viernes, 29 de abril de 2011

Al Primer Caballero de la Nación

A quienes no les guste el sarcasmo y a quienes les disgusta la sutileza (como es el caso de algunos de los lectores que comentaron mi columna en Siglo21 el pasado martes), habrá que decírselos sin anestesia: el concepto de "primera dama de la nación" o de "primer caballero de la nación" es anacrónico, sexista, ridículo, antidemocrático y perverso. En los países civilizados (con la posible excepción, como siempre, de los Estados Unidos), la esposa(o) del Presidente(a) o Jefe(a) de Gobierno no juega, ni tiene por qué jugar, ningún rol en el gobierno de su cónyuge (ni siquiera como repartidor de "obras de caridad"). Por lo tanto, dicha figura debería abolirse. Para el resto de lectores, les dejo mi columna de esta semana.

§ POLÍTICAS PÚBLICAS

AL PRIMER CABALLERO DE LA NACIÓN

Ciertos aspectos importantes que deberían regir el comportamiento de tan afortunado varón

Las elecciones que se avecinan contarán con varias mujeres como candidatas presidenciales y vicepresidenciales, de manera que existen probabilidades de que en algún momento el Organismo Ejecutivo esté dirigido por una dama cuyo esposo (si lo tuviera) se constituiría en “el Primer Caballero de la Nación”. Dado que esta figura, inédita en nuestra historia, no cuenta con muchos referentes que marquen un ejemplo a seguir, resulta oportuno y prudente reparar, a guisa de consejo, sobre ciertos aspectos importantes que deberían regir el comportamiento de tan afortunado varón.

Señor Primer Caballero: recuerde siempre, y sobre todo, que usted no integra el binomio presidencial, por mucho que durante la campaña hayan utilizado su imagen, abrazado de su esposa (ahora Presidenta), bajo un lema publicitario del tipo “bondad y fuerza”. Recuerde que quien fue electa fue su esposa, mediante el voto con el que el pueblo le delegó el poder. Tenga claro que la figura de Primer Caballero es simbólica pues no se elige mediante voto, no se nombra atendiendo a su capacidad, idoneidad y honradez, ni tampoco recibe salario o hace un juramento de respeto a la constitución en el desempeño de su función.

No se le ocurra empezar a hacer obras de caridad con los recursos del erario público (que no son propiedad suya ni de su esposa), ni inventarse programas sociales bautizados creativamente como “creciendo maravillosamente con las obras sociales del esposo de la presidenta”, o cosas así. Por muy tentador que suene, evite ejercer funciones públicas y tenga presente que no existe ninguna ley específica que invista al cónyuge de la Presidenta de especiales calidades, cualidades ni prerrogativas.

Evítelo, ante todo, por el bien de la democracia y el estado de derecho, ya que no existe mecanismo alguno para “remover” al Primer Caballero de su puesto, ni existe un mecanismo para fiscalizar sus acciones, para sancionarlo, ni para interpelarlo. Pero tenga presente que, aunque la Constitución prevé inmunidades y privilegios para ciertos funcionarios, no contempla tal protección para usted ni los demás familiares de la Presidenta.

No acepte ofrecimiento alguno de funcionarios zalameros para que usted asuma, de hecho, funciones que en ley corresponden a los distintos Ministerios que tienen un mandato específico como órganos rectores de su materia. Así que nada de aceptar tener a su cargo, como Primer Caballero, ninguna estructura administrativa dentro del Ejecutivo (como una “Secretaría de Socorro Social del Primer Caballero”), ni tener a su cargo la ejecución de presupuesto alguno, pues no estaría obligado a rendir cuentas sobre el mismo y eso entraña riesgos para su reputación, y para el fisco.

Si tiene usted aspiraciones políticas, tenga la gentileza, el pudor y la paciencia de esperarse los cuatro años que la Constitución exige antes de lanzarse como candidato; no sólo por cumplir con la ley, sino porque, aunque no estuviera prohibido, no es ético que usted o sus hijos, hermanos o parientes saquen ventaja de la posición de su esposa, ni es aconsejable someterlos a la tentación de utilizar recursos del estado para promover su figura.

Nunca pierda de vista que el cónyuge de la Presidenta no es parte del gobierno. Ame a su esposa, llénela de comprensión y cariño, hágala que se sienta respaldada y apreciada (especialmente cuando las encuestas empiecen a mostrar rechazo popular), manténgala enfocada en las cosas importantes de la vida y aconséjela para que obre en bien del país. Esta es la verdadera y principal labor del Primer Caballero, quien además debe acompañar con dignidad a la mandataria en los actos protocolarios que así lo requieran, pero con una presencia puramente ceremonial y simbólica.

