha organización (y otras como la OCDE) produce en materia de salud, educación y actividad económica son de gran utilidad para evaluar la efectividad de las políticas públicas. Cada día son más los países que fortalecen su legislación y su institucionalidad en materia de producción de estadísticas.
Por ello resulta preocupante el rumor que está corriendo en círculos académicos respecto a que el INE estaría pensando recortar la cobertura de algunas de sus encuestas habituales (como la del Índice de Precios al Consumidor –IPC-) y posponiendo la realización de otras (como la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos Familiares –ENIGFAM-), lo cual amenazaría con dejar a los analistas en una orfandad estadística mayor a la que están habituados. Estos rumores tienen una base evidente: el presupuesto anual del INE aprobado por el Congreso para 2009 (que asciende a Q28 millones) es 40% más pequeño que el del año anterior y, según se dice, la mayor parte de los Q20 millones que se le recortaron al INE fueron asignados a otros gastos a ser ejecutados por ONGs.
De producirse lo anterior se estaría retrocediendo trágicamente en el proceso de construcción de un sistema estadístico moderno y confiable que, lo primero que requiere, es de un presupuesto adecuado para el pago de los profesionales y el equipo que esta actividad demanda. Dicho sistema también necesita que la información estadística sea producida por profesionales libres de toda interferencia política y que alcance al público sin ninguna alteración o contaminación partidista. Sería una pena que por dedicar recursos a los “censos” que requiere el programa Mi Familia Progresa (por importante que éste sea), el INE descuidara sus mandatos fundamentales como el IPC o la ENIGFAM.
Es esencial evitar que se debilite el ya escuálido sistema estadístico nacional; por el contrario, deben hacerse todos los esfuerzos posibles para fortalecerlo y orientarlo hacia un esquema en el que la institución rectora sea cada vez más profesional y autónoma del gobierno central. Es comprensible que cualquier gobierno tenga la tentación de maquillar las cifras por las cuales va a ser evaluado; sin embargo, caer en ella le significaría privarse de una valiosa guía para mejorar las políticas gubernamentales y minaría la de por sí débil credibilidad de la información pública. Esperemos que el Seminario sobre el Fortalecimiento Institucional de las Oficinas Nacionales de Estadísticas que esta semana se lleva a cabo en Antigua Guatemala, auspiciado por el INE de España y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo arroje luces sobre las urgentes reformas que requiere nuestra institucionalidad estadística.

ENERGÍA ELÉCTRICA: SE ACABARON LAS VACAS GORDAS

URGEN MEDIDAS PARA EVITAR UN DÉFICIT DE SUMINISTRO   Durante años, el sistema eléctrico nacional tuvo un superávit de oferta; es decir, su c...