viernes, 26 de agosto de 2011

Los Temas Principales: Ausentes

Las campañas electorales en el Trópico suelen ser superficiales e improvisadas. Los temas de política pública que plantean y discuten los candidatos son aquellos que los permiten ganar la elección; rara vez, por desagracia, tienen algo qué ver con lo que les va a permitir gobernar una vez se han sacado la lotería electoral. Vale la pena, en medio del fragor publicitario de la campaña, reflexionar sobre los temas que realmente serán los que incidan en el futuro del país.
 § POLÍTICAS PÚBLICAS
LOS TEMAS PRINCIPALES: AUSENTES

Es preciso identificar y priorizar las políticas públicas a ser implementadas como políticas de Estado
Salvo el tema de la inseguridad ciudadana (asociado a la debilidad institucional del estado guatemalteco y a la realidad geopolítica regional), la actual campaña electoral se ha caracterizado por la superficialidad e intrascendencia de los temas en que han centrado su atención los medios de comunicación y las propias propuestas de políticas públicas por parte de los partidos políticos en contienda.
El pobre y escaso debate en materia de de acciones y programas gubernamentales se ha dirigido a temas que, aunque puedan ser importantes en términos de campaña electoral, resultan demasiado coyunturales o de muy escaso impacto en cuanto a lograr el desarrollo integral y sostenido del país. A nivel nacional (los temas de política municipal son otra cosa) el grueso de las noticias electorales y de las ofertas de los candidatos (es difícil saber si las noticias siguen a los candidatos, o a la inversa) están relacionadas con la continuidad de los programas asistencialistas (bolsas solidarias y transferencias de efectivo) o con los procesos administrativos y judiciales para la inscripción de los candidatos.
Mientras tanto, la realidad del país –y sus perspectivas de desarrollo- sigue dando pocos motivos para la esperanza. Los índices de violencia permanecen elevados, la infraestructura pública está en franco deterioro, los indicadores de pobreza y desigualdad son injustificablemente altos para una economía de nuestro tamaño, y la desnutrición infantil continúa siendo una vergüenza nacional frente al mundo civilizado.
En este escenario es menester recapacitar sobre los verdaderos problemas de fondo que constituyen los obstáculos más importantes el progreso de Guatemala y el bienestar de sus habitantes, y plantear a partir de allí las líneas generales de política pública que debiesen tener prioridad en cualquier programa de gobierno realista y responsable (características que no suelen encontrarse en la campaña política).
Una tasa de crecimiento económico demasiado lenta, una institucionalidad pública demasiado débil y una marcada desigualdad de la riqueza caracterizan los problemas del proceso de desarrollo de Guatemala desde hace décadas. Superar estas debilidades –o incluso mantener los indicadores en los precarios niveles actuales- será imposible a menos que se acometen acciones enfocadas propiciar el funcionamiento armonioso y equilibrado de los sistemas económico, social, político y ambiental del país.
Para ello no sólo es preciso identificar las principales políticas de Estado a ser implementadas, sino que también priorizarlas en función de la escasez de recursos fiscales, peor que la de la mayoría de países de nuestro mismo nivel de desarrollo. Así, los esfuerzos gubernamentales debiesen concentrarse en tres áreas prioritarias: (1) el capital humano, particularmente en materia de educación, salud y nutrición –que favorecería el buen funcionamiento de los sistemas económico y social-; (2) la infraestructura básica –principalmente en materia de carreteras, energía y sistema portuario-; y, (3) la institucionalidad del Estado –incluyendo la relativa a seguridad y justicia, descentralización y sistema de partidos políticos-.
Lo anterior sin descuidar otras políticas complementarias que apuntalen las áreas prioritarias. Por ejemplo, el sistema social se reforzaría con compensadores sociales (como las transferencias condicionadas en efectivo) que procuren una reducción de la conflictividad social; el sistema económico se vería favorecido por acciones que privilegien la productividad y el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica (vía fiscal y monetaria); el sistema ecológico requiere reordenar la institucionalidad y el manejo de los recursos naturales y los territorios (incluyendo las políticas de agua y saneamiento), explotando su potencial turístico; y, el sistema institucional demanda reformas que fortalezcan el estado de derecho y el funcionamiento de los mercados.
Esta apretada síntesis de políticas prioritarias representa un reto monumental para cualquier gobierno. En cuanto pasen las elecciones, el nuevo equipo de gobierno deberá poner cuanto antes los pies sobre la tierra, olvidarse de las líricas promesas electorales y buscar los necesarios consensos nacionales para acometer, cuanto antes, los verdaderos temas principales.

viernes, 19 de agosto de 2011

La "Cooperación" Económica Externa

No todo lo que brilla es oro. Y no todo lo que nos regalan (así se trate de regalos de cumpleaños) es algo que necesitemos. La ayuda económica externa, para un país como Guatemala (que NO ES de los más pobres del mundo) es muy bienvenida y necesaria en casos de emergencia (como desastres naturales o hambrunas) y es muy útil cuando se utiliza para construir instituciones usando la experticia de otros países que nos superan en ese campo. El resto de la "ayuda" debemos verlo con escepticismo.