Es muy posible que estos consejos también sean aplicables a la figura de la Primera Dama, aunque para ello haya que estar dispuestos a romper paradigmas, como lo hizo el presidente Rafael Correa en Ecuador, quien hace poco eliminó la figura de la Primera Dama y retiró a su país de las “cumbres regionales de primeras damas”, al considerar que dicho cargo era “sexista”, “un anacronismo impuesto por los protocolos internacionales” y porque la “persona casada con un presidente no debe tener derecho a asumir funciones de Estado ya que no ha sido electa”. Bien por él.

COMENTARIOS DE LOS LECTORES

creo que puede ayudar en obras sociales, pero como bien dice no tomar roles protagonicos y mover recursos del estado como se esta haciendo ahora con poca transparencia. Creo que igual que el vacio de la figura del vicepresidente quien puede coordinar el gabinete social, que normalmente el desempenio es pobre, con poca coordinacion y con muchos ministros que tienen poder y no les gusta seguir ordenes, en este caso fueron subditos de sandra colom y espada poco pudo hacer para dar direccion. realmente el vice debiera de apoyar en politica de forma efectiva y coordinando ya que jerarquicamente tiene mas influencia que cualquier ministro, incluido el de finanzas. Programas sociales, creo que son necesarios y deben mejorarse, y no solo verse como un gasto en el corto plazo, el cual puede ser inefectivo si no se utiliza para mejorar el capital humano de las nuevas generaciones. los efectos cuesta verlos porque la gente piensa en el corto plazo y falta tiempo para que los ninos crezcan y produzcan, es ahi donde se vera mas los efectos. y claro en el contexto chapin donde lo que aportamos en terminos de economia en impuestos competimos con paises africanos o con haiti, igual pasa que sacar recursos de un lado y pasarlos al otro se debilitan muchas cosas.

Entonces el
primer caballero seria como un accesorio, y solo se limitaría a jugar villar,
si las primeras damas jugaban canasta, el primer caballero debe jugar villar o
algo más culto, como polo. Que estupidez, si esta la secretaria de obras
sociales de la esposa del presidente, igual el primer caballero seria el
encargado de regir dicha institución y brindar apoyo en obras sociales, y no
solo quedarse en casa rascándose la pansa.

Esta columna solo demuestra que todavía hay gente que ve en todo algo que criticar y encima bastante retrogrado con respecto a categorizar un género, ya tenemos bastante con el racismo en el que vivimos para que sigamos con este tipo de cosas.

Don Mario Garcia.Hoy ya no es necesario viajar y gastar tanta plata para informarse,hoy simple-mente tenemos un azadon como herramienta que se llama Internet,ahi se dara Ud cuenta de todas las obras sociales que han hecho,hacen y seguiran haciendo las Primeras Dam@s.En Guatemala por eje las pioneras:Elisa Martinez de Arevalo,QEPD(Argentina)Maria Cristina Vilanova de Arvenz,QEPD(Salvadorenia)Sandra Torres de Colom, VYC(Guatemalteca)y de la segunda divicion Patricia Escobar de Arzu VYC,(Salvadorenia)y asi hay otras que aunque muy poco,si han hecho algo de obra social,y todo con la plata del estado como se hace en todas partes del mundo.Extension(VYC=Vivita y Coleando)

Como a todo se le
busca un "pero" este es el papel que hace esta columna, buscar el
"pero" de la sopa, si bien, no se ha tenido un primer caballero, creo
que seria bueno que nos vayamos haciendo a la idea, pues las mujeres que están
dentro del proceso electoral, darán guerra y darán mucho por el país, así es
que no hay de que preocuparse, sino al contrario, será de sentirse orgullosos.

Que bueno que la
historia de Guatemala este cambiando, ya que es posible que este caso de un
primer caballero se de en nuestra tierra, ya que si se hiciera lo que en esta
nota se dice, estaríamos mal, pues no se puede ver a un lapicero, solo para
plasmar pensamientos y que este borre a la ves lo ya escrito. Sera que para el
señor Mario García su madrecita solo es un objeto mas, que solo sirve para
adornar su vida.

El
papel de este personaje no seria solo de adornar el apellido de alguien o para
darle compañía a alguien, pues el papel que han tenido las primeras damas, es
el papel que este personaje debería de ejercer, pero no un primer caballero que
vera pasar los problemas y se quedara sin hacer nada, que para eso hay muchos
otros, este debe ser emprendedor y sobre todo con optimismo, para ayudar a su
esposa. Por eso apuesto a que habrá un primer
caballero de la nación.

