domingo, 29 de enero de 2012

En Defensa de la Tele

Todo lo que soy se lo debo a la televisión... bueno, tal vez exagero. Pero, sin duda, la televisión fue un elemento crucial en mi proceso de formación intelectual y moral, lo cual es cierto para la mayoría de los miembros de mi generación de clasemedieros guatemaltecos, aunque nos cueste aceptarlo. Muchas lecciones relevantes para el mundo de hoy pueden sacarse del rol central que la tele jugó en el proceso formativo de la sociedad de hace treinta años. Para ello partamos del hecho de que la existencia de la televisión hizo posible el surgimiento de la computadora, los  videojuegos y el internet.

§ POLÍTICAS PÚBLICAS
EN DEFENSA DE LA TELE

La televisión siempre ha tenido mala prensa, al punto de ser llamada “la caja boba”. Este mote, en el caso de la tele, siempre me pareció absurdo e injustificado. La televisión ha sido, por el contrario, uno de los eslabones clave en la cadena del progreso científico y tecnológico de nuestro tiempo.
También en materia de formación personal la televisión ha tenido una influencia innegable en quienes crecimos en la segunda mitad del siglo pasado. Mucho de lo que somos, pensamos, y creemos –en el caso de mi generación de cuarentones- se lo debemos a la tele, que nos permitió conocer el mundo sin tener que viajar (con el Zorro, por ejemplo, a California), y vivir la historia sin máquina del tiempo (con Ivanhoe en el medioevo o con Combate en la Segunda Guerra Mundial), o fantasear con la vida del futuro (con Viaje a las Estrellas).
La televisión nunca fue boba. Si alguna vez alguien se enajenó viéndola, fue porque el bobo era él, por no saber escoger pues, como en muchas cosas en la vida, la elección de lo que se va a consumir define la calidad de lo que se recibe.
Lo más relevante de la televisión es que su existencia y auge (que terminó hace tiempo) hizo posible el surgimiento de la computadora personal, los  videojuegos y el internet. Y, otra vez –como sucedió antes con la tele-, surgen críticas contra estos avances tecnológicos: ya hay decenas de libros denunciando el supuesto daño que causan en los jóvenes. Y estas críticas son, de nuevo, infundadas y erróneas.
Contrario a la acusación de  que los videojuegos disminuyen en los jóvenes la habilidad de pensar, existen estudios que demuestran que la nueva generación digitalizada es más lista, más observadora y más tolerante a la diversidad que sus antecesores (véanse, por ejemplo, los estudios de Don Tapscott). Y si la crítica que se hizo contra la televisión por fomentar la pasividad entre los televidentes era válida, los avances informáticos de hoy son iterativos y, por ende, estimulan y mejoran el funcionamiento del cerebro.
Los hallazgos científicos muestran que los video-jugadores pueden procesar más rápidamente la información visual compleja; además, se desempeñan mejor haciendo tareas diferentes simultáneamente, lo cual los hace más productivos en el mundo moderno. Desde una perspectiva sociológica, la generación de los videojuegos tiende a valorar más la libertad y el derecho de elegir, es más consciente de los detalles, gusta más de hacer las coas a su medida, aprecia más la integridad y la transparencia, es más proclive a colaborar y trabajar en grupo, y esperan que el progreso personal se dé con base en méritos. Y todo ello lo esperan encontrar en su trabajo, en sus estudios y en su vida social, sin tener que sacrificar la posibilidad de entretenerse y divertirse mientras se desenvuelven en estas áreas de su vida.
Para aprovechar estos valores que están imprimiéndose en las nuevas generaciones, y su potencial impacto positivo en la economía y en la sociedad, es necesario que la educación (en la escuela y en el hogar) se adapte y complemente con los avances tecnológicos. En vez atacar los aspectos negativos del internet y los videojuegos, que son innegables (como el peligro de los depredadores sexuales en la red), los adultos debemos acercarnos con humildad a estas tecnologías para orientar mejor a los jóvenes, reconociendo que, por primera vez en la historia, la nueva generación es más sabia que las anteriores en muchos aspectos de la vida cotidiana.
La tecnología informática debe servir para que los niños jueguen mientras aprenden, y que aprendan mejor. Existen programas informáticos de simulación que enseñan historia, geografía, políticas públicas, matemáticas, ingeniería y trabajo en equipo mientras el usuario juega a ser un líder ateniense o un faraón egipcio.
Esto es particularmente relevante para Guatemala, donde los bajos niveles de productividad reflejan la bajísima calidad de su educación primaria. Un cambio de paradigma en la forma de enseñar podría permitir una mejora acelerada en la productividad de los guatemaltecos y, por ende, en sus niveles de bienestar material.
Los avances tecnológicos no sólo entretienen, divierten, educan, sino que también dan esperanza y libertad; y todo eso ya sucedió una vez con la injustamente difamada “caja boba”.
COMENTARIOS DE LOS LECTORES