§ POLÍTICAS PÚBLICAS
LA “COOPERACIÓN” ECONÓMICA EXTERNA

No todo lo que se clasifica como ayuda oficial al desarrollo es genuinamente ayuda  
La semana pasada se informó que la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia –SEGEPLAN- estimaba que, como mínimo, la cooperación económica internacional recibida por Guatemala en los últimos quince años ascendía a unos Q70 millardos, aunque la titular del ramo reconoció que, por diversas razones (como la falta de archivos ordenados) la información era solamente aproximada.
La noticia publicada incluyó también una serie de comentarios que criticaban la falta de efectividad de dicha ayuda debido a la falta de políticas gubernamentales de largo plazo y a la débil institucionalidad pública. Además, se dejó ver que los países cooperantes podrían estar insatisfechos por los magros resultados de su ayuda en términos de reducción de la pobreza y mejora del desarrollo del país.
En todo caso, es conveniente tomar con mucha cautela las “gigantescas” cifras a las que supuestamente asciende la cooperación extranjera. En primer lugar porque, en términos relativos, la asistencia oficial para el desarrollo que recibe Guatemala no es tan significativa pues, según la OCDE (el club de los países cooperantes), representó un 1.25% de su ingreso nacional bruto (en promedio anual de 2007 a 2009), porcentaje muy similar al del promedio del grupo de países clasificados como de ingreso medio-bajo (entre los que se incluyen, por ejemplo, Guatemala, Paraguay y El Salvador). En estos términos, evidentemente, nuestro país recibe menos cooperación económica que otros de menor nivel de ingreso como Bolivia (que recibió ayuda equivalente a un 4% de su ingreso nacional, en el mismo periodo), Honduras (3.8%), Nicaragua (13.1%), Mozambique (20.8%), o Burindi (41.2%).
En segundo lugar, las cifras de cooperación internacional no están bien registradas, no sólo en nuestros desordenados archivos gubernamentales, sino también en los de los países donantes, cuyos ciudadanos financian con sus impuestos muchos proyectos y actividades oficiales y de ONGs que no sólo suelen tener poco impacto en el bienestar de los pobres sino que, en ocasiones, se rigen por motivaciones políticas y diplomáticas poco transparentes.
En tercer lugar, no todo lo que se clasifica como ayuda oficial al desarrollo es genuinamente ayuda. En el caso de Guatemala, casi el 70% de la “cooperación” registrada por SEGEPLAN corresponde a préstamos –muchos de ellos “atados” a ciertas condiciones que favorecen a empresas del país otorgante- que tarde o temprano nuestro país debe devolver, si bien es cierto a tasas de interés subsidiadas y con períodos de gracia incorporados. Del restante 30% (las verdaderas donaciones) una buena tajada se concede a fundaciones, iglesias y otras asociaciones que utilizan los recursos con la eficacia que su buena fe y capacidad institucional les permiten.
La efectividad de la ayuda económica externa, en términos de impulsar el desarrollo económico y humano, ha sido puesta en duda por diversos académicos a nivel internacional. Economistas como Peter Thomas Bauer, Dambisa Moyo, Paul Mosley o Peter Boone han comprobado que no existe correlación entre la ayuda recibida y el crecimiento económico de los países recipiendarios, entre otras razones, por el drenaje de recursos que su debilidad institucional ocasiona en forma de proyectos y gastos improductivos.
Por ello los propios países de la OCDE adoptaron en 2005 una serie de principios para aumentar la efectividad de su ayuda externa. Tales principios incluyen la necesidad de que el país recipiendario se apropie de las políticas y estrategias financiadas por la cooperación, que la misma esté alineada con las prioridades de desarrollo de cada país, que los cooperantes se coordinen en la priorización del destino de su ayuda, que ésta esté enfocada a lograr resultados y que todas tanto donantes como recipiendarios sean responsables del uso transparente y eficiente de los recursos.
Ante el poco avance mostrado por los cooperantes en el cumplimiento de estos simples principios, y con la crisis económica por la que ahora atraviesan, no podemos sino ser pesimistas respecto de que algún día se pongan de acuerdo en los temas que realmente pueden ayudar al desarrollo y bienestar de los países menos desarrollados: la apertura de sus mercados a nuestros productos y la apertura de sus fronteras a nuestros trabajadores.
COMENTARIOS DE LOS LECTORES