Y que esta promoviendo entonces? que el esposo o esposa del/a presidente/a sean solo un adorno de acompañamiento que solo sirvan para hacer bulto en una foto o en una inauguración. No se critica que su visión sea tan reducida y que espere tan poco de un gobierno. Lo que Guatemala actualmente necesita es un gobierno donde todos trabajen por mejorar el país.

primero el trabajo que se haga para beneficio social no es una caridad, en segundo lugar es evidente que para hacer ese tipo de obras sociales se tiene que utilizar recursos del Estado, no podemos exigir que haya esto y el otro en el país si no queremos que se toque el dinero, cual es el miedo que se utilice el dinero para el desarrollo social??

Lo que les paniquea es que una primera dama rompió el molde (Sandra Torres) porque ella no acepto sumisamente ese papel que se le cuelga de cosa al lado del presidente. Ella ha sido el ejemplo del rol que debe jugar una primera dama o un primer caballero, no solo el de amar y comprender a la pareja, sino de trabajar al lado por un bien común. No creo que Guate necesite llegar a una postura casi misogina como la de Correa. Mi hermano, el paradigma en Guate ya se rompió, y se demuestra que una persona con papel de cosa no ayuda pero si, alguien activa que trabaje por el bien común al lado de quien gobierne.

sábado, 23 de abril de 2011

Impacto Económico de la Semana Santa

La Semana Santa en Antigua Guatemala es un fenómeno religioso, cultural, social y, claro está económico. El Grupo Satélite (promotor de la Economía de la Cultura), del cual formo parte, está realizando un estudio (de esos con encuestadores y todo) para estimar el impacto económico de ese importante fenómeno en la urbe antigüeña. Esperamos que este sea un buen primer paso para ir cuantificando sistemática y científicamente el valor económico que constituye la riqueza cultural de Guatemala.

§ POLÍTICAS PÚBLICAS

SEMANA SANTA: SU IMPACTO ECONÓMICO
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La Semana Santa es una tradición que puede ser valorada como un acontecimiento impulsor de actividad económica, empleos y rentas

Entre las celebraciones populares del país, la Semana Santa combina muchos elementos que caracterizan el modo de ser del guatemalteco y que revelan sus capacidades creativas y organizativas. Y en La Antigua Guatemala, particularmente, estos elementos se subliman al enmarcarse en el escenario monumental de la ciudad colonial. Si bien es cierto que esta celebración tiene, ante todo, una dimensión religiosa enfocada en conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, también lo es que sus efectos pueden abarcar diversas dimensiones.

Desde el ámbito sociológico, la Semana Santa es un fenómeno que entraña una dinámica participación ciudadana a través de las hermandades y otras organizaciones centrales a la celebración. También tiene una dimensión cultural, como una fuente generosa de proyección del arte en todas sus manifestaciones, enmarcadas en el esplendor urbano de La Antigua.

Y, claro está, tiene una dimensión económica, no sólo por el valor intrínseco de los bienes culturales que la integran, sino también por el efecto económico innegable de los intercambios y flujos asociados a la celebración y que generan rentas, empleos y beneficios fiscales. De manera que la Semana Santa de La Antigua Guatemala es una tradición que puede ser valorada como un acontecimiento cultural impulsor de actividad económica materializada en empleos y rentas para los habitantes y empresarios de la ciudad.

La generación de riqueza y empleo que se produce por la celebración de la Semana Santa es resultado de los flujos productivos por parte de los residentes de La Antigua y los miles de visitantes que acuden a la ciudad estos días y que, de forma directa e indirecta, hacen que aumenten los consumos intermedios del sistema económico y el valor agregado producido por tales flujos.

En años recientes se han realizado estudios de impacto económico de fiestas y eventos culturales en regiones de otros países, que han arrojado resultados muy útiles para su planificación estratégica. Esa experiencia sirve de base a un esfuerzo que se está llevando a cabo para calcular el impacto económico de la Semana Santa en La Antigua Guatemala, dirigido por el Grupo Satélite (promotor de la Economía de la Cultura) de Guatemala, auspiciado por el Observatorio Andaluz para la Economía de la Cultura y el Desarrollo –OIKOS- y apoyado por la Asociación para la Cultura y el Desarrollo –ACUDE-.

Se trata de un estudio cuantitativo que lleva meses de estarse preparando y que comporta la captación de datos de distintas fuentes y la realización de encuestas a visitantes y residentes, lo cual ha requerido el involucramiento de todos los actores que conformaran las fuentes de datos: las Hermandades de La Antigua Guatemala, las asociaciones empresariales antigüeñas, la Municipalidad de La Antigua, el

INGUAT, el Ministerio de Cultura, universidades y entidades relacionadas con la ciudad colonial, así como sus residentes y los visitantes cuaresmales

Con la información que se está recopilando se realizará un análisis de los datos a fin de conocer el efecto económico de la Semana Santa en La Antigua sobre la producción, los ingresos y el empleo, evaluar los flujos de actividades, ingresos y gastos vinculados a la Semana Santa antigüeña, y valorar las externalidades que ésta genera hacia otros sectores. Los resultados del estudio permitirán asignar valor al fenómeno de la Semana Santa para impulsar esta celebración no sólo desde su trascendental dimensión religiosa, sino también como una actividad generadora de bienestar, y vislumbrar un aprovechamiento equilibrado de la misma.