La tv se ha convertido en la niñera de las nuevas generaciones, pero tambien ha servido para comunicar pensamientos y opiniones que antes eran inaccesibles o censuradas,asi como hay buenos programas asi hay entretenimiento ocioso,considero que las nuevas generaciones estan muy unidas a la tecnologia pero se olvidan de algo muy importante: el trabajo que conlleva alcanzar algo,ahora todo lo tiene en badeja de plata y no cuesta nada acceder a lo que antes se trabajaba y se valoraba, es un tema interesante y critico, creo que es deber de los padres orientar de la mejor manera a los jovenes, respecto a internet y los videojuegos, los cuales hacen perder el tiempo, y babosadas de que su mente se abre y que razonan mas, no lo creo, en cada cafe internet veo chicos que ni limpiarse los mocos sabes pero ya pensando en que chica que voy  ¨agarrar¨viendo su perfil en las redes sociales, veo en los niños agresividad y despertar de violencia prematura producto de los videojuegos, creo que la tv es mejor que internet y los videojuegos,pero depende de los padres analizar dependiendo tamnbien que valores tengan los padres tengan,espero que un dia la gente entienda el valor que tiene mas la experiencia y no tanto el conocimiento, si bien es cierto el conocimiento es poder, la experiencia da el comer diario,

domingo, 22 de enero de 2012

La Ética: Elemento Clave en la Economía

El mecanismo de mercado es el más eficiente para que los recursos económicos, siempre escasos, se ordenen y asignen de la manera más eficiente y efectiva para el logro del bienestar de la sociedad. Ello implica que es conveniente dejar que el interés propio de los agentes económicos guíe las decisiones económicas de manera libre. Sin embargo, para que este maravilloso mecanismo funcione adecuadamente, se requiere que el interés propio de los agentes económicos esté constreñido a ciertos principios morales.d
§ POLÍTICAS PÚBLICAS

LA ÉTICA: ELEMENTO CLAVE EN LA ECONOMÍA

La reciente crisis financiera y económica mundial no ha significado el final del capitalismo (como lo anunciaron ansiosamente, por enésima vez, los hijos huérfanos del marxismo), pero sí plantea la necesidad de revisar los paradigmas que la ciencia económica convencional ha venido empleando para su estudio.
Los economistas convencionales sostenían hasta ahora que el ser humano es un maximizador racional de su interés propio que actúa en un mundo racional caracterizado por fuerzas que conducen las cosas hacia el equilibrio. Sin embargo, estudios experimentales (sociológicos, psicológicos, así como económicos) indican que a la gente también le importa cooperar con otros y actuar con justicia.
Ciertamente, cada individuo tiene un conjunto de preferencias que desea satisfacer, pero para hacerlo aplica un conjunto de consideraciones morales que la ciencia económica debería tomar en consideración. Valores tales como el amor, la benevolencia y el espíritu de comunidad no son recursos escasos, ni requieren de ser economizados para que no se agoten; por ende, su incorporación en las ecuaciones de maximización de utilidades individuales debe ser replanteada por los economistas.
La teoría económica –centrada hasta ahora en el interés individual- debería repensar sus planteamientos a la luz del hecho de que las preferencias de las personas se forman no sólo con base en el interés propio, sino también con  base en valores éticos.
La economía de mercado necesita del comportamiento ético para funcionar eficientemente. En efecto, se requiere que el interés propio de los agentes económicos esté constreñido a ciertos principios morales, como el propio Adam Smith lo indicó en su Teoría de los Sentimientos Morales. Es cierto que Smith insistió en que el interés individual conduce al bien común cuando hay suficiente competencia, pero también sostuvo que ello es posible solamente si la mayoría de personas ha internalizado unas reglas morales generales como guía de su comportamiento.
Un añejo esfuerzo por incorporar dichos valores éticos a la vida económica cotidiana nos lo ha dado la doctrina social de la Iglesia católica, que defiende el derecho a la propiedad privada de los bienes de producción pero, al mismo tiempo, señala que el bien común requiere a veces que tal derecho esté sujeto a ciertas regulaciones gubernamentales y que los problemas del desempleo, la extrema pobreza o la destrucción del medio ambiente no pueden dejarse enteramente a las fuerzas del mercado.
De manera que, desde la ética cristiana, la política económica debería favorecer el funcionamiento de los mercados, pero con la justa regulación estatal que proteja a los más desposeídos, defienda los derechos individuales, permita la organización y la participación de grupos sociales, y minimice las fallas del mercado (como las externalidades que derivan en polución). El grado de regulación estatal no es un asunto de principio, sino de juicio prudente en función de casos particulares. Y aquí es donde la parte difícil comienza: ¿hasta donde es prudente que el Estado intervenga en el mercado sin causar más daño que bien? Esta es la cuestión que la ciencia económica moderna deberá debatir y resolver en los próximos años.
Los principios religiosos podrían ser un sitio para empezar este esfuerzo. Si Jesús es, como proclamamos los cristianos, nuestro Señor e hijo de Dios, debe serlo en cada aspecto de nuestra vida incluyendo el económico y el ético, donde sus enseñanzas deben tener relevancia. Las políticas públicas no sólo pueden tener un impacto directo sobre el funcionamiento de los mercados, sino que también sobre los valores de los individuos que condicionan la forma en que estos toman sus decisiones.
Si el progreso material no va acompañado del progreso moral del individuo, aquél no será verdadero desarrollo sino una amenaza para el sistema. Ojalá que el espíritu de solidaridad y desprendimiento que se cuela por las rendijas de casas y oficinas en esta época navideña se afiance en los corazones de los guatemaltecos en forma de principios éticos y morales sólidos en materia económica y social, especialmente en el caso de los creyentes que coincidimos en que todos estamos llamados a colaborar en el trabajo que Dios hace en el mundo, por amor a Él; y que amar a Dios es amar al prójimo.COMENTARIOS DE LOS LECTORES

El tema de la etica cabalmente es el núcleo central de la base de la organización social del Estado y la sociedad. Como decía Santo Tomás de Aquino, el hombre  nace bueno, pero en la sociedad se descompone y se pierde y por eso el Estado  crea las normas y las sanciones para castigar sus malas acciones. El punto más relevante del artículo de García Lara es el de la regulación del Estado y es la función más importante del Estado y cabalmente la debilidad estructural más débil y subdesarrollada del gobierno de Guatemala y sus instituciones. Los ejemplos más recientes los podemos ver los escenarios de los procesos electoriales  en la representación social de la ciudadaníay en la estructuración de los partidos polìticos y del régimen político en general.
Lo podemos ver la regulación del sistema financiero y la debilidad de sus instituciones en la seguridad del ahorro de los inversionistas,-caso BANCAFE-, de COMERCIO, etc., en la indefección de los usuarios de los servicios de electricidad y telecomunicaciones,  y el pobre papel de la CNE y la SIT, el control de los monopolios y diversas prácticas depredatorias en contra el consumidor,  y en general la inoperancia e incapacidad del Estado en materia de regulación económica.
La inspiración que genera la ética tiene varios vertientes: el cristianos es una fuente inagotable de valores. Otras religiones tambien, incluso la cultura maya aporte importantes mensajes. Pero resulta que la ética es un aspecto individual, subjetivo y queda sujeto a los valores del individuo. Entonces la ética, comoo un aspecto de la realidad extrerna, del ámbito social, le corresponde al Estado impulsar leyes que le den sustento a la  en la regulación del interés público. Por ejemplo en el caso de la corrupción. Es terrible y triste como los funcionarios llegan a las posiciones del estado con el afán de apropiarse de los recursos públicos, y esto explica el poco desarrollo de las políticas públicas. Yo recuerdo que asesorando a SEGEPLAN en el gobierno de Berger, les comenté que el documento era una obraa de arte, con pies y manos, pero sin cabeza. No entendían esta descripción y les indiqué que le faltaba la definición de los instrumentos, ell financiamiento y la institucionalidad. Ellos dijeron que esto no les interesaba, sólo se conformaban con la presentación de la "política" y el manejo mediático de su difusión.
De manera que la etica es un aspecto esencial de la vida de los ciudadanos y sus resultados se validan en la práctica y en las acciones y su valor queda está en la conciencia y en el respeto de los valores y los derechos de los demás. En esta época es oportuno hacerse un examen personal, volviendo a lo más sencillo y en el caso de los cristianos, recordar a Jesús en lo dicho, "ama a tu prójimo, como a ti mismo"

domingo, 15 de enero de 2012

Un Largo Camino por Recorrer

Un conjunto de factores adversos que se están suscitando en Estados Unidos y --especialmente- en Europa, está prolongando la enfermedad de la economía mundial y amenaza con perjudicar el desempeño económico en países como Guatemala



§ POLÍTICAS PÚBLICAS
UN LARGO CAMINO POR RECORRER
El panorama económico mundial no da espacio al optimismo. Las perspectivas de crecimiento económico han sido revisadas hacia la baja: según el Fondo Monetario Internacional, las economías más avanzadas del planeta crecerán menos del 2% anual en 2012, un ritmo de producción tan mediocre como el del año que está por terminar. La situación no es catastrófica, pero la modestísima recuperación económica posterior a la crisis financiera de 2008-2009 sigue siendo extremadamente frágil.
Aunque la economía mundial ya salió de la sala de cuidados intensivos, aún debe permanecer bajo un tratamiento estricto (que a veces pareciera experimental) que augura una larga convalecencia económica: los hacedores de políticas económicas internacionales deberán recorrer un camino de varios años antes de que la situación recobre la normalidad.
Un conjunto de factores adversos está prologando la enfermedad: los desastres naturales en Japón (que redujeron significativamente su crecimiento) y los disturbios políticos en el Oriente Medio (que afectaron el flujo internacional de petróleo) significaron duros golpes a la capacidad productora de la economía mundial en 2011. Encima de ello, el clima de incertidumbre que prevalece respecto del débil crecimiento de la economía de los Estados Unidos y, sobre todo, el catastrófico desorden financiero que se vive en Europa, plantean los retos más difíciles.
Las economías emergentes de Asia se han convertido en los motores de emergencia de la producción y el comercio internacionales, pero las economías avanzadas europeas y norteamericanas continúan teniendo un mayor peso en el balance económico mundial que, en las actuales circunstancias, resulta perjudicial para la comunidad internacional pues, lamentablemente, en ambas regiones prevalece un clima político incierto y una asombrosa falta de confianza de los consumidores e inversionistas.
Estas no son buenas noticias para un país como Guatemala, crecientemente integrado a la economía global. Dicha integración resultó muy positiva cuando la economía mundial estaba en auge, pero ahora significa riesgos importantes. El 40% de las exportaciones guatemaltecas van hacia los Estados Unidos, por lo que el mediocre crecimiento de nuestro principal socio comercial se contagia a nuestro país por vía de un menor dinamismo de nuestras exportaciones.
La sombría situación mundial también se contagia por la vía de la incertidumbre de los inversionistas, que puede encarecer los flujos de financiamiento externo hacia Guatemala. Por si ello fuera poco, las remesas familiares sólo crecerán al ritmo que la economía estadounidense (donde radica la mayoría de nuestros compatriotas que envían remesas) lo haga, lo cual tiene una incidencia directa sobre el consumo de los hogares guatemaltecos que contribuyen con el 85% del gasto nacional dedicado el PIB. Para complicar más las cosas, las finanzas públicas también se ven afectadas pues, en ausencia de una reforma tributaria, los ingresos fiscales no pueden fortalecerse en la medida en que la actividad económica no se recupere sostenidamente.
Las difíciles decisiones de política económica que se están tomando en Europa y Estados Unidos serán un factor clave para el futuro. La recuperación económica no puede seguirse construyendo sobre los frágiles cimientos de un estímulo fiscal que sólo puede ser temporal. Es menester que los países más avanzadas (que fueron, después de todo, quienes ocasionaron la catástrofe financiera de 2008) mejoren sustancialmente la coordinación de sus políticas macroeconómicas para que la inevitable austeridad fiscal no termine de ahogar el crecimiento. Al mismo tiempo, deberán emprender las reformas microeconómicas a las que durante años se han resistido, empezando por el desmantelamiento de los privilegios a ciertas industrias y el reordenamiento de sus mercados financieros.
Pero, sobre todo, los líderes de las principales economías deberán evitar caer en la tentación del proteccionismo que suele asomarse en los momentos de crisis e incertidumbre. El proteccionismo –la cara económica del nacionalismo- no sólo resulta perjudicial para el país que lo practica (y los países ricos pueden darse el lujo de auto-castigarse con ese tipo de políticas), sino que es especialmente pernicioso para los países en desarrollo, como el nuestro.COMENTARIOS DE LOS LECTORES

Desafortunadamente la economía y los economistas han demostrado una total incapacidad para resolver los problemas globales de estabilidad económica y de acceso a satisfactores básicos de la población mundial. Lo único que han demostrado es su capacidad para crear ecuaciones que tienden a la acumulación del capital, no importando cuanto crezcan las economías más avanzadas, pues el fin último es la acumulación y no la distribución equitativa de ese crecimiento. Todo ello sin lugar a dudas se debe a que la economía mundial pende de la riqueza de unos cuantos, especialmente los banqueros y sus instituciones subsidiarias FMI, BM, ONU, OEA, UE, etc. De tal manera que no importa cuanto crezca o deje de crecer una economía ya sea avanzada, emergente o cualquiera otro concepto que los economistas se inventen para tratar de explicar su incapacidad. Pero tal incapacidad, es algo sintomático puesto que viene y va, de acuerdo a los intereses de quien patrocina. Por lo tanto los economistas no ha podido encontrar la piedra filosofal que estabilize la economía mundial. Algo por supuesto no nunca secederá, porque ya sea en una economía estilo USA, UE o CHINA, siempre estará limitada a los dictados de aquellos pocos que acumulan y seguirán acumulado capital y los economistas subiendo y bajando puntos porcentuales al crecimiento económico de las naciones. ¡Qué tal!

viernes, 6 de enero de 2012

Pragmatismo versus Dogmatismo

§ POLÍTICAS PÚBLICAS 
PRAGMATISMO VERSUS DOGMATISMO
Entre los enemigos de este conjunto de políticas pragmáticas se cuentan el dogmatismo y el maximalismo
El tema del desarrollo rural no sólo es apasionante y complejo (como lo atestiguan los comentarios de lectores a esta columna la semana anterior), sino que es, ante todo, un elemento fundamental que determinará la viabilidad económica y la gobernabilidad de Guatemala. Por ello resulta de suprema importancia que se definan políticas públicas de largo plazo, preferentemente a través de un proceso de diálogo que conduzca a acuerdos concretos.
Dichos acuerdos implican la existencia de ciertos consensos mínimos que deben lograrse en un marco de pragmatismo respaldado con sólidos fundamentos técnicos. En el pasado, los consensos políticos han sido difíciles de lograr (especialmente en un área tan espinosa como la del desarrollo rural) porque las partes del debate han tendido a considerar que su interlocutor no solamente estaba equivocado, sino que tenía intenciones perversas. En nada contribuye que, dogmáticamente, se acuse a quienes favorecen la productividad y la empresarialidad como vías para lograr el desarrollo de ser unos ultraconservadores enemigos de la democracia que sólo quieren explotar a los trabajadores o, del otro lado, acusar a quienes prefieren el impulso de la economía campesina y los programas sociales de ser radicales izquierdistas enemigos del mercado y de la propiedad privada.
Aquí es donde cobran importancia propuestas como la de IPNUSAC-IARNA (comentada la semana pasada) que, con todo y sus falencias, pueden constituir una plataforma para definir las políticas prioritarias que urge impulsar en materia de desarrollo rural. Desde este punto de vista resulta oportuno insistir en dos aspectos cruciales que deben incorporarse a un diálogo sobre la materia con una orientación pragmática: invertir en la capacidad productiva del sector agropecuario y mejorar la forma en que operan los mercados agrícolas.
Por un lado, la inversión pública en el área rural es esencial para que la productividad (que hoy en día es dramáticamente baja) se incremente de forma sostenida. Por el otro, el dinero público invertido en lo rural rendirá frutos únicamente si contribuye a mejorar el acceso de los agricultores al mercado de productos: la falta de mercados confiables es una de las mayores barreras al desarrollo rural pues, sin mercados, los agricultores (grandes y pequeños) carecen de incentivos para producir más.
De manera que las políticas públicas de desarrollo rural deben incluir la construcción de vías de acceso, así como medidas para mejorar el funcionamiento de los mercados locales como, por ejemplo, el acceso a información confiable sobre precios o la habilitación de silos para granos básicos. También podrían incluirse, con carácter temporal, medidas como el subsidio a semillas mejoradas o a la adquisición de fertilizantes cuando los mercados locales fallen en la provisión de tales bienes. Asimismo, el reordenamiento institucional que aumente la eficiencia del Estado y fomente la participación ciudadana y comunitaria. Y, sobre todo, el acceso a mejor tecnología (irrigación, semillas, pesticidas, etcétera) deben ser componentes centrales de tales políticas.
Entre los enemigos de este conjunto de políticas pragmáticas se cuentan el dogmatismo y el maximalismo que se atrinchera en muchas propuestas que pululan en el medio, como la iniciativa de ley 4084. Por ejemplo, la idea de la “soberanía alimentaria” (en contraposición al concepto de “seguridad alimentaria”) puede ser contraproducente; no porque sea mala idea que un país (si tiene las ventajas competitivas para producir sus propios alimentos) se esfuerce en lograr dicha soberanía, sino porque el tema se está convirtiendo en una excusa retórica para regresar al proteccionismo y retroceder en materia de libre comercio. La experiencia de muchos años en gran número de países demuestra que la búsqueda a toda costa de la soberanía alimentaria sólo conduce a un enorme desperdicio de recursos que en nada contribuye al desarrollo rural.
La urgente aplicación de una agenda pragmática para el desarrollo rural requiere superar la retórica reivindicativa y el dogmatismo ideológico, lo que pasa por un diálogo serio basado en datos y propuestas técnicas que ya existen. Ojalá que el nuevo gobierno esté en capacidad de impulsarlo y exista en los grupos interesados la madurez para lograrlo.COMENTARIOS DE LOS LECTORES

"únicamente si contribuye a mejorar el acceso de los agricultores al mercado de productos"
Traduciendo: INFRAESTRUCTURA = CARRETERAS
Loables intenciones "temporales" de los subsidios, cito:
"...medidas como el subsidio a semillas mejoradas o a la adquisición de fertilizantes cuando los mercados locales fallen en la provisión de tales bienes"
Pero es de más conocido que todos estos programas llevados por "papá gobierno" solo son foco de corrupción y, en la mayoría de casos, la "ayuda" no llega al de hasta "abajo". Ya quiero ver yo esas semillas y fertilizantes en en los latifundios de allegados a los encargados de su distribución y varios cientos o miles de millones de quetzales después (pagados por nosotros) en las mismas.
Yo no creo que la intervención del estado en forma directa (subsidios, creditos "baratos", semillas, fertilizantes, nuevos entes coordinadores, etc.) sea la solución. Hay que invertir en EDUCACIÓN encamindada a la TECNIFICACIÓN a la par de educación en NEGOCIOS, sobre todo que en un intercambio libre ambas partes ganan. Deberíamos tener por descontado la infraestructura. En lo que si debe intervenir el gobierno es en negociar con nuestros vecinos facilidades para exportar lo producido.
¿Imaginen que todos esos minifundios se unieran y exploraran la tierra en forma técnica y pudieran llevar sus productos a los mercados que lo necesitan sin que "papá gobierno" meta las manos?

Los comentarios de Mario García ahora estan mejor enfocados, al referirse a temas como el de acceso al mercado, productividad, incentivos e institucionalidad. Los tres son elementos fundamentales al considerar el modelo de desarrollo rural. El acceso al mercado, es el punto más crucial, complejo y cuesta arriba, y esto no es un asunto ni ideológico, ni político, es una condición de capacidad empresarial, estándares de calidad y productividad, por su supuesto. Los niveles de productividad es la consecuencia del nivel de desempeño empresarial y conlleva una compleja condición de preparación y fortalecimiento de las capacidades de la cadena de producción.
El tema de los encadenamientos empresariales y mucho más complejo y ofrece muchas posibilidades y aquí si caemos en un punto ideològico y político. USAID viene apoyando desde 1984 un programa de extinsión de la economía campesina, esto es el pequeño y mediano productor rural,- productor de maíz, arroz, hortalizas, por ejemplo-, incentivando y apoyando, incentivando empresas "líderes" o "exitosas", vía AGEXPORT y MAGA, clusters productivos bajo el supuesto, que estas unidades productivas,  al formar una determinada escala de producción produce y genera un valor agregado incrementado  de la cadena productiva, sobre todo cuando tambien se vuelven receptores de la cooperación de AID,. Esto sólo ha favorecido a un pequeño grupo de empresarios rurales, a costo de una serie de prácticas, como imposición de precios, etc. entrega de productos a consignación, períodos largos de pago. Este modelo,  al que todos llamamos el circulo vicioso de inequidad social, a que "todos" decidos queremos romper, pero que en la pràctica, todos compartimos y apoyamos. Claro, la perspectiva de estas decisiones no pasan por USAID-GUATEMALA, sino en los pensadores de Washington, que creen que el dilema de las inequidades son compensadas poco a poco en la medida que el crecimiento económico, va propiciando el "supuesto!" del derrame de la riqueza. Recordemos, que Guatemala, ha dejado de ser productor de arroz y se ha convertido en un importador constante, similar tendencia, nos pasará con el maíz, frijol, hortalizas, etc., parte concurrente  a los  ciclos de inseguridad alimentaria.
Bueno, es sólo parte del análisis, el otro tema es el reordenamiento institucional y la eficiencia del Estado para   fomentar la participación ciudadana y comunitaria. Y, sobre todo, el acceso a mejor tecnología (irrigación, semillas, pesticidas, etcétera) deben ser componentes centrales de tales políticas. Me parece que el punto de la institucionalidad, más bien pasa por la voluntad y capacidad políticaEste es un punto esencial  y que no creo que tenga que llevarse al plano de los consensos sociales. Al menos con las entidades "cupulares". El consenso es importante, pero debería de estar enfocado a las propias organizaciones rurales y los líderazgos comunitariospero no tanto en cuanto al "que",  "para que" y el cómo implementarse. Es obvio que todos los campesinos esperan incentivos.
De manera que son cruciales las decisiones en cuanto a la institucionalidad, ya que el Estado cuenta con una serie de esfuerzos y capacidades, mencionadas en un comentario anterior. Este análisis es fundamental. Determinar el modelo de desarrollo rural, pero pasa por definir tambien, quienes son esos actores políticos.

ENERGÍA ELÉCTRICA: SE ACABARON LAS VACAS GORDAS

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