Respecto de los datos estadísticos sobre la relación cooperación internacional,-  ingreso nacional bruto pueden conjeturarse algunos conceptos. Guatemala no requiere de ayudas internacionales y produce bastante, por eso la baja. relación. Otro. Somos malos pedigüeños  y por eso no nos dan la lana. Tenemos mala fama y nos tienen desconfianza. Somos muy presumidos y no recibimos cualquier cosa. Yo creo que somos malos pedigüeños con algo de creídos y presumidos. Por ejemplo el presumido presidente que no solicito la condición migratoria en USA y paso a fastidiar a miles de miles de guatemaltecos que viven ilegalmente en USA. Allí fuimos malos pedigüeños y presumidos. Por otro lado la relación ingreso nacional y lo que nos dan (cooperación) no es una cifra útil para comparar entre los países que reciben mas o menos dinero, de la misma forma también no se analiza en que se gasta y si paga impuestos al gobierno.

domingo, 14 de agosto de 2011

Educación Sin Maestros

El científico y escritor británico Arthur Clarke escribió una vez que "si un profesor puede ser reemplazado por una computadora, dicho profesor debería ser reemplazado". Aprovechando la enésima huelga de las huestes de Joviel Acevedo, les dejo esta reflexión sobre el enorme potencial de la informática en la educación de las generaciones futuras.

§ POLÍTICAS PÚBLICAS
EDUCACIÓN SIN MAESTROS

La ausencia prolongada de los maestros podría no ser tan perniciosa para la educación de los niños  
Por enésima vez los sindicatos magisteriales del sector público han decidido suspender labores como una medida de presión a las autoridades para que atiendan sus demandas. Aunque resulta difícil, en pleno barullo electoral, discernir ante qué autoridades protestan los maestros y cuáles son sus demandas, en la opinión pública se expresa preocupación por los efectos negativos que la ausencia de los maestros puede tener sobre la educación de los niños y jóvenes guatemaltecos.
Paradójicamente, en medio de esta confusión, puede verse un inspirador video publicado en TED (ese magnífico sitio en internet dedicado a difundir ideas innovadoras) titulado “La aventura de los niños que aprenden por sí mismos”. Se trata de un experimento del profesor Sugata Mitra, replicado exitosamente en varias áreas marginales de su país (India), en donde una terminal de computadora con acceso a internet se deja empotrada en una pared, al alcance de los niños, y estos logran aprender solos (y muy bien). Y piensa uno que, de pronto, la ausencia prolongada de los maestros podría no ser tan perniciosa para la educación de los niños.
El desempeño de nuestro sistema educativo muy deficiente. Aunque en términos de cobertura (especialmente en primaria) ha mejorado en años recientes, la calidad de la enseñanza es peor que mediocre. Según evaluaciones del Ministerio de Educación, sólo un poco más de la mitad de los egresados de sexto grado obtienen resultados satisfactorios en matemáticas, y apenas un poco más de la tercera parte salieron aprobados en lenguaje.
La situación es mucho peor a nivel de educación media y diversificado: únicamente uno de cada nueve graduandos de nivel medio aprobaron las pruebas de lectura y solamente tres de cada cien lo hicieron en matemáticas. En buena medida, estos resultados catastróficos obedecen a la baja calidad de los docentes. De acuerdo a las pruebas que el Ministerio realiza a los optantes a plaza de maestro, ni siquiera la mitad de ellos alcanzaba a atinarle al mínimo de respuestas correctas. Esto configura un círculo vicioso en el que maestros mal preparados educan deficientemente a futuros graduandos.
Los resultados de las pruebas de admisión a las universidades del país no sólo confirman lo anterior, sino que también demuestran que la mala calidad educativa también es una característica difundida en la mayoría de establecimientos privados.
De ahí que, como dijo Michael Lisman (coordinador para Centroamérica del Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina), nuestro sistema educativo es una “fábrica de fracasos” que condena a un gran número de jóvenes a naufragar en su educación superior o a aspirar a trabajos mal remunerados. El sistema no se adapta a un mundo en el que, a través de la tecnología, los alumnos podrían acceder a herramientas que les hablen en su propio idioma, que los incentiven a ser críticos y creativos, que los desafíen a resolver problemas de la vida real, que les enseñen a buscar ayuda y que los estimulen a correr riesgos.
Es posible que quienes viven y medran de nuestro sistema mediocre se horroricen sólo de pensar que, con los instrumentos informáticos apropiados a su alcance, los alumnos pueden saber hoy más que los maestros. El experimento del profesor Mitra en India demuestra que, donde no hay (buenos) profesores, la tecnología puede ser un apoyo crucial para generar un aprendizaje significativo y útil para la vida, ya que permite que los jóvenes desarrollen por sí mismos su potencial dejándoles expresarse, explorar, crear y comunicarse, además de abrirles una enorme ventana de interrelaciones con el mundo entero. El acceso a la informática puede ser un excelente medio para –como dicen los gringos- “nivelar el terreno de juego” en una sociedad tan desigual como la nuestra.
Vale la pena plantearse, desde el punto de vista de la eficiencia económica, que los maestros se enfoquen en hacer mejor lo básico (enseñar bien las operaciones aritméticas básicas y la lectura), para que los jóvenes tomen en sus manos (con la guía adecuada) su propia educación a través de la tecnología. Para ello, por supuesto, habría que pensar en modificar la forma en que, por ejemplo, se gastan hoy los Q1 mil millones asignados a gastos de administración y docencia a nivel medio.
Comentarios de los Lectores