También podrán ser utilizados por las autoridades y participantes como insumo para la formulación de políticas públicas, como información clave para la valoración, gestión y conservación del patrimonio cultural (tangible e intangible) de la ciudad, y como insumo para gestionar financiamiento o inversión en las actividades religiosas, culturales y empresariales desde los sectores público y privado.

Esperemos que este esfuerzo llegue a su feliz culminación y sea un aporte pionero al desarrollo del campo de la Economía de la Cultura en Guatemala, y que sirva de base para replicar este tipo de análisis a otras manifestaciones culturales que constituyen la gran riqueza inexplotada de nuestro país.

viernes, 15 de abril de 2011

Llegaron para Quedarse

El pago de subsidios en efectivo directamente a los ciudadanos es una receta de política pública predicada por intelectuales tan alejados del socialismo como Milton Friedman. Las Transferencias Condicionadas de Efectivo son la personificación de este tipo de medidas, que forman parte de las redes de protección social a los más pobres y que han sido relativamente exitosas en otros países. Mi Familia Progresa trata de aplicarlas en Guatemala, pero adolece de numerosos fallos que se deben tanto a la improvisación con que se creó dicho programa, como a los propósitos claramente clientelares de su aplicación por parte del actual gobierno que, lejos de verlo como un "red de protección social" (como en los países en que este tipo de programas ha sido exitoso), lo impulsa como el centro de todo su quehacer gubernamental.

§ POLÍTICAS PÚBLICAS

LLEGARON PARA QUEDARSE

Si se entiende su naturaleza, objetivos y limitaciones, resulta evidente que existe un amplio margen para mejorar Mifapro

Hace cuatro años, en pleno fragor de la campaña electoral, casi ningún partido político incluyó las Transferencias Condicionadas de Efectivo –TCE- entre sus ofertas de campaña. Únicamente el Partido Unionista las propuso como parte fundamental de su programa de gobierno y sólo otro partido, el Patriota, las incluyó en el suyo como una política muy secundaria. La UNE ni siquiera las mencionó en su voluminoso plan de gobierno y no fue sino hasta meses después de haber tomado posesión que, sobre la marcha, abrazó con fervor las TCE como su plataforma central de gestión pública.

Y las TCE llegaron para quedarse. Hoy resulta impensable que algún partido las excluya de su oferta electoral, pues ello equivaldría a un suicidio político debido a la enorme cobertura (900 mil familias) del programa Mi Familia Progresa –Mifapro-. Por el contrario, es previsible que la mayoría de candidatos proponga (algunos ya empezaron a hacerlo) que no sólo va a mantener este programa, sino que lo va a mejorar. Cualquier acción en ese sentido, si en verdad quiere mejorar Mifapro, debe partir de entender qué son las TCE y para qué sirven realmente.

Como programa de asistencia social, las TCE se han extendido rápidamente en el mundo; en Latinoamérica, prácticamente todos los países cuentan con uno de esos programas. Contrariamente a los programas asistenciales tradicionales que otorgan beneficios (incluso dinero) sin pedir nada a cambio, las TCE otorgan dinero únicamente (en teoría) si el recipiendario (que debe ser alguien en extrema pobreza) certifica que sus niños asisten regularmente a la escuela y a los centros de salud.

El objetivo central de la TCE es dar un alivio económico temporal a las personas extremadamente pobres y, en tal sentido, conforman una típica “red de protección social”. Además, tienen el objetivo complementario (de nuevo en teoría) de mejorar el capital humano (educación y salud) de las familias beneficiadas, a fin de que gradualmente puedan ir saliendo de su situación de pobreza. En la práctica, sin embargo, la experiencia latinoamericana revela que las TCE tienden a cumplir el primer objetivo, mas no el segundo: hay poca evidencia de que a través de esos programas mejoren los estándares educativos ni que mejoren los índices de nutrición o de inmunización infantil. Ello no necesariamente es culpa de los programas mismos, sino de la escasísima calidad de las escuelas y centros de salud.

De cualquier manera, entendiendo su naturaleza, objetivos y limitaciones, es evidente que existe un amplio margen para mejorar Mifapro. Por ejemplo, al programa no le vendría mal una generosa dosis de transparencia respecto de los mecanismos utilizados para identificar a los beneficiarios, a fin de que se eviten duplicaciones o exclusiones subjetivas, y que se minimicen los riesgos de clientelismo y corrupción que pueden deberse no sólo a fallas en el diseño del programa, sino a la propia precariedad de los servicios de educación y salud que no llevan un adecuado récord de los usuarios.

También es importante aclarar la nebulosa que existe respecto de cuáles fueron las condiciones iniciales del programa que definan una línea de base creíble, la cual es crucial para evaluar sistemáticamente el impacto del programa sobre las comunidades beneficiadas.

Una mejora de Mifapro pasa también por alejarse de la improvisación y cuantificar debidamente las implicaciones que el programa tiene sobre el presupuesto del estado, no sólo por el monto requerido para atender al gran número de beneficiarios sino que, especialmente, por el impacto financiero causado por el aumento en la demanda de servicios de salud y educación derivada de la aplicación del programa.

Y el reto más importante, quizá, será el de institucionalizar adecuadamente Mifapro dentro del aparato estatal, no sólo para asegurar la correcta responsabilidad y rendición de cuentas de los funcionarios encargados, sino para consolidar un sistema para evaluar, por una parte, cuán costo-efectivo resulta el programa y, por otra, para monitorear el cumplimiento de las condiciones de parte de los beneficiarios; si esto no se hace, el gasto efectuado en TCE podrá incidir en un aumento del consumo de la población, pero no en la mejora de su capital humano ni en el combate sostenible a la pobreza.

Comentarios de los Lectores

Parece que usted y el Lic. Arévalo, columnista de otro periódico, se pusieron de acuerdo para analizar los programas clientelares de este gobierno, con el slogan "llegaron para quedarse". Ajá... las dos columnas con el mismísimo tonito y seguramente con la misma intención: analizar programas sociales que solamente la futura esposa de Juanpendejo Pueblo puede llevar a cabo, en detrimento de la salud, educación, seguridad, nutrición y servicios necesarios para la población. Cuando leí la otra columna pensé que era una campaña subliminal... al leer esta me convenzo de que así es. Muy a propósito los análisis y los sarcasmos por parte de periodistas de opinión que pareciera que alquilaron su opinión.

el perro aborasado grune ,cuando otro perro se acerca por que piensa que le va a quitar lo que se esta comiendo,,eso es exactamente lo que pasa en nuestra patria,la minoria de aborasados quisieran que a ellos les,dieran lo que les estan dando a las personas en extrema pobresa,,no soy politico ni pertenesco a ningun partido ,pero como ciudadano tengo el privilegio de conocer toda mi patria,,a mi no mecuentan yo lo he visto,y por eso veo que este gobierno es el unico, que en lugar de plomo les esta dando algo para que sobrevivan,,y no por que sean araganes,sino por el abandono en que an sido condenados,los programas en si son una necesidad,y se deven mantener ,si en GUATEMALA fueramos un poquito humanos ,no habria necesidad de estos programas ,por que todos alludariamos a nuestros hermanos,,pero gracias a DIOS vinieron para QUEDASE

Algo que se ha querido llamar izquierda resulto realmente en el desarrollo político de los compadrazgos y no hablar mal del compadre y la comadre, su formación de gobierno es el CHAMBITALISMO donde se trata de promover la distribución de la riqueza a través de generar empleo masivo y algunas caridades adicionales. El problema es que no se motiva la productividad de la sociedad y si la dependencia socio económica del que efectivamente trabaja. Así que la observación de Urrutia es muy certera. $ubliminal. Las transferencia son algo importante y hay muchos modelos distintos. En Guatemala se les llama REMESAS CONDICIONADAS al acto promovido por el gobierno. Pero la dinámica social y su evolución ha generado las REMESAS FAMILIARES que sostienen la economía del país bajo una forma ética que se sustenta en la familia y no en objetivos de control, polarización, compra de votos y algunos otros arguendes políticos sobre grupos necesitados. Que las remesas se van instaurar es cierto, pero van a ser cambiadas y en otros momentos terminarán. Sistemicamente son modelos de nacimiento y muerte. La sociedad está viviendo la gran crisis de la desaparición del modelo escuela representada en el maestro frente a grupo y de sus altísimos costos. La tecnología está generando sus cambios a gran velocidad así que si algo tan especial está cambiando, Todo cambia.. El modelo de transferencias tiene el enorme conflicto de la inequidad, solamente un sector de la población es directamente favorecido y se olvida de otros grupos que requieren atención. Se está demostrando como se piensa utilizar social y violentamente el cordón umbilical que se crea con el gobierno y ese sector social. El objetivo de los votos ya es en sí espurio y veremos cuales son las acciones que provoca. Hay mejores modelos para permitir el desarrollo y el avance social, de mayor control y eficiencia, destruyendo gran parte de la corrupción, desarrollando una mejor y mayor paz social. Por su condición sistémica es falso que llegara para quedarse. Prevalecerá durante mucho tiempo la filosofía social, como prevaleció en su tiempo Fray Bartolomé de las Casas, El Hermano Pedro, la Madre Teresa de Calcuta y así muchos que atendieron con sacrificio y orientaciones positivas problemas de su época. Por supuesto antes ya se había inventado la pólvora.

Ok, llegaron. Ahora hay que buscar que sean eficientes.

Los mismos medios de comunicación se han tomado la tarea de desprestigiar los programas sociales y es seguro que la oposición sigue ese plan, solo que ahora dicen que los van a mejorar, queda claro que muchos vuelcan sus intereses en desprestigiar la ayuda a los más necesitados.

Evidente que los programas han sido de beneficio para las familias y el pueblo lo pide.

Parece que se puso de acuerdo con un columnista de otro periodico, señor no nos engaña, estos programas no sirven, usemos el sentido comun, como le vamos a dar de comer, mejor enseñemosles a trabajar y que construyan su futuro.

Que mal que se le haya acostumbrado al sujeto a que los demas resuelvan los problemas, esto solo trae consigo mas endeudamiento y deficit en los demas organismos del estado, como es posible que se le quite dinero a Gobernacion para regalarlo.

Pueden criticar todo lo que deseen, pero nadie realmente sabe como hacerlo, y como manejarlos, y es por ello que la gran mayoría ha empezado, o mejor dicho, desde el inicio de los mismos han estado criticándolos, cuando estos han sido de mucha ayuda para los pobladores, y mas cuando se ha ido mitigando la escases de alimentos, para quienes reciben la ayuda social ven en esa ayuda, un gran "ayuda" que ni los medios, ni los ricos pueden realmente saber.

Lo mejor es que se institucionalicen los programas, lo importante hoy no es quien los ofreció o quien los tenia en su plan de gobierno, eso no me garantiza que los hubieran puesto en marcha, el hecho es que este gobierno los inicio y lo que hay que buscar ahora es que esta ayuda para el pueblo no sea arrebatada.

Los medios y la oposición son quienes se han encargado de hacerles mala fama a los programas sociales,
hasta el día de hoy no hay una sola denuncia formal sobre el tema. Entonces que puedo pensar? Para mi que es pura difamación. Los problemas estructurales del paìs no se pueden solucionar de la noche a la mañana, y alguien se arriesgo e implemento los programas para empezar a ver de que forma se atacaba principalmente la pobreza. La única forma que estos programas continúen y sigan teniendo una buena aceptación y sigan mejorando eso solo por medio de Torres.

Estos programas son y serán una gran ayuda para la gente mas necesitada del país, con esto se ha logrado un gran avance para Guatemala, al fin se ha logrado que Guatemala salga de ese olvido de presidentes que solo servían a los mas ricos, dejando olvidada a todas esas personas, personas que forman la democracia en Guatemala. Y por esa razón es necesario que se le de seguimiento, integral para todos y todas.

Los programas sociales fueron creados y destinados para los más pobres, muchos los critican y hasta
los ensucian, pero ahora se sirven de ellos para lanzarse y ser aceptados por la población, el fin por el cual fueron creados se ha cumplido, en muchas poblaciones. Las familias que los reciben hasta montando pequeños negocios para fomentar el desarrollo del país, y eso es algo de lo que no se habla en las noticias, sea cual sea el medio por el cual se publiquen. Ahora solo quiero decir que estos son y serán para los más necesitados y espero que así siga siendo por más tiempo.

Estos programas llegaron para quedarse, y es así, ya que todos los partidos están hablando de institucionalizarlos, cuando ellos mismos los criticaron fuertemente, y lo peor es que ahora todos con esa farsa, están tratando de hablar de los programas para ganarse a la gente, pero bien sabemos
que la única persona que sabe bien como caminan esos programas es Torres y es ella la que debe seguir a la cabeza de los mismos, por eso es mejor que siga la continuidad

domingo, 10 de abril de 2011

Tres Años Congelada

Una de las tragedias de Guatemala es que nos solemos ahogar en el mar de nuestros problemas, entre angustias por encontrarles alguna solución, y no nos damos cuenta de que tenemos a la mano las herramientas para hacerlo. Sucede que son muchos los que se dedican a quejarse, y otros tantos los que se dedican a sugerir soluciones ingeniosas. Pero son muy pocos los que se dedican a trabajar, con paciencia, en el cumplimiento de las pequeñas tareas que día a día (si se cumplieran) nos sacarían del abismo en que caemos. En materia de seguridad (el principal problema del país) tenemos, desperdiciada y olvidada, una de esas herramientas.

§ POLÍTICAS PÚBLICAS

TRES AÑOS CONGELADA

La Ley Marco del Sistema Nacional de Seguridad, aprobada por el Congreso en marzo de 2008, ha sido inexplicablemente ignorada

Todas las encuestas de opinión indican, desde hace tiempo, que el principal problema que afronta el país es la inseguridad y la violencia. Todo mundo coincide en que “algo hay que hacer”, que “deberían aplicarse medidas” y que “hay que aplicar reformas”. Surgen también iniciativas ciudadanas, más o menos espontáneas, que plantean diversas agendas y propuestas de medidas para que “alguien” las implemente.

De lo que nadie se percata, aparentemente, es que existe desde hace tres años una Ley que suponía el inicio del necesario proceso de fortalecimiento y coordinación de las instituciones encargadas de la seguridad pública y dotaba al Estado de las herramientas para el cumplimiento de sus obligaciones en este ámbito. La Ley Marco del Sistema Nacional de Seguridad, aprobada por el Congreso en marzo de 2008, ha sido inexplicablemente ignorada, no sólo por los funcionarios de gobierno obligados a cumplirla, sino por las organizaciones de la sociedad que debían fiscalizar su cumplimiento.

Con esta Ley se buscaba garantizar una institucionalidad fuerte y dinámica, profesionalizar los órganos estatales existentes (evitando crear órganos transitorios que no estén respaldados por la Ley), y proporcionar herramientas para la adecuada fiscalización colegiada, interna y externa, de las entidades que forman el Sistema Nacional de Seguridad, a fin de que éste pueda cumplir con la prevención de los riesgos, el control de las amenazas y la reducción de las vulnerabilidades en esta materia.

En la práctica, lamentablemente, es muy poco lo que de esta ley se ha puesto en práctica. El Consejo Nacional de Seguridad –CNS-, la máxima autoridad del sistema, sólo se ha reunido tres veces en tres años, lo que ha impedido que se aprueben las políticas y reglamentos que la Ley exigía emitir en plazos perentorios que no han sido cumplidos.

La Ley también dispone que el CNS cuente con una Secretaría Técnica que lo respalde, pero hasta ahora no se ha respetado el procedimiento formal de nombramiento del titular de dicha entidad, la cual tampoco ha contado con el presupuesto que le permita operar adecuadamente, y apenas subsiste con donaciones del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

Otro aspecto que abarca la Ley es la gestión de riesgos y defensa civil, enfocada a desarrollar políticas descentralizadas de prevención, mitigación y respuesta ante desastres que puedan afectar a la población. En la práctica, sin embargo, se ha recurrido reiteradamente a mecanismos centralizados por medio de múltiples decretos de calamidad pública que, dicho sea de paso, permiten la adquisición de suministros y la contratación de obras fuera de la Ley de Contrataciones el Estado.

La Ley también crea el Sistema Nacional de Inteligencia; desafortunadamente, uno de sus principales órganos, la Secretaría de Inteligencia del Estado, ha operado con muchas limitaciones, especialmente financieras, con un presupuesto (dos millones de dólares en 2010) que cubre apenas los rubros de funcionamiento básico para un grupo reducido de personal. Como resultado, hasta el momento la referida Secretaría aún no ha formulado ni la Agenda de Riesgos y Amenazas, ni el Plan Nacional de Inteligencia que la ley exige.

La Ley también introduce controles externos e Internos desde el ámbito legislativo, judicial y ciudadano. Se creó la Comisión Legislativa de Asuntos de Seguridad Nacional y de Inteligencia que, en la práctica, no ha pedido más que un único informe en 2010, rendido por la Secretaría Técnica del CNS; en tres años, no ha emitido ningún dictamen sobre proyectos de ley ni ha exigido el cumplimiento de los plazos que la Ley manda para la emisión de reglamentos y políticas. Asimismo, la Ley establece que la Inspectoría General, responsable de velar por el cumplimiento de los controles internos, debe rendir informes permanentes al CNS, lo cual no ha ocurrido, entre otras razones, porque dicha Inspectoría aún no cuenta con el reglamento que la regule.

Cabe preguntarse si esta cadena de incumplimientos es producto de la sempiterna negligencia del aparato estatal o si, terroríficamente, se trata de obstrucciones deliberadas para impedir el fortalecimiento de las instituciones de seguridad y la aplicación de políticas efectivas de combate a la delincuencia.

domingo, 3 de abril de 2011

Aquí Nadie Quiebra

Una señal de madurez en cualquier economía consiste en aceptar que la quiebra financiera de una empresa es un desenlace normal en el sistema capitalista de producción. No se trata de un pecado que amerite la pena de muerte para el empresario, sin oque se trata de un fracaso cuya ocurrencia puede ser necesaria para disciplinar al mercado y que puede, a fin de cuentas, producir los incentivos correctos para que los emprendedores aprendan su lección y se vuelvan más eficientes. Uno de los más conspicuos signos del atraso económico guatemalteco es la total ausencia de un maco legal que reconozca y facilite los procesos de bancarrota.

§ POLÍTICAS PÚBLICAS

AQUÍ NADIE QUIEBRA
Se requiere de un cambio de mentalidad respecto de cómo la sociedad valora la quiebra de una empresa

En las últimas décadas ninguna empresa guatemalteca ha cerrado por quiebra, según consta en los registros de los tribunales de justicia. Ello no se debe a que los empresarios guatemaltecos sean excepcionalmente exitosos –en comparación con los de otros países donde las quiebras son pan de cada día-, sino a que en nuestro país no existe un procedimiento legal adecuado que permita a las empresas y a sus acreedores enfrentar adecuadamente la amenaza de una bancarrota.

El vacío legal existente en materia de insolvencias y quiebras hace que los empresarios guatemaltecos que enfrentan este tipo de problemas opten por abandonar sus empresas, como si de casas embrujadas se tratara, para esperar que mueran de inanición, con tal de no recorrer el incierto, oneroso y tortuoso camino de una liquidación legal cuyas reglas están incoherentemente dispersas en la legislación vigente.

Esta muestra clara (¡otra más!) de nuestro subdesarrollo jurídico y económico contrasta con las normas y procedimientos vigentes desde hace tiempo en los países más avanzados (el ejemplo más conspicuo es el de la legislación de quiebras de los Estados Unidos) y, más recientemente, en muchos países emergentes (en Latinoamérica destacan los ejemplos de la moderna normativa sobre esta materia vigente en Argentina, Brasil y Uruguay).

Lo que buscan las mejores prácticas en materia de insolvencia a nivel mundial es permitir que las empresas que enfrentan una bancarrota continúen operando, bajo supervisión legal, a fin de generar recursos para pagar a sus acreedores (incluyendo a sus empleados) y minimizar así el daño que una quiebra pueda causar al sistema económico y a la sociedad. Ello requiere distinguir entre empresas que aún son viables financieramente y aquellas que están desahuciadas. A las primeras se les da una última oportunidad para reestructurarse, mientras que a las segundas se les tutela en un proceso ágil de liquidación de sus activos para pagar sus deudas.

La adopción de estos enfoques modernos en un país como Guatemala requiere, sin duda, de un cambio de mentalidad respecto de cómo la sociedad valora la quiebra de una empresa, en el sentido de que la bancarrota debe ser tratada con cierta indulgencia, no como un pecado que amerita proscribir de la vida empresarial a aquellos que fracasan en un negocio, sino que verlos como desafortunados que merecen una segunda oportunidad.

Contar con procedimientos adecuados para enfrentar la insolvencia de las empresas repercute positivamente en la competitividad y eficiencia de la economía. La posibilidad de quiebra es un incentivo para que los empresarios se esfuercen en ser eficientes, pero el temor a ella no debe convertirse en un desincentivo para emprender nuevos negocios. La existencia de reglas claras y expeditas para enfrentar la bancarrota puede animar a potenciales empresarios a empezar nuevos negocios y a aquellos que han fracasado a intentarlo de nuevo. Puede reducir el desempleo al mantener operando a empresas que aún son viables. Puede, incluso, mejorar la eficiencia del mercado crediticio, pues ya no sería tan importante como lo es ahora el contar con garantías reales para tener acceso al crédito bancario.

Por lo anterior, resulta justificado y oportuno impulsar una reforma legal para ordenar el tratamiento de la bancarrota en el país, esfuerzo que la Fundación para el Desarrollo de Guatemala –FUNDESA- ha iniciado como parte del seguimiento que dicha entidad hace a las acciones necesarias para que Guatemala mejore su calificación en el índice Doing Business que calcula el Banco Mundial. En dicho índice se considera que, efectivamente, el tratamiento expedito de las insolvencias es un componente esencial de un buen clima de negocios en cualquier país.

El esfuerzo por establecer un régimen moderno para el tratamiento de la bancarrota se vislumbra arduo: se trata de darle una sacudida a nuestro sistema legal letárgico; de cambiar la actitud social hacia la bancarrota; y, de darle una salida al empresario honesto pero desafortunado, sin abrírsela al tramposo y abusivo. La modernización del sistema mercantil del país pasa por facilitar la reestructuración o el cierre ordenado de los negocios fallidos, que es, a fin de cuentas, el mejor incentivo para emprender otros nuevos.

Comentarios de los Lectores

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Para que un empresario acepte la supervisión legal, debiera tener sus cuentas claras y sus impuestos en orden. ¿Qué porcentaje de empresas guatemaltecas llenarán estos requisitos?

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Ojalá fuera tan fácil. El problema es que las mafias de abogados y los "empresarios" que solamente constituyen empresas fantasmas para estafar y evadir al fisco van a oponerse a cualquier reforma al esquema de quiebras. Sin embargo, habrá que hacer la lucha

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