En educación hay muchas cosas interesantes que discutir y muchas veces no estaos bien ubicados en objetivos, estrategias, tecnologías, espacios de acción, procesos históricos, etc. El autor nos plantea un concepto interesante  que es parte de las divergencias que definen nuestro moderno siglo y parte final del pasado. El espacio histórico y organizativo de gobierno es el CHAMBITALISMO, una educación de maestros masa con alumnos masa, millones que requieren aula según procesos, modelos tradicionales, pedagogía atrasada y no de acuerdo con la tecnología de la comunicación. Además de eso nos encontramos incrustada una ideología política que plantea una lucha social en sus orígenes de clase trabajadora en polaridad con empresarios y oligarquías terratenientes, pero conceptos en los cuales la polaridad debe ser diferente. Los trabajadores maestros masa se enfrentan al grupo que administra los ingresos que el gobierno recibe por impuestos o créditos y se sienten o simulan sentir, que están en la lucha polarizada de la economía del siglo XIX. Creando conceptos nuevos y llegando a conceptos de que las plazas de empleo en gobierno deben ser heredados porque ellos han comprado su puesto de trabajo en un sistema corrupto de administración pública. Como una forma de acción y obtener privilegios se generan huelgas, manifestaciones, disciplina sindical, vacaciones y pocos días de clase al año. Por otra parte la tecnología de la comunicación plantea nuevas alternativas frente a un modelo escolar rígido, de largo plazo,, alto costo, baja escolaridad, alta deserción, etc. En este choque de múltiples dualidades el gobierno ha optado por no evaluar a los niños y certificar solamente asistencia, sin embargo la sociedad evalúa conocimientos y si no se tienen, paga mal y hay que superarse por fuera. La superación educativa de los niños no está en que los maestros se pongan a estudiar, sino en que pongan a estudiar a los niños y los motiven. No está tampoco en que algunos sean minus alimentados, los niños con oportunidad se desenvuelven mejor en las comunicaciones modernas que los maestros, aunque no reciban desayuno y aprenden fuera de la escuela muchisimas cosas que los atrasados planes de estudio no contemplan. La educación privada funciona mal porque la corrupción administrativa no la vigila, pero los PADRES EXIGEN PORQUE PAGAN  y entonces tenemos algunos datos Que un niño de primaria pública pase a básico publico es 1.4 de 10. Que un niño de escuela primaria privada pase a secundaria privada es  de 12.5 niños de 10 niños de escuela privada. El que quiera interpretar el dato le obsequio estadísticas,lvsergio2@cableonline.com.mx  El que un niño de primaria publica llegue a diversificado  es de 1 en 25 niños que se inscribieron en primaria. El que un niño de primaria privada llegue a diversificado privado es de 1 de cada 3. Estos son deducciones particulares para Guatemala. Cuantos niños de primaria publica tienen opción de llegar a la universidad? Se los dejo de tarea. Cual es el sistema del futuro, los maestros deberán enseñar herramientas culturales de trabajo, lenguas y matemáticas a través de un teléfono celular y desde el mismo los niños se van a PODER EXAMINAR Y OBTENER LOS CERTIFICADOS QUE CORRESPONDAN A SUS CONOCIMIENTOS. Los maestros tradicionales pueden seguir en su lucha de clases y en huelga, SOLUCIONES AHORA, SIN SANGRE, SIN MIEDO, SIN DEMORA. Que las ideologías no te impidan ver la realidad, que la realidad no te obstruya el pensamiento, que tu pensamiento genere  nuevas oportunidades.


En primer lugar se sabe que el sindicato del magisterio es uno de los más pesados en el país.  Se sabe que a pesar de que ellos mismos saben que el dinero que les prometieron no es el problema sino que los compromisos políticos son los que mandan, la calidad educativa por estas y otras razones no mejoraran en el corto plazo.  Fijese usted que se sabe por ejemplo que habían unas 25 o 50 plazas que un diputado del PP negocio y paró porque negociaron algo a cambio de otra cosa.  Esto sucedio en Chimaltenango, en el mismo lugar en donde los coordinadores educativos reciben mordidas de establecimientos sin permiso para operar, además son estos los que negocian plazas con sus amigos a fin de colocarlos en donde les convenga.  Por otra parte, estos mismos coordinadores persiguen  a los establecimientos que no les dan dinero, y tratan de inventarles cosas a fin de presionarlos hasta que logran la extorsión.  Lo ilógico de todo es que le magisterio sabe que todas estas movidas las hacen los coordinadores y maestros que venden sus plazas.  Si esto sucede en un pueblo de Chimaltenango, multiplique usted toda la corrupción que hay en el país.  Porqué un diputado del PP de Chimaltenango estaría interesado en unas plazas magisteriales, y porqué de esto los maestros del sindicato no alegan nada, será acaso que alcanzan también sus centavitos con estas movidas. Por eso es que al magisterio lo que menos le interesa es mejorar, porqué el sindicato no se para por recibir los textos hasta medio año, será que a los dirigentes no les dan dinero de la impresión de textos. Porqué será que los coordinadores en Chimaltenango no son cambiados a pesar de que el sindicato del magisterio sabe que son corruptos y que venden plazas y extorsionan establecimientos.  Es por demás tratar de resolver los problemas magisteriales, porqué será que Otto Pérez quería reunirse sólo con la cúpula del magisterio, y qué les quería ofrecer, será que Otto Pérez quería una tregua y será que por eso sus diputados están negociando plazas.  Quién lo puede saber solo ellos ...


jueves, 4 de agosto de 2011

El Cáncer de la Corrupción

Como un asesino silencioso que te carcome las entrañas, al principio sin que te des cuenta hasta que quizá ya es demasiado tarde... Como caldero de agua que hierve poco a poco y te cuece hasta la muerte, como desprevenida tortuga que se cocina en su propio caldo... Así es la corrupción de la todos somos víctimas, y cómplices a la vez. Debemos luchar porque nuestros hijos se formen en una cultura de cero tolerancia a la corrupción; pero será difícil cuando nosotros vivimos impávidos en una de tolerancia casi total.

§ POLÍTICAS PÚBLICAS
EL CÁNCER DE LA CORRUPCIÓN
Las manifestaciones de corrupción son tan abundantes y comunes que ya casi ni las percibimos como algo malo
Orden y progreso son características fundamentales de un país funcional. Lamentablemente, en los últimos cien años –para no retroceder mucho- rara vez ha vivido Guatemala un periodo en el que converjan ambas circunstancias. En tiempo de Ubico hubo orden pero, a la vez, un grave retroceso respecto de otras naciones que progresaron más rápidamente. En las décadas de 1960 y 1970 se registró, en contraste, un período de rápido crecimiento económico, pero en medio de un conflicto social creciente. En los ochentas se configuró la peor de las combinaciones: desorden y retroceso económico-social.
A partir de los años noventa se fue estableciendo un orden precario y una muy modesta prosperidad. Hoy día se asoma la amenaza de que una serie de circunstancias adversas nos pueda precipitar de nuevo al desorden y el retroceso como en los años ochenta. Entre esas circunstancias –además del embate del crimen organizado, la falta de políticas públicas y la debilidad institucional- destaca la rampante corrupción que, como un cáncer maligno, descompone silenciosa pero mortalmente las entrañas del Estado.
Los desafíos que enfrenta hoy Guatemala son tanto de orden moral, como político, económico y social. Las manifestaciones de corrupción son tan abundantes y comunes que ya casi ni las percibimos como algo malo. Unos botones de muestra: la miríada de oenegés relacionadas con diputados y alcaldes que se auto-recetan la construcción de obras; la contratación y compra de servicios públicos sin que estén presupuestados (que engendran la injustificable “deuda flotante”); las obscuras compras de medicamentos; los múltiples fideicomisos constituidos para evadir la ley de contrataciones; la falta de rendición de cuentas por parte de entidades descentralizadas y autónomas; y, la concesión obscura de explotación de recursos naturales en áreas protegidas.
La corrupción no es nueva en nuestro país, pero su proporción y ubicuidad actual no tiene precedentes. Su nefasta práctica cruza transversalmente amplios segmentos del espectro político a nivel nacional y local, lo mismo que del sector empresarial, de la prensa y de la sociedad civil. Su origen yace, quizá, en el paulatino deterioro de la clase política y en el gradual desprecio de las élites hacia la cosa pública y el servicio civil. Los políticos preclaros que debatían ideas y los burócratas probos que servían al público con orgullo eran mayoría a mediados del siglo pasado; hoy, son perlas escasas en el mar de la amoralidad.
La reversión de esta lamentable situación es, sin embargo, aún posible. Así como se han logrado impulsar algunas reformas en materia política y económica, ahora  hay que poner todos los esfuerzos en rescatar y renovar las instituciones públicas si es que queremos detener la corrosión sostenida del Estado, moderar las inequidades, manejar los conflictos sociales y mejorar la eficiencia gubernamental.
El rescate de las instituciones es esencial para asegurar que funcionarios y jueces gocen de independencia frente a los caprichos políticos; evitar que criminales puedan ser candidatos a puestos de elección; limitar el abuso de poder de las autoridades; facilitar la inversión privada en las distintas comunidades, pero asegurando los justos beneficios a los pobladores; y, hacer más eficiente la provisión de servicios de salud y educación a cargo del gobierno, entre otros.
Pero para ello debemos elevar el nivel de conciencia social respecto de cuán perniciosa es la corrupción: el enorme grado de tolerancia que ahora exhibe la sociedad guatemalteca debe ser revertido. De lo contrario, la marea de actos de corrupción que nos ahoga va a impedir que el orden y el progreso se instalen en nuestra patria.
El combate a la corrupción no es tarea fácil. Desde el rescate y fortalecimiento de la Contraloría General de Cuentas (que debiese tener la misma prioridad que hasta ahora está teniendo el rescate del Ministerio Público), hasta la reconstrucción moral de la estructura de valores con que se forman los niños y jóvenes guatemaltecos, el desafío es descomunal. Pero es imprescindible comenzar, cuanto antes, pues no podemos seguir enfrentando las prácticas de corrupción, cada vez más sofisticadas y perversas, con herramientas jurídicas obsoletas, instituciones disfuncionales y valores trastocados.
COMENTARIOS DE LOS LECTORES
Los miembros de la CAMARA DE COMERCIO DE LA OBRA PUBLICA CACOP, Están en su año de Hidalgo, como le llaman en México al ultimo año de gobierno. Esa cámara está integrada por diputados, parientes  y alcaldes y alli solo se abre la boca para las mordidas, fuera de eso no se escucha ni se sabe nada.
Todos queremos que las instituciones de gobierno trabajane para el interes común, pero solo queda en palabras, no hay acciones por parte de la población y así hemos estado desde hace bastante tiempo.
Este tema se ha venido desarrollando por muchos columnistas
pero al final no queda nada, de verdad sirve tanto escribir y nada de actuar?
Es importante que ahora paremos esta situación y no
permitamos que nos llenen la cabeza de cuentos, que las decisiones las tomemos
el pueblo y no funcionarios que reciben millones para falsas defensas de ley.
Me parece que siempre ha existido, lo que pasa es que ahora
todo se saca a luz, en estos momentos ya el pueblo debiera estar preparado para
fiscalizar y retar a los políticos a hacer propuestas concretas para un cambio
definitivo para la población, lamentablemente el cáncer de la corrupción esta
vez alcanzo hasta a los magistrados.

ENERGÍA ELÉCTRICA: SE ACABARON LAS VACAS GORDAS

URGEN MEDIDAS PARA EVITAR UN DÉFICIT DE SUMINISTRO   Durante años, el sistema eléctrico nacional tuvo un superávit de oferta; es decir, su